Hajin tenía un año ya. Y problemas del habla.
Lo normal sería que a este punto pudiera producir onomatopeyas y decir palabras de una o dos sílabas, pero no podía.
Era un niño tranquilo y dulce, por lo que el azabache seguía sin entender porque su esposa no le daba una oportunidad a su bebé.
-Voy con Shoyo.- Dijo el dichoso Alfa, cargando a Hajin entre brazos y con una pañalera en el brazo derecho.
-Con cuidado.- Dijo su esposa en respuesta, Hajin vió a su madre antes de esconder su rostro en el cuello de Tobio. El pequeño tampoco mostraba interés en su madre.-¡Hajin!- El pelirrojo se inclinó a recibir al pequeño bebé, quien estiró sus brazos al Omega para que este lo acunara entre sus brazos.
-Perdón por volver a venir hoy.- El azabache se quitó los zapatos antes de entrar al departamento del pediatra.
-No te preocupes, me encanta pasar el tiempo con este hermoso ser.- Besó las mejillas regordetas del pequeño azabache, quien respondió con una ruidosa risa.-¿Hoy no tienes a nadie en casa?- Le preguntó a su mejor amigo a modo de broma.
-Mi asistente ya se fue. Su hermano lo esperaba para desayunar.- Le respondió con seriedad, mientras daba saltitos con Hajin entre sus brazos.
-¿T-tú asistente? ¿No tiene como diecisiete?- Le dijo dudoso. El pelirrojo se rió.
-Solo se ve chico, tiene veintitrés.- Cargó a Hajin hasta llegar a un tapete para bebé, donde sentó al azabache que empezó a gatear por el mismo.-¿Aún no hay progreso con Kokomi?- Preguntó el Omega sentándose en el sillón, Tobio se sentó frente a él.
-No... Ni siquiera Hajin se interesa por ella más, no parecemos una familia, más bien... ¿Unos roomies? Soy prácticamente un padre soltero.- Se recargó completamente en el respaldo, Hinata se rió.
-Pues... Tal vez puedan ir a mi consultorio. Jun-tos.- Remarcó las sílabas.-Ella tiene que ver que Hajin la necesita, osea, es un bebé, ¿Qué va a hacer un bebé sin su madre?- Miró al niño que había llegado a los pies del pediatra y había empezado a quitar su pantufla.
-Hajin está bien así... Osea, necesita las feromonas de un Omega, pero aquí estás tú.- Le dijo levantando la mirada.
-Mis feromonas son solo un apoyo, Tobio, yo no tengo hijos, por lo que mi cuerpo no produce feromonas calmantes y solo produce feromonas estimulantes. Él no lo nota, pero no lo ayudan mucho que digamos.- Se agachó para tomar en brazos al azabache, que tenía su pantufla entre sus manos.
La soltó para empezar a jugar con el esponjoso y colorido cabello de Hinata.-Necesita tener un motivo para cuidar al niño.-
-Lo sé... Pero tampoco me hace caso a mí... ¿Es como si estuviera enojada conmigo?- El azabache tenía sentimientos encontrados.
El Omega suspiró.
-Entonces encuentra un modo de convencerla. Además... Métete a bañar, hueles mal, así ni aunque tu esposo fuera yo me acercaría.- Se rió ante la expresión del azabache.
-¡No me da tiempo bañarme!- Se levantó del sillón, dirigiéndose al cuarto del pelirrojo.
-¡Está bien! ¡En mi cuarto ha de haber ropa que te quede!- El Alfa salió de la habitación con una toalla atada a la cintura y algo de ropa mucho más grande que la del Omega que tenía guardada.-¿De cuál de tus novios es esta?- Le mostró una camisa de un profundo color uva, el Omega pensó.
-No me acuerdo, lleva ya unos meses ahí. Probablemente ya ni siquiera le hablo.- Se levantó del sillón con Hajin en brazos, dirigiéndose a la cocina. El Alfa suspiró, Hinata siempre había sido así, nunca había tenido una relación seria, se veía con muchas personas simultáneamente. Su único "noviazgo" había sido hace once años, cuando tenían dieciséis.Se metió al baño y cerró la puerta detrás de él.
Cuando ambos eran adolescentes, Hinata conoció a Atsumu. Era mayor que él por solo un año, pero era encantador, pronto comenzaron a salir. Ambos eran bastante públicos con su relación y prácticamente todos sus conocidos sabían que estaban juntos.
Menos los padres de Hinata.
Cuando el Omega se manifestó como eso a los catorce años, sus padres se volvieron bastante estrictos en cuanto al tema de las relaciones.
Tenía sentido, ellos habían tenido a Shoyo por un embarazo adolescente y no querían el mismo destino para su hijo mayor.Aún así, el pelirrojo salía a escondidas de sus padres con Atsumu, ¿Y quién era su cobertura? Nada más y nada menos que Kageyama Tobio, el único Alfa que aprobaban dentro de su residencia.
-Dí "ahhh".- El pelirrojo tenía en sus manos papilla para el pequeño azabache, el niño se inclinó mientras abría la boca y replicaba el sonido que Shoyo acababa de hacer.
-¡Muy bien!- Le limpió la mejilla con los dedos, el niño se rió ante la acción del Omega.-Ya salí.- El azabache mayor ya estaba cambiado incluso, la camisa le quedaba un poco suelta y estaba usando un pantalón de mezclilla que siempre tenía en la residencia Hinata.
-No puedo creer que alguien tan adorable y tierno sea tu hijo, es decir, míralo. Parece un malvavisco.- Le pellizcó los cachetes al bebé, quien rió más fuerte.-Es toda mi cara, ¿Como no va a ser mío?-
-Pobre niño.-
-¡Hey!- Le respondió ofendido. El Omega se rió fuertemente ante la respuesta del Alfa.
Shoyo se levantó, directo al menor y lo llevó de la mano frente a Hajin.-Dale de comer.- Le puso en sus manos la papilla y la pequeña cucharita con la que lo estaba alimentando.
-Siempre lo hago.- Volteó a mirarlo, con la ceja enarcada.
-Ajá sí, pero no tienes fotos de esto. Vas a querer tener el recuerdo, te lo prometo.- El pelirrojo se alejó de los azabache y sacó su teléfono, fotografiando la escena en la que Tobio daba de comer a su mini clon.
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Father! [KageHina Omegaverse]
FanfictionKageyama Tobio acaba de recibir a su primer hijo, y ahora su pequeña familia está completa, su esposa Kokomi, su hijo Hajin y él. O eso pensó, hasta que, después del parto, Kokomi se mostró estática sobre su hijo. No mostraba interés, no lo cuidaba...