Tres años.
Hajin al fin cumplió tres años.
Habían pasado mil y un cosas en cuestión de meses y, ahora, vivía con sus dos Pás en esa bonita residencia que Shoyo compró. Tenía su propio cuarto, un gran, pero gran jardín donde podía hacer y deshacer. Sus Pás tenían igualmente su propio cuarto al que le gustaba entrar para acurrucarse entre ellos los domingos.
Le habían hecho una pequeña fiesta para festejar sus tres primaveras, en ella estaba la gente que quería y lo quería.
Y también estaba Tsukishima, al que apenas vio le sacó la lengua.Estaba también el abogado Yamaguchi, pero no habló mucho con él, Tsukishima se robó toda la atención del pecoso. Por eso no le caía bien, primero se robaba a su Pá y ahora a Yams, ¡Que hombre tan vil y malvado!
Hinata y Kageyama habían llevado al pequeño azabache por primera vez a su kinder. El pequeño lucía su gorrita amarilla, emocionado de poder ver y conocer gente nueva.
Hinata estaba tomando fotos de Hajin parado, completamente recto y nervioso por entrar a la estancia infantil. Su padre tenía exactamente la misma postura a su lado.
El Omega reía suavemente al ver que realmente eran muy parecidos.
En cuanto escucharon a la profesora, una Beta de cabellos azabache rizados sujetos por una coleta baja, el Omega guardó su celular antes de agacharse a la altura de Hajin y acariciar su cabello negro.
-Pórtate muy bien, ¿Si corazón?- Le dijo tiernamente, el infante sonrió dulcemente.
-¡Yo siempe me podto ben!- El pelirrojo sonrió dulcemente antes de abrazar a Hajin.
-Claro que sí...- El Alfa también se agachó a la altura de Hajin, y lo tomó en sus brazos fuertemente.
-Cuídate mucho...- Le dijo, el infante se rió al mismo tiempo que el pelirrojo.
-Parece que lo vas a mandar a la guerra más que al kinder.- Susurró el Omega entre risas. Hajin igualmente se rió.El Alfa estaba extraño. No se acostumbraba a que Hajin no estuviera ahí. Veía el techo sin saber que hacer las siguientes horas en que su adorable hijo estaría en la estancia infantil.
-Tobio, ya me tengo que ir a la clínica...- Susurró el Omega.
-Mhm...- Respondió el Alfa.
-... ¿Me sueltas, por favor?- Continuó Shoyo. El Alfa estaba abrazándolo fuertemente de la cintura. Ese era su día libre y saber que Shoyo y Hajin no iban a estar lo aburría mucho.-Mm... No.- Lo aprisionó más fuertemente entre sus brazos. El pelirrojo soltó unas suaves risas.
-¡De verdad me tengo que ir!- Se trató de zafar del agarre, el cúal solo se fortaleció.
-No vayas a trabajar hoy...- Lo sujetó más fuertemente.
-¡Tengo que ir! Hoy tengo la agenda llena, no puedo faltar.-
-Entonces vacíala.- Le dijo restregando su rostro en su pecho.
-¡Jaja! No. Ahora déjame ir.- Lo empujó con sus palmas, era un empujón débil pero Tobio decidió soltarlo.
-Tú también debes portarte bien, ¿Sí?- Exclamó antes de besar sus mejillas repetidas veces y luego besar sus labios.
-Mhm.- El pelirrojo se apresuró a salir de su residencia, dejando a Kageyama sentado, solo, en la sala.El Alfa planeaba quedarse sentado ahí las siguientes tres horas, hasta que tuviese que ir a buscar a Hajin.
Pero pronto se aburrió de esa idea.Se levantó, caminó por todos lados, hizo la comida, volvió a caminar y se sentó en el jardín. Miraba algunos de los juguetes de Hajin tirados por ahí pero no se sentía en ánimos de recogerlos. Le gustaba ver como su hijo dejaba todo desordenado a su paso.
No se dió cuenta cuando se quedó dormido en el pasto.
Hinata terminaba su turno. Agotado y más. Había tenido un día innecesariamente cansado. Le habían mordido la mano más veces de las necesarias y un padre se puso a llorar cuando inyectaron a su hijo, así que también tuvo que calmar al Omega que lloraba casi igual de fuerte que el niño.
Al llegar a su residencia, pudo ver a Hajin sentado en la mesita de la sala, dibujando con unos crayones en unas hojas, mientras Tobio estaba sentado a su lado.
-Ya volví.- Dijo, cerrando la puerta detrás de él.
-¡Pá!- Alcanzó a gritar el infante, antes de levantarse corriendo hacia la entrada. Shoyo se agachó y levantó a Hajin por el aire.
-¡Hajin!-
-¡Hoy hice muchas cosas!- Le respondió. El Omega caminó hacia la sala y se sentó en el sillón con el infante en sus piernas.
-¿Sí? ¿Qué hiciste, corazón?--¡Hice amibitos! ¡Y dibuje una oveja! Y me metí a los juegos y me caí, ¡Pero no lloré! Y luego me comí mi changusito y me regalaron una uva, y luego me dormí y luego seguí jugando ¡Y me prestaron una pelota! Pero me la quitaron poque le pegó a la maeta... Peo sí me podté muy ben!- Narraba Hajin, con exagerados movimientos de manos, mientras el Omega veía maravillado sus pequeñas anécdotas. Tobio se sentó al las de ambos, antes de pasar su brazo por el hombro del Omega.
-¿Te divertiste?-
-¡Muto! Pero... Me guta más etar con ustedes, Pás...- El pequeño jugó con sus manos, antes de ser aplastado por los brazos afectuosos de Shoyo y Tobio.
-¡A nosotros también nos gusta más estar contigo, mi niño!- Dijo el pelirrojo.
El pequeño azabache solo se absutuvo a reír por la sensación de cosquillas que los adultos causaban en él por sus besitos en las mejillas y sus risas sutiles.Fin.
¡Gracias por leer Father!!
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Father! [KageHina Omegaverse]
FanfictionKageyama Tobio acaba de recibir a su primer hijo, y ahora su pequeña familia está completa, su esposa Kokomi, su hijo Hajin y él. O eso pensó, hasta que, después del parto, Kokomi se mostró estática sobre su hijo. No mostraba interés, no lo cuidaba...