Capítulo 18

302 47 8
                                    

Me encargué de dejar a Hana junto a Cosette en la cocina, conociendo a esa mujer la tendrá ocupada un buen rato con datos de cocina.

Saqué todos los mapas que habían revisando uno por uno cada rincón y guiándome por el mapa de Arendelle, no encontré ningún tipo de registro sobre una isla parecida.

En un momento recordé una parte de un libro que leí desde hace unos dos años.

La guerra de los 10 días.

Aunque su nombre suene bastante patético para denominarse una guerra, el motivo por el cual la nombraron de esa manera fue el gran número de muertes que hubo.

Busque desesperadamente en los estantes encontrando el libro rápidamente.

Los mapas que se encuentran esparcidos por todo el reino son después de la guerra, en la cual Arendelle venció y la pequeña isla que le declaró la guerra fue sacada del mapa.

Los detalles de la guerra son muy simples, el líder de esa isla buscaba mayor territorio, y la pareció buena idea atacar a un reino en reconstrucción que acababa de salir de una crisis por una guerra civil.

Empaque el mapa y unas cuantas brújulas en una mochila pequeña, corrí a ponerme un uniforme cómodo y mandé a preparar un pequeño barco para navegar.

Llegué a la cocina y me quedé de piedra al ver a cosette terminando de decorar un pastel con Hana acompañándola, ¿Cuanto tiempo tardé?

Vi que era de noche y me golpee mentalmente, tendría que esperar, navegar de noche no es buena idea.

Caminé por los pasillos distrayendome con el sonido de eco que hacían mis zapatos, Harry estaba saliendo de una habitación con preocupación, me acerqué a preguntar que sucedía.

- Oh Ana, es tarde, deberías estar descansando- dijo antes de que tan siquiera yo llegara a su lado-

- ¿Que sucedió? Te ves decaído - él solo sacudió la cabeza y se dirigió a su cuarto, supongo a descansar.

Suspiré y me dirigí a mi propia habitación a dejar las cosas listas para el día siguiente, la puerta fue tocada sacándome de mi aparente concentración.

- soy yo Ethan - le dije que podría pasar y así lo hizo - es mi padre.

Me detuve inmediatamente para mirarlo preocupada.

- ¿Qué sucede?

- Él no me ha querido dirigir la palabra estos últimos días, no sé qué le sucede y pensé que sabrías algo.

Me tranquilicé un momento, creí que le había pasado algo malo.

- Oh, no lo sé, hace ya un buen rato que no hablo con él, por cierto, quiero que vigiles a Hana, aún no confío del todo en ella.

- Y sería muy tonto que lo hicieras, te intentó asesinar, no sé qué historia te haya dicho pero no creo que sea lo mejor ayudarla -

- Solo déjamelo a mí - dije mirando la luna asomándose por la ventana, era muy brillante-

- Como quieras, solo cumplo con  aconsejarte.

Se marchó de la habitación devolviéndome mi soledad, el espíritu de fuego está en este momento en las islas del sur encargándose de la situación, era una buena compañía en estos momentos.

Me recosté mirando al techo, todo ha ido demaciado bien, tanto que llega a preocuparme, la vida tiene problemas y si no llegan es porqué algo te espera.

Me dormí en algún momento y solo recobré la consciencia cuando los rayos del sol golpearon mi cara, nuevo día, misma vibra.

Junto a Hana salimos directo al bote, en el cual sorprendentemente estaba Elsa esperando con algo en sus manos.

- Supe que te marcharías- dijo con la mirada hacia el suelo, esta clase de despedidas le debe traer recuerdos, y no de los agradables- toma, para tu viaje.

Agradecí el regalo y entré al barco junto a Hana, allí se encontraban provisiones y yo conduciría el rumbo hasta llegar.

Nos tomaría algunos días, el viento no estaba muy a favor y yo procuraria no remar por estas aguas, se necesitan dos y el rumbo puede cambiar.

Antes de desplegar las velas se escuchó un ruido en la cubierta y pasos acercándose.

Miré hacia donde provenían los pasos y me topé con la oscura mirada de Ethan acompañado de una pequeña mochila en su hombro.

- ¿Qué haces aquí? -pregunté

- acompañarte -dijo con tranquilidad mientras descargaba su mochila en el suelo-

- No te pedí que vinieras - comencé a manejar el timon una vez que Hana desplegó las velas.

- Y yo no te pedí permiso - se marchó una vez terminó de hablar.

El viaje fue un poco largo, me encargué de manejar lo mejor que podía en la oscuridad de la noche, el viento era muy leve así que nos vimos en la obligación de remar en ocasiones.

Al llegar dejamos el pequeño barco en un lugar cubierto de árboles, nadie lo encontraría allí.

- Tanto tiempo esperándote, Hana - escuché una voz masculina provenir desde los árboles frondosos, y de ellos salió un hombre alto carente de uno de sus ojos.

- Lamento la tardanza, líder - escuché a mis espaldas, era la voz de Hana, volteé ligeramente para encontrarla de rodillas hacia el hombre

El sonido de un filo se escuchó a mi espalda, haciéndome voltear, era Ethan, desenfundando su espada y mirando fijamente a todos los hombres que comenzaron a salir de las sombras.

- Te dije que no confiaras- gruñó por lo bajo dándome una mirada de acusación.

Suspiré sintiendo algo chocar contra mi cuello, caí de rodillas quitándome una pequeña jeringa, Hana ya no se encontraba a mi lado, estaba al lado del hombre tuerto mirandome con culpa.

-Anna! - escuché lejanamente a Ethan y me levanté con esfuerzo preparándome para luchar, ataqué a unos cuatro sujetos derrotandolos al instante, mi cuerpo estaba desfalleciendo y fue entonces cuando caí en la inconsciencia escuchando lejanamente forcejeos por parte de los demás.

Quizás no debí confiar demasiado, pero algo me dice que no fue tan malo, que quizás hay algo más que no sé, hay algo más que estoy ignorando.






~Ahora soy su princesa~/Reencarne En Ana - FrozenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora