~Ahora soy su princesa~/Reencarne En Ana - Frozen

Capítulo 6

Nuevo día, nueva energía, adolorida pero no derrotada, yendo a la cocina con toda la actitud saludé a Cosette y a Alex, este último mirandome algo preocupado.

- Princesa, quizás pueda pasar a saludar a la princesa Elsa antes del desayuno- si claro, hablar con una puerta antes de comer algo nutritivo para no morir, que gran consejo-

- Esta bien - y fui a hablar con la puerta, ¿Por qué?, pues porqué nunca me contesta, sinceramente parezco loca ahí hablando sola.

Toqué la puerta unos segundos para que supiera que estoy aquí.

- Hola hermana, soy yo de nuevo, ayer fue un día duro, pero aun así no me quejo, me hice amiga de Cosette y Alex, son unos ayudantes de aquí de el castillo, quizás solo hablabas con los reyes así que te debes de sentir sola, estaré aquí por las mañanas y las tardes, ya me voy.

Y salí corriendo para la cocina, tengo hambre y siento que me voy a desmayar en cualquier momento si no como nada.

Apenas llegué a la cocina me encontré con Ethan, el cual se supone que debería estar aún durmiendo.

-Hola princesa,¿ ha dormido bien?, tiene ojeras- claro, soy un mapache andante porqué estos dos sujetos no son capaces de darme de comer .

- Perfectamente, solo que aun no he comido- Cosette dio un brinco y se fue corriendo por mi desayuno, el cual sigue siendo pequeño pero creo que me va a dar doble porción ya que traía dos platos -

- Aquí tiene princesa, joven Ethan- claro que los dos no eran para mí, ni mi ex me ilusiono tanto...Ja! No tengo ex.

- nos sentamos a comer juntos, yo reflexionando sobre la vida y él...Bueno no sé, no leo mentes.

Terminamos de comer, nos buscaron, nos destruyeron físicamente hasta medio día, almorzamos y esta vez decidieron ponernos a estirar y trotar, toda la tarde.

Sinceramente me sentía más grande, mire a Ethan más pequeño y me di cuenta de que él era más bajo que yo.

- Princesa? -me miraba con duda, claro me estaba medio riendo de su estatura, no sé porqué, yo ya era baja hasta en la otra vida.

- Eres bajito - se sonrojo y se fue a estirar más apartado de mí, ¿lo ofendí?, vaya que se toma todo a pecho este chico.

Ya sé estaba haciendo de noche y me fui a él castillo junto a Ethan, cenamos y yo me fui directo a la habitación de Elsa.

- Hola, yo otra vez, hoy también fue cansado, me duele todo el cuerpo pero seguro mañana se me quita, no le digas a los reyes de nuestras charlas, no es nada importante y supongo que me acostumbrare en un tiempo. Buenas noches.

Escuche un susurro al otro lado de la puerta, es bueno saber que me estaba escuchando por lo menos.

Fui al cuarto y me di una ducha fría, la cual me quitó todo el cansancio que tenía. Quizás sea bueno leer un poco.

Busque el libro que estaba leyendo en la bolsa que llevé al entrenamiento pero no lo encontré, no estaba debajo de la cama, ni en la mesa, así que lo dejé para ir a buscarlo mañana...

¿Y si llueve?, ¿Y si un animal lo daña?, ¿ Y si se daña ?, es el único que hay en la biblioteca.

Y aquí me ven, con unos pantalones de entrenamiento y una chaqueta ajustada saliendo del castillo para ir por ese libro, los sacrificios son por algo importante, y esto es algo importante.

Al llegar al campo de entrenamiento no pude encontrar el libro,¿ La razón ?, esta oscuro, aun me pregunto como carajos a esta mente brillante no se le ocurrió traer una lámpara, es más, ¿Cómo llegue hasta aquí sin caerme al menos unas diez veces?

Los enigmas de la vida son muy difíciles así que me di a la tarea de buscar mediante lo que sentía, aja, estaba en cuatro patas como alguien que usa gafas las cuales se le acaban de caer.

Al no encontrar nada me estaba impacientando, mordía mis uñas buscando una solución hasta que un pequeño arbusto se prendió fuego, ¿corro?, ¿Por qué debería? Ya tengo luz, deberia empezar a buscar ese libro, al encontrarlo me di la vuelta viendo una especie de lagartija prendida en llamas.

¿Esa no es la de la segunda película?, ¿Qué hace aquí?, ¿Los gigantes de piedra también pueden salir?... sistema operativo reiniciandose, por favor espere.

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La lagartija se subió a mi bota prendiendola en fuego, rápidamente se bajo asustada y yo me quite la bota lanzándola al piso mostrandole que no pasaba nada.

Mi manera más lógica de acariciarla es echandole viento por la boca, ¿Qué? No estoy tan mal de la cabeza para tocar a una lagartija que está que arde.

Se apagó lentamente y se subió a mi mano, quedándose dormida, ¿me la quedó? ,¿Es una pregunta?, por supuesto que me la voy a quedar, es tan linda que sería pecado dejarla aquí abandonada.

Cuando iba a empezar a caminar me di de cuenta de una cosa, ¡¡No veo nada!!, cuantos errores voy a cometer en un día, deje el libro, no traje linterna, ofendí a Ethan, deje una bota quemada y por ahí, y ahora se me olvido por segunda vez que no soy capaz de ver en la oscuridad.

-Oye, pequeño, ¿puedes iluminarme el camino?, no puedo ver.

La iguanita se despertó y encendió la parte de su cabeza, iluminaba muy bien y ella se veía como una pequeña reina iguana, ya que el fuego parecía una corona.

Llegué al castillo rápidamente gracias a mi nuevo amigo, es lindo tener amigos animales.

Me recosté y le preparé una pequeña cama a la iguanita con hielo granizado, sé que muy probablemente mañana sea agua pero nada que no se pueda limpiar.

Ambos nos quedamos dormidos en manos de nada, en la noche sentí como me pasaba la lengua en la parte de la frente pero no le tome importancia, seguro fue un acto de cariño por su parte.

O eso pensé, hasta el día siguiente.