Kageyama Tobio acaba de recibir a su primer hijo, y ahora su pequeña familia está completa, su esposa Kokomi, su hijo Hajin y él.
O eso pensó, hasta que, después del parto, Kokomi se mostró estática sobre su hijo. No mostraba interés, no lo cuidaba...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tobio había pensado. Bastante.
Se estaba cuestionando muchas cosas, todo su matrimonio. Creía que sus sentimientos por Hinata eran platónicos.
Completamente platónicos hasta que vió a su mejor amigo durmiendo con su bebé en el pecho. Hajin dormía con tanta paz sobre Shoyo que verdaderamente parecía su padre. Un sonrojo de vergüenza lo invadió.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hinata había terminado con Atsumu. Llevaban unos meses juntos cuando ambos decidieron ir por caminos diferentes.
Kageyama había acompañado a Hinata durante toda su relación y la sensación de que Shoyo estaba con la persona equivocada no se había ido nunca. Claramente, se dio cuenta después de su ruptura que Hinata le gustaba. Se había armado de valor, todo su ser estaba nervioso el día previo, y cuando por fin soltó esas dos palabras...
-No.-
El pelirrojo lo rechazó.
-¿P-por qué?- -Kageyama, mira... Eres mi amigo y no creo poder verte como algo más que mi amigo, ¿Sabes? Lo siento.- Se disculpó el pelirrojo. Tobio trató de entenderlo y después supuso que había olvidado esos sentimientos.
Que tontos eran ambos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El pelirrojo empezó a gustar de Tobio bastantes años después: cuando ambos estaban en el principio de sus veintes. Hinata quería creer que no era realmente lo que él ya sabía que era, amor.