t h i r t y - o n e

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Me despertó Leah saltando sobre mi cuerpo dolorido. Tenía una gran sonrisa en sus labios y aunque se notaba que acababa de despertarse, estaba llena de energía.

-¡Es Navidad!- Ella gritó mientras la empujaba fuera de mí y tirada al suelo. Ella se puso de pie tambaleándose mientras yo quitaba el sueño de mis ojos. Leah era una persona muy alegre en Navidad, pero este año no lo sentía así. Sin embargo, todavía me levanté y bailé al ritmo de cualquier canción navideña que ella estuviera tocando en ese momento. Pronto nos llamaron abajo y nos recibieron en un salón lleno de regalos, con una Diane radiante y un Elliot emocionado. Nick todavía tenía un asombro infantil sobre todo el día mientras que Judd parecía enojado por estar despierto tan temprano.

-Esta pila es tuya, Nicky, está Leah y Judd. Sé que la tuya no es tan grande, querida, pero tu pila está ahí.- Diane nos instruyó a todos, regalándonos cálidas sonrisas. Sinceramente, me sorprendió tener algo, así que verlo me hizo enrojecer las mejillas.

-Ustedes no tenían que..- Judd me interrumpió.

-Sólo ábrelos.- Se dejó caer sobre su montón y comenzó a abrir el papel sin cuidado. Me senté en mi pequeño montón y decidí mirar primero las cartas que tenía.

"Querida Bella,

¡Feliz navidad! ¡Esperamos que tengas un día increíble y el resto del año!

Gracias por cuidar de nuestros bebés y ser tan buena amiga para ellos.

Mucho amor,

Diane y Elliot Birch

xx"


"A Isabella

Mamá y papá dijeron que necesito escribirte una tarjeta. Feliz Navidad, supongo.

De Nick."


"Bells,

¡FELIZ NAVIDADSSSSSS!

Te amo perra

Abre mi regalo para que mis padres no puedan verlo.

Te amo perra, otra vez

Tu puta para siempre,

Lee

Besos y abrazos"


"Bella

Mamá y papá dijeron que todos necesitamos escribir tarjetas de Navidad, así que supongo que feliz Navidad. Gracias por todo. Sé que las chicas deben ser las que tienen cambios de humor, así que lamento que tengas que lidiar con los míos.

Me alegro de que seamos amigos otra vez. Pero no seas marica por eso.

Judd

X"

Sonreí ante las palabras de toda la familia y me alegré de haber logrado garabatear algunas tarjetas anoche cuando Leah dijo que los demás lo hicieron. También sonreí por cuántas veces Judd garabateó la 'x' y la reescribió. Fue lindo.

-¿Quién va primero por las cartas?- Leah bromeó mientras admiraba el par de aretes que le regalaron sus padres. Parecían caros.

-¿Alguien a quien le importan las palabras?.- Comencé a abrir el papel de regalo del primer regalo. Era de Nick. Dentro había una barra de galletas Hersheys y crema. Le agradecí, sabiendo que esto era algo bueno, incluso pensó en regalarme algo. Los siguientes fueron Diane y Elliott. Dentro había un par de aros dorados que irradiaban mala energía de perra. Sabía que me sentiría increíble con ellos.

-Guau chicos, no debieron haberlo hecho.- Sonreí a los padres de Birch, quienes compartían expresiones tan felices. Se notaba que lo que más les gustaba era ver la forma en que los rostros de sus hijos se iluminaban cuando se daban cuenta de que obtuvieron lo que querían.

El siguiente fueron los regalos de Leah. Ella me había malcriado. En una caja grande había un pequeño vestido rojo de látex con pelaje blanco alrededor del busto y un grueso cinturón negro debajo. En la otra caja había botas de tacón de látex negro hasta la rodilla con una hebilla dorada. Otra caja tenia un..

-Oh Dios mío. ¿Un maldito vibrador?.- Me reí a carcajadas, arrojándole el consolador con un pequeño Papá Noel encima a Leah. Ella jadeó de risa. Nick nos miró raro mientras los padres se reían.

-Pensé en invitarte.- Leah me guiñó un ojo y me lo devolvió. Lo metí en la caja y lo deslicé un poco lejos de mí.

-El conjunto es para la fiesta de Navidad que mamá y papá dijeron que podíamos organizar. Siempre y cuando la casa esté impecable cuando estén en casa.- Leah puso los ojos en blanco ante la última parte, pero yo sonreía como el gato de Cheshire: una excusa para beber siempre era algo bueno. Aunque la idea de una fiesta de Navidad me confundió. ¿No tuvimos une el otro día? Oh bien.

-Aquí.- Judd gruñó mientras reaparecía de dondequiera que fuera. Era una pequeña caja con un collar de oro dentro. El collar era delicado y parecía fino con una pequeña luna creciente en la parte principal. Leí la nota dentro de él.

Poco. pero es porque parece que nos llevamos bien cuando es de noche. A las chicas les gusta la mierda gay, ¿verdad? No digas que soy un cabrón todo el tiempo.

-Es hermoso.- Le susurré a nadie en particular mientras lo sacaba de la caja con cuidado y lo miraba de cerca. Noté que en una pequeña caligrafía estaban las palabras "flor de luna". No estaba seguro de lo que significaba, pero hizo que me ardieran las mejillas.

-¿Judd te trajo un regalo? Judd no compra regalos.- Leah tenía una sonrisa descarada en sus labios. Se lo entregué y ella lo miró de cerca antes de ponérmelo alrededor de mi cuello. Sostuve el frío metal entre mis dedos mientras observaba a Judd tomar un gran trago de su bebida. Estaba evitando el contacto visual.

-Gracias.- Le sonreí. Él asintió, aún eligiendo no mirarme. Judd realmente era un enigma. Mi mente divagó mientras me preguntaba qué le habría comprado a Harriet para Navidad si me hubiera regalado esto. El pensamiento hizo que mi sonrisa flaqueara.

Vive un poco - j.birchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora