Al día siguiente, la alarma del móvil sonaba incansable sobre la mesilla. Violeta alargó el brazo y tanteó por la mesilla hasta que logró parar la alarma. Suspirando, se incorporó sentándose en la cama y se froto los ojos. Debía de haberse levantado hacía una hora para ayudar a su tía con los dulces y las tartas para la cafetería pero se había acostado tarde por culpa de Juanjo y Denna que la convencieron para echarse unas cervezas en el Aixopluc con Alex y Omar.
Violeta volvió a suspirar y se levantó de la cama. Arrastró los pies hasta el armario y se vistió con lo primero que se puso, una sudadera lila y unos jeans vaqueros. Agarró su móvil de la mesilla guardándoselo en el bolsillo trasero del pantalón, consideró el desayunar pero prefirió ir a la cafetería directamente y aprovechar que su tía le hiciera el desayuno. Se puso las primeras deportivas que pilló y agarrando su bolso salió a las calles de la ciudad.
Apenas había nadie recorriendo las calles. La distancia entre la casa de la tía de Violeta y la cafetería era de apenas 10 minutos caminando. Violeta se cruzó con algunas personas que iban de camino al trabajo y con algunas otras que volvían de fiesta a pesar de ser viernes por la mañana.
Entró en la cafetería que a pesar de que aún no estaba abierta al público, Violeta sabía que estaba la puerta abierta para ella. Cerró tras de sí y puso el seguro. Dejó su bolso sobre la barra y entró a la cocina.
-Que honor tu presencia. -dijo sarcásticamente su tía cuando la vio entrar a la cocina. Lola era la más joven de su tías, solo era 15 años mayor que ella así que se trataban como si fueran amigas, incluso se habían ido de fiesta a veces.
-Buenos días pesada. -le dijo Violeta mientras se fundía en un abrazo con su tía.
-¿Cómo ha dormido mi niña? -le preguntó para después darle un beso en la cabeza. -¿Has desayunado? Violeta negó con la cabeza y puso su sonrisa más inocente del mundo. Lola rió entendiendo el mensaje subliminal que su sobrina quería hacerle entender.
-Termina las galletas mientras te hago el desayuno, chantajista.
Violeta añadió las chips de chocolate a la masa que su tía estaba preparando y comenzó a remover hasta que todo estaba bien integrado. Colocó con cuidado las bolas de masa sobre la bandeja del horno y metió la bandeja al mismo tiempo que su tía entraba con un plató de tostadas con aguacate, aceite y burrata y un café calentito.
La pelirroja besó la mejilla de su tía y se fue a sentar en la mesa en la que siempre se sentaba con sus amigos. Las tostadas de su tía eran las mejores y Violeta iba a aprovechar todo el verano para comerlas hasta reventar.
Una hora más tarde abrieron la cafetería y Violeta se pasó toda la mañana atendiendo en la barra y a los clientes mientras su tía reponía los dulces que se iban agotando. Sobre las 12 de la mañana se pasó Denna por la cafetería para hacer compañía a su amiga y recordarle el plan para el día siguiente.
Una vez que Lola terminó de hacer los dulces se acercó a su sobrina. -Cariño, tómate un descansito si quieres que yo me puedo encargar ahora.
Violeta sonrió dejando un beso sobre la mejilla de su tía y comenzó a prepararse un café. -Por cierto, mañana teníamos pensado salir por Maó, ¿me das permiso?
-Ratón, tienes 22 años, no tienes que pedirme permiso, con avisarme está bien. -dijo Lola frunciendo el ceño.
Violeta asintió y le dio las gracias a su tía. Agarró el café y se sentó en su esquina lectora. Dejó el café encima de la mesita y repaso con la vista los libros que estaban en la estantería. Vio algunos títulos nuevos y agarró su poemario favorito de su autora favorita y el marcapáginas que tenía siempre encima de la estantería. Dejó el libro sobre la mesita junto al café y se quito la sudadera dejándola sobre el respaldo del asiento para después fundirse de lleno en el libro.
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Última Noche de Verano.
FanfictionEn el corazón de Ciutadella, una pintoresca ciudad de Menorca, Violeta Hódar espera ansiosa pasar el verano en la acogedora cafetería de su tía. Pero no sabe que su vida está a punto de recibir un giro con las encantadoras notas del amor. Chiara Oli...