Recuerdos y girasoles.

389 25 7
                                    

Esa tarde estuvo llena de una gran variedad de sentimientos, al fin y al cabo la conversación que están teniendo Tanjiro y Muichiro los ha llevado al pasado, y al mismo tiempo les dio respuestas sobre algunas cosas que ambos desconocían.

Tanjiro al fin se enteró sobre lo que ocurrió la noche en la que Yuichiro murió, y también cuando Muichiro desapareció, o al menos se hizo a una idea, ya que este último tenía muy vagos recuerdos sobre aquello.

También se enteró de lo que ocurrió con él en la aldea de los herreros, porque Muichiro ha recuperado la memoria, sí, pero no por completo. Obviamente él no había entendido hasta qué punto puede recordar ahora, pero esta conversación con Tanjiro le ha hecho darse cuenta que tiene más lagunas mentales aún de las que cree.

El mismo Muichiro admite no poder recordar lo que hizo con el demonio que los atacó a él y a Yuichiro, tampoco le importa recordarlo, así que no le prestó atención a ese detalle.

También pudo comentarle todo lo que pasó por su cabeza en la villa de los herreros; el momento cuando estuvo a punto de morir y la imagen de Tanjiro que apareció repentinamente. Cómo esa alucinación le comenzó a desembocar diferentes recuerdos en cadena, uno tras otro; su padre, su madre, Yuichiro y al mismo Tanjiro.

No sabe explicar el por qué, pero las palabras de Tanjiro fueron de las primeras cosas que su mente le había rebobinado en mucho tiempo. Al principio no supo por qué le parecían tan familiares, pero ahora sabe que fue porque, cuando Tanjiro regresó a su vida, fue como si hubiera venido acompañado de todos los recuerdos que perdió.

Muichiro fue muy sincero sobre la alegría y nostalgia que sintió al reconocerlo, de un momento a otro descubrió que todas sus acciones y sentimientos hasta ahora realmente tenían un motivo. Su vida, su existencia, sus motivaciones, todo cobró sentido repentinamente.

Y a pesar de que pareciera que lo ha perdido todo de nuevo, ahora que recuerda a quienes ya no están, el que Tanjiro esté aquí para Muichiro es como si una parte de su infancia continuara intacta.

La tristeza y los remordimientos continúan muy vivos, pero su carga se siente mucho más ligera ahora que ha conseguido encontrarse a sí mismo otra vez, y que además tiene delante a la persona que ha hecho esto posible. A la cual también puede agradecerle por ello.

Y a dicha persona casi se le sale el corazón tras escuchar todo eso, pero logró controlar sus emociones porque todo lo que Muichiro estaba contando era importante y delicado.

De hecho, al principio Tanjiro estaba un poco reacio a hacer preguntas, por más curiosidad que sentía. Ya que aún tenía miedo de hacerle daño al obligarlo a escarvar recuerdos dolorosos, pero el contrario le insistió en que no había problema y que incluso sentía una gran necesidad de hablar sobre todo lo que ocurrió.

Después de todo, la mente de Muichiro había estado apagada hasta ahora. Y en este momento solo desea aferrarse a sus memorias con todas sus fuerzas, porque perderlas de nuevo sería casi como morir para él, o eso es lo que siente ahora que las ha recuperado.

—El día que fui a visitarlos y te encontré tan herido y a...Yuichiro, decidí que tenía que pedir ayuda en el Pueblo. Así que...te dejé solo ahí esa noche, hasta al día siguiente que regresé por ti. Limpié tus heridas, conseguí hacer que comieras un poco, e intenté distraerte jugando con origami, hasta que fuimos a dormir y al día siguiente ya no estabas. ¿Recuerdas algo de eso?

Muichiro parpadeó un par de veces sin responder, asimilando lo que Tanjiro le ha dicho.

En primer lugar, porque realmente no podía recordar nada sobre eso, y en segundo lugar, porque pudo notar que Tanjiro narró lo que sucedió en ese par de días de manera muy extraña. No está muy seguro si es porque aún teme darle demasiados detalles, pero tiene la sensación de que se ha saltado algunos sucesos a propósito.

Recuerdos (MuiTan/TanMui)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora