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Siempre he considerado que la vida es un arma de doble filo, muchas personas dicen que debemos estar agradecidos por el simple hecho de respirar, disfrutar cada momento que estamos viviendo por que cuando menos lo esperas esta se puede acabar.

Hoy era el primer día de su último año de bachillerato, era hora de que se tomara completamente en serio sus estudios, Jimin no era un chico de calificaciones deslumbrantes, pero si era alguien que era dedicado a sus estudios, sobre todo porque para él era una forma de agradecer a la tía Hyekyo. Ella había cuidado de él desde que sus padres fallecieron en un accidente y debido a los deseos que su madre le había comunicado y aparte el cariño que le tenía a Jimin se hizo cargo de todos los cuidados que necesitaba.

—¿Por qué no empiezan a comer? — los dos adolescentes se voltearon a ver y después al desayuno que estaba servido en la mesa, no sabían si se trataba de avena, arroz de una consistencia medio extraña la cual no era muy antojable para la vista. —Mamá esto se ve horrible, ¿porque no dejaste que la señora Kim hiciera la comida como todos los días?— el chico de 17 años de cabellos lacios y oscuros, piel pálida al igual que su madre, movía con la cuchara aquella sustancia tratando de adivinar de que se trataba. —Es la primera vez que hago el desayuno para ti Yoongi deberías estar agradecido, estoy haciendo un acto considerado cariñoso— Le miro seria, aunque en el fondo comprendía el hecho de que su hijo no quisiera probar nada de lo que estaba servido en el plato.

Sin embargo, Jimin comenzó a comer atesoraba el esfuerzo que la tía Hyekyo había hecho para hacerles el desayuno, pues es que, aunque la omega tenía grandes habilidades la cocina no era una de ellas. —¡Jimin! no lo comas no quisiera que te enfermaras, la verdad yo tampoco quiero comerlo...— Soltó un suspiro algo pesado, pero Jimin negó con la cabeza y volteo a verle con una sonrisa. —No sabe mal, además usted hizo un gran esfuerzo para hacernos el desayuno— Hyekyo sonrió enternecida por lo que había dicho el lindo chico de cabellos castaños y con lindos ojos que le recordaba a su querida amiga.

—Yo no quiero arriesgar mi salud, compraré algo en el camino— Yoongi fue el encargado de romper la burbuja de amor maternal. —Min Yoongi ¿no vas a esperar a Jimin?— este se tensó en ese momento, pues aunque él y Yoongi iban al mismo colegio, no solian convivir, el pelinegro tenía sus propios amigos y Jimin también tenía a Taehyung, era como un acuerdo silencioso que los dos tenían o por lo menos así lo había interpretado Jimin. Pues las vidas escolares de los dos eran distintas entre si, Yoongi era muy popular en el colegio tenia excelentes calificaciones, era muy bueno en los deportes, sobre todo en basquet ball, asi que muchos chicos y chicas se sentian atraidos hacia el.

En cambio Jimin a pesar de ser alguien muy bien parecido, no era tan llamativo como el contrario, pero esto no le disgustaba ya que era feliz con la tranquilidad de pasar desapercibido, con su mejor amigo era suficiente, Taehyung era su confidente y era una persona con un gran carisma y lograba contagiarlo con su buen humor. Jimin se levantó de la mesa y agradeció por el desayuno, aunque solo había probado dos cucharadas de esta, tomo su mochila y se despidió de su tía, la cual le dio algo de dinero para que se comprara un verdadero y rico desayuno.

El camino hacia la escuela siempre era silencioso, no hablaban de nada, Jimin se había acostumbrado de esto, el caminaba unos pasos atrás de Yoongi, esto le permitía notar de vez en cuando los cambios que el pelinegro iba teniendo, como por ejemplo, que era unos cuantos centímetros más alto que el, se había vuelto más fornido a comparación de el mismo, pero tenia sentido, ya que Yoongi siendo un alfa y Jimin un omega su composición corporal era distinta. Aún recuerda cuando los resultados del segundo genero habían sido entregados, Jimin estaba muy seguro de que sería beta pues siendo hijo de dos padres de este género no se esperaba que naciera un omega y mucho menos un alfa, pero su sorpresa llegó al ver el resultado y saber que era un omega, sin embargo no se sorprendió cuando Yoongi se presentó como un alfa, pues tenía todas las cualidades para serlo.

ConfusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora