Días efímeros (1ra parte)

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El hecho de que Nezuko haya conseguido vencer al sol, presagiaba algo muy grande, todos lo entendieron rápidamente. La medida de prevención que el cuerpo de cazadores organizó, fue un entrenamiento dado directamente por los pilares.

Tanjiro estaba muy emocionado al enterarse, no solo tendría oportunidad de mejorar sus habilidades gracias a los pilares, uno de ellos era Muichiro. Por lo que, fuera de sus propios deseos internos y egoístas que le hacen querer pasar más tiempo a su lado, será entrenado por él durante algunos días o semanas.

Y honestamente, se están pasando muy deprisa, y eso que apenas lleva tres días de haber llegado a la residencia Tokito.

Quizá la razón por la que tengan que pasar por este riguroso entrenamiento anuncie que algo muy grande se avecina, pero al menos pueden sacar provecho de esto y prepararse todos juntos.

Incluso si alguien le preguntara, no podría mentir, estuvo especialmente emocionado por llegar al entrenamiento de Muichiro.

Pero afortunadamente nadie le preguntó.

Siente a su corazón latir acelerado, ya era de noche pero no podía conciliar el sueño.

¿Y cómo podría? Desde que llegó a la residencia de Muichiro no ha dejado de alterarse, y no precisamente por el entrenamiento.

Empezando por la manera en la que Muichiro lo recibió el primer día.

Tanjiro se quedó pasmado durante unos segundos, observando fijamente desde la puerta el duro entrenamiento que Muichiro le estaba propinando a los demás cazadores. Pero tan pronto se dió cuenta de su presencia, su rostro cambió totalmente.

Su sonrisa se hizo más amplia, sus ojos brillaron con más intensidad, y dejó lo que estaba haciendo para lanzarse a abrazarlo.

Esto sorprendió a todos en la habitación, y al contrario de lo que cualquiera podría pensar, especialmente a Tanjiro.

Tuvo suerte de que, pese al asombro, pudo ser capaz de sostener a Muichiro en sus brazos antes de que ambos inevitablemente cayeran al suelo.

Sintió como si hubiera vuelto instantáneamente a su infancia, y le asaltó la sensación de que si no hubiera sostenido correctamente a Muichiro y ambos se hubieran caído, su espalda habría chocado contra una montaña de hojas secas, y en cualquier momento se escucharían los gritos de Yuichiro a lo lejos.

Durante esos segundos, Tanjiro olvidó dónde estaban, y a Muichiro no podría importarle menos lo que estuvieran pensando los demás. Envolvió las piernas alrededor de la cintura de Tanjiro, y este lo abrazó enterrando su rostro en su cuello, disfrutando de la manera en la que el cabello despeinado de Muichiro acariciaba su mejilla.

Ese aroma dulce en la esencia de Muichiro estaba mucho más vivo que nunca, hizo que el corazón de Tanjiro latiera tan fuerte sobre su pecho, que estaba seguro de que Muichiro también lo estaba sintiendo.

Cuando por fin lo bajó y se dió cuenta de la mirada de todos en la habitación, ya era demasiado tarde.

"Te estaba esperando, Tanjiro."

Pronunció, ajeno totalmente a las miradas insistentes y rostros sonrojados de todos los que estaban detrás de él.

Tanjiro comenzó a dar vueltas en su futón al recordar ese día, tuvo que sostener la almohada con fuerza contra su abochornado rostro para sofocar los grititos avergonzados que estaba soltando.

Su cabeza reprodujo los recuerdos de esos tres días uno tras otro como diapositivas. Y es que, no solo era eso, Muichiro no ocultaba ni un poco su clara preferencia hacia él.

Recuerdos (MuiTan/TanMui)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora