El final de una noche interminable

322 28 24
                                    


Tanjiro acaba de despertar.

El golpe que le propinó Shinazuwaga lo dejó inconsciente un buen rato, así que ahora ha desperdiciado gran parte del día. Pero al menos Tomioka se ha quedado al lado suyo, esperando pacientemente a que recuperara la consciencia.

Le ha dado gusto enterarse que realmente no estaban peleando, sino que Tomioka se ha unido a ese entrenamiento de Pilares del que Muichiro le habló.

Muichiro.

Tiene varias semanas sin verlo, desde que dejó su residencia se ha enfocado en su propio entrenamiento. No ha parado de recibir cartas suyas, aunque el cuervo de Muichiro siempre se las arroja en la cara.

Tanjiro ha respondido a cada una de ellas, aferrándose al dulce sentimiento y emoción por verlo pronto. Muichiro le ha hecho saber constantemente lo mucho que le extraña, y Tanjiro lo entiende porque se siente igual.

La última carta que le envió a Muichiro aún no ha sido respondida, aunque es normal porque le escribió un día antes de que consiguiera mover la roca para hacerle saber sus avances, aún era pronto para tener noticias suyas.

Se pregunta si debería ir a visitarlo directamente al día siguiente, tiene muchas ganas de verlo y llevarle algo de comer. Además, hay algo que necesita decir que no ha sido capaz de expresar en las cartas que se mandan, pero más que nada porque prefiere hacerlo mientras lo mira a los ojos.

Su corazón late fuertemente sobre su pecho solo de pensar en ello, aún sigue sin entender cómo es posible que ambos dejaran pendiente una conversación tan importante. Pero honestamente, ninguno de los dos lo ha hecho a propósito, simplemente todo este descubrimiento ha sido tan nuevo y sorpresivo para ambos, que no fueron capaces de afrontar sus sentimientos el uno con el otro desde el principio.

Permitieron que sus acciones los dejaran llevar, y se sintieron cómodos de esa manera, como si nada hubiese cambiado pese a la evidente evolución que hubo en su relación después de esa noche.

—Estás más callado de lo habitual —comentó Tomioka después de un largo silencio.

No es que le molestara, los silencios siempre han sido cómodos para él, pero es extraño viniendo de Tanjiro.

—Oh, ¡lo siento! solo estaba pensando.

—¿Estás bien? —preguntó mientras caminaban uno al lado del otro.

Tomioka estaba preocupado pensando en el golpe que Shinazugawa le dio, ¿y si realmente estaba más lastimado de lo que creyó inicialmente?

—¡Claro! Yo solo, a-eh —Tanjiro intentó confirmar que estaba bien para tranquilizar a Tomioka, pero se interrumpió a sí mismo cuando percibió un aroma inconfundible no muy lejos de ahí. A causa de eso, permaneció un par de segundos en silencio.

—¿Seguro...? —repitió.

—¡Giyu-san, debo comprobar algo un momento! No te muevas de aquí, ya vuel- ¡agh! —se quejó cuando un objeto pequeño lo interrumpió golpeando su frente.

—¿Tanjiro? —le llamó Tomioka en un tono más preocupado. Y en ese instante, Tanjiro fue golpeado otra vez— ¿Eso fue una piedra?

—¡Espera, Giyu-san! ¡Vuelvo enseguida!

Tanjiro salió corriendo tan rápido como pudo hacia la dirección en la que provenía el aroma, y entonces se encontró con Muichiro. Estaba sonriendo, a la vez que lanzaba hacia arriba y atrapaba una pequeña piedra con su mano, una y otra vez.

—¡Tanjiro! Lo siento, quería llamar tu atención, ¿te lastimé?

—Muichiro, no tenías que usar piedras otra vez, pude oler tu aroma a lo lejos —pronunció frotando su frente, a la vez que Muichiro abrió los ojos con sorpresa.

Recuerdos (MuiTan/TanMui)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora