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Harry se acercó a Hermione y le quitó el libro de las manos — no se cuanto tiempo lleves ahí, pero estoy seguro que es mucho. ¿No prefieres descansar?

La muchacha se incorporó estirando sus músculos entumecidos — sí, pero debía aprovechar el tiempo. —  hizo una pausa — esto es sumamente surrealista y me preocupa mucho no lograr una solución 

— ¿qué es lo peor que nos puede pasar?

Hermione se paralizó, incrédula — Hmmm, no sé, ¿tal vez quedarnos aquí por los próximos 20 años?

 — Pues si así tiene que ser, que lo sea. Volveremos al presente de alguna manera u otra 

 — No me lo puedo creer, debe de haberte afectado el aire o algo así 

Harry rio levemente  — lamento defraudarte, pero no tienes razón esta vez. Es solo... lo arreglaremos, hemos estado en situaciones de vida o muerte, a comparación ahora mismo, esto no podría siquiera considerarse arriesgado dentro de nuestro diccionario. 

Una sonrisilla se dibujó en los labios de la muchacha  — supongo que tienes razón. Aunque no me hace mucha gracia permanecer en este tiempo, ni siquiera habíamos nacido  — un escalofrío la recorrió el cuerpo 

— mejor no pienses en eso 

Podía notar la intranquilidad que seguía rondando en su amiga, una pensadora excesiva. Le dio un apretón en la mano a modo de apoyo  — Hey, estamos juntos en esto, no lo olvides.

Sus miradas chocaron, el pulso de ambos  aceleró, causando tensión en la estancia.

Hermione rompió el contacto visual y carraspeó  — Gracias 

 — Por lo menos es contigo y no Ronald, ahí sí que me habría vuelto loca 

Ambos rieron sonoramente. No era secreto que Ron y Hermione tenían un especial don para armar pleito entre ellos. Harry recordaba que el curso anterior había tenido que dividir su tiempo entre los dos puesto a que pasaron casi todo el curso discutiendo. 

 — Ven, vamos  — Harry tomó de la mano que aun agarraba entre las suyas y arrastró en dirección a la puerta

 — ¿Que? ¿A donde vamos? 

─ Ya lo verás

─ Alto ahí, tienes que decirme, ya es tarde

─ por eso mismo. Tienes que despejarte

Harry tomó su capa invisible y colocó alrededor de ambos ─ Venga, no te preocupes no nos verán

El silencio no  se rompió hasta llegar al desierto campo de Quidditch ─ ¿qué hacemos aquí?  ─  preguntó la castaña

─  pasar el rato ─  contestó su amigo.

Entró a los vestuarios y sacó una escoba ─ antes vimos a mi padre jugar y ahora me apetece también y tú vas a montar conmigo.

No era secreto alguno que por más dotada que estuviese Hermione su inteligencia se limitaba en lo referente a deportes.

A pesar del gran fanatismo de Harry por volar ella jamás sintió ni el mínimo interés por ello.

─ Tiene que ser una broma ─  masculló

─ pues claro que no

─ Sabes que yo no sé volar

─ pues es momento de aprender. Imagina que tenemos que escapar. Tú solo mírame atentamente ─  indicó.

Posicionó sus piernas a ambos lados del palo y con un ligero pisotón en el suelo se elevó

viaje a 1976 | harmioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora