Capitulo 15

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Un guardia se aproximaba directo a la castaña manteniendo su expresión firme.

- No se encontró el barco proveniente de Wiselton majestad, lo único que queda de el duque son los guardias que envió. - Informó diligentemente mientras terminaba en una reverencia.

- Confirma que los seis guardias estén en prisión en este mismo instante, y lleva a Hans a mi oficina, hablaré con él - dijo Ana para finalizar en un suspiro de resignación, no había tenido tiempo para entrenar y su cuerpo pedía a gritos una exigencia física o como mínimo un descanso mental.

- Ana, yo- comenzó a hablar Elsa para ser interrumpida secamente por Ana.

- Contigo también quiero hablar, pero primero tengo que arreglar asuntos con cierto príncipe - dijo Ana para acomodar los botones de su camisa caminando directo al castillo seguida de Ethan.

El silencio fundía el espacio mientras Hans se encontraba atado de manos y de rodillas frente a Ana, la cual estaba apoyada en su escritorio mirandolo fijamente.

- Empecemos con esto - dijo Ana con voz firme - tus cargos consisten en -tomó una hoja que estaba en el escritorio- atentado a la familia real, movimiento de personal sin autorización, intento de asesinato e infiltración a evento real, porqué principito, tú no estabas invitado.

El chico se mantenía en silencio mientras su mirada se fijaba completamente al suelo.

La chica tomó otro papel de la mesa.

- Ahora pasaremos a las opciones que tienes, la primera es indemnización por daños y prejuicios de 10.000 monedas de oro a las islas del sur y tu serás decapitado, suena bien, no?

El chico se mantenía en silencio, esperando más opciones y pensando en la que le beneficia más.

- La segunda es, pediremos una indemnización de 30.000 monedas de oro a las islas del sur y tú regresaras dando saltitos a tu reino, aunque siendo sinceros, el estado económico de las islas del sur no es la mejor que digamos.

- ¿A que te refieres? - se dignó a hablar el castaño-

- ¿A no sabes? - fingió demencia aun sin quitar su rostro serio- tus doce queridos hermanos han estado malgastando la economía del reino en cosas realmente absurdas, hace dos meses me llegaron tres cartas de diferentes hermanos ofreciendo una cantidad ridicula por un monto de armaduras viejas, claramente el dinero fue aceptado y se envió toda esa chatarra a tu reino pero aun considero que es bastante inmaduro ofrecer esa cantidad por algo tan minoritario.

- La economía no se podría poner en riesgo por unas armaduras, no sé qué cantidad de dinero hayan ofrecido pero seguramente será un monto que puede ser recuperado-

- No sé tú pero necesitamos unas buenas cargas de pez y cereal para tener 100.000 monedas de oro- el chico abrió los ojos sin creerlo, esa cantidad de dinero era exorbitante-

-¿ C-como?-

- Entiendo tu sufrimiento al tomar una decisión, la economía del país no es tu culpa por lo cual no deberías ser castigado con la muerte pero no puedes hacer que tus hermanos paguen toda esa cantidad teniendo en cuenta que muchas familias se quedarán sin comida debido al bajo presupuesto del reino, que complicado verdad? -

La cabeza del muchacho era un revuelo de pensamientos.

- Aún así- continuo la chica- lo que sucedió no se borrará por el hecho de que tu reino esté en quiebra, todos los cargos que se te están imponiendo fueron tu culpa, o bueno, gran parte.

El chico comenzó a llorar en silencio, era su vida o la de sus súbditos, una decisión difícil a decir verdad.

- Hay una salida, como cualquier problema tiene una solución más beneficiaria para los dos - el chico la vio esperanzado - como los echos no fueron únicamente tu culpa podremos dividir la tarifa, el duque de Wiselton participó y al ser cómplice sus cargos son casi tan grandes como los tuyos, al ser considerado nuestro segundo socio comercial más cercano se considera como traición y la tarifa que debe pagar también tiene un precio elevado.

Los dos chicos la miraban sin entender a donde quería llegar.

- puedo sumar ambas cantidades y solo cobrar le 20% de la indemnización a las islas del sur, ya que Wiselton era nuestro aliado-

- Aun no entiendo como eso puede ser posible - dijo Hans mientras Ethan y Ana rodaban los ojos.

- Ya que las islas del sur han sido neutrales en los negocios de Arendelle, a fin de evitar una guerra las indemnizaciones se pueden disminuir dependiendo la decisión del reino afectado - explicó Ethan utilizando un tono más grave - ya que Wiselton era un aliado se le cobrará el 30% más por traición, sumándole la deuda de tu reino ya que trabajaron en conjunto.

- ¿Qué ganarían ustedes con eso? ¿Donde está la trampa? - Desconfió el chico que aún se encontraba atado en el suelo.

- me he enterado que el suelo de las islas del sur es extremadamente fértil, el plan es este, irás a las islas del sur sin que nadie se entere de lo que pasó, te meterás al castillo y dejaras a un amigo mío ahí adentro, él se encargará de todo, te vas a quedar fuera del castillo y de esta manera nadie sospechara de ti, al tener la sangre real corriendo por tus venas vas a ser coronado rey y por lo tanto tendrás que empezar a pagarnos todo lo que nos debes, desde la indemnización por daños hasta la compensación por el solo echo de no matarte ahora mismo.

- Bien, haré lo que me pides, ante los testigos diré que pedí una disculpa y te apiadaste de mí, cuando comienza el plan - sus ojos brillaban con fulgor, él deseaba algo, no poder, no riqueza, no fama, lo que él anhelaba era venganza, no venganza por Arendelle, no venganza por lo que se le estaba cobrando, tenía en claro que cada palabra de incriminacion era justificada y estaba arrepentido por su plan fallido de el pasado.

Su ansiado desquite era con sus hermanos, aquellos que no sólo disfrutaban haciéndolo quedar en ridículo frente a nobles sino que también se atrevían a levantar falsos testimonios en su contra, aquellos que lo humillaron hasta la desesperación y lo hostigaron hasta hacerlo querer tomar un reino ajeno para sentirse un poco aceptable junto a ellos.

La chica frente a él le mostró que podrían haber más salidas, que podía haber una segunda oportunidad de poder vengarse por todo lo que pasó, la indemnización y los intereses eran algo muy poco ante todo lo que él hizo y no podría estar más agradecido porqué la chica le perdonara la vida.

- El plan empieza en este momento, ordenaré que preparen tu barco, zarparás en unas horas, ah y otra cosa- los ojos de la chica se opacaron más de lo que ya estaban- llego a saber que intentas traicionarme y te reduciré a cenizas junto a toda tu gente.

Con eso la chica se despidió y Hans fue desatado y conducido a el puerto esperando a las órdenes de la princesa para zarpar.

~Ahora soy su princesa~/Reencarne En Ana - FrozenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora