VII

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El pelirrojo despidió a la pareja que traían a su Infante a una vacuna

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El pelirrojo despidió a la pareja que traían a su Infante a una vacuna.
-Recuerden traerlo el próximo mes para el refuerzo.- Exclamó mientras salía de la oficina, la Alfa cargaba a su hijo lloroso mientras su Omega se aguantaba las ganas de llorar al ver a su hijo gritando.
-Gracias doctor. Con permiso.- El Omega los acompañó hasta la recepción antes de que Tsukishima se parase a su lado.

-¿No tenemos más citas agendadas para hoy?- Dijo el rubio caminando al lado del pelirrojo, dirigiendo sus dudas a Yachi.
-Hablando de eso...- La rubia dirigió su mirada a la sala de espera.
-¡Pá!- Gritó Hajin, corriendo a los brazos de Shoyo. El pelirrojo se agachó para tomarlo entre sus brazos.
-¡Hajin! ¿Qué haces aquí?- Se concentró a jugar con el infante.
-Hoy vine a velte.- Respondió el niño.

-También esta la señora Kageyama, doctor.- Respondió Yachi nerviosa, el médico levantó la mirada y se encontró con la mirada ambárica de la Omega. Ambos se sintieron evidentemente tensos ante la circunstancia.
-Hinata.- Exclamó ella.
-Señorita Kokomi.- Respondió él.

-No tiene una cita con Hajin hoy, así que... No sé si la va a recibir o...- Ella estaba avergonzada y nerviosa, sabía quien era Hajin y quienes eran sus padres, pero también sabía de primera mano de los sentimientos que su jefe y su amigo tenían el uno por el otro.
-No, no, no te preocupes, Yachi. Puedo recibirlos.- Dijo él.
-De hecho, Hinata... Quiero hablar contigo. No es una cita para Hajin.- Respondió ella, viendo a su hijo abrazarse fuertemente del cuello del pelirrojo. El Omega sujetó a Hajin a su cuerpo, en un instinto al sentirse amenazado por la declaración de la castaña.

-... Claro. Hajin, espera aquí, ¿Si corazón?- Dijo el pelirrojo colocando a Hajin en el suelo y acariciando su cabellera azabache.
-Beno.-
-Kei, ¿Puedes cuidarlo? No vamos a tardarnos mucho.- El mencionado dirigió su mirada al infante. El infante dirigió su mirada al rubio. Ambos se fruncieron el ceño mutuamente.
-¡Yo me té potar ben!-
-Está bien, doctor.- Se resignó el rubio antes de tomar la mano de Hajin y dirigirlo a la sala de espera nuevamente, acompañado de las pataletas y quejas del azabache.

-Kokomi. Si no te molesta, vamos a mi oficina.- La mencionada se levantó en silencio antes de seguirlo a pasos cortos y silenciosos. Cuando se cerró la puerta de la oficina, ambos rubios se miraron fijamente.
-Esto se va a poner feo...- Susurró Yachi.

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Father! [KageHina Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora