Los rayos de sol cegaron a la pelirroja así que no dudó en ponerse las gafas cuando salieron del centro comercial. Denna y Alex habían insistido en estar todo el día haciendo cosas que le gustasen a Violeta con tal de contentarla pero da igual lo que hicieran, la pelirroja seguía sintiendo el mismo vacío en el pecho desde que vio el beso de Chiara con la otra chica.
Se habían levantado temprano esa mañana y mudaron todas sus cosas a casa de Denna en Granada. Habían ido a la playa, habían ido de compras al centro comercial y ahora caminaban en dirección a un bar de tapas a disfrutar lo que quedaba de mañana. Además, Alex había reservado en un restaurante muy conocido de la ciudad. Violeta solo quería irse a casa.
Les agradecía muchísimo a ambos que se preocuparan por ella pero es que no le nacía hacer nada de las actividades que ellos querían. Así que después de beberse un par de cervezas le pidió a los chicos irse a casa y ninguno pudo decirle que no.
-Vio, ¿no te apetece dar un paseo por ahí o algo? -preguntó Alex una vez llegaron a la casa de Denna.
-No, quiero acostarme un rato. -dijo la pelirroja quitándose los zapatos. -Me va a reventar la cabeza del dolor.
Denna se fue a la cocina y volvió con un vaso de agua y una pastilla. -Descansa Vio, y si te levantas con ánimo, podemos salir esta noche.
Violeta asintió levemente con la cabeza, se tomo la pastilla bebiendo un poco de agua y le devolvió el vaso a Denna. Le dio un beso en la frente a la rubia y y otro a Alex y se fue hasta la habitación que Denna le había asignado. Se quitó la ropa y se metió en la cama.
Ahí, en la oscuridad de la habitación, Violeta no pudo evitar acordarse de Chiara, de como brillaban sus intensos ojos verdes la primera vez que la escuchó tocar en la plaza, de la preciosa sonrisa que le regalaba cada vez que la veía, de su voz, de sus habilidosos dedos acariciando su piel o tocando las cuerdas de la guitarra. Violeta recordó el sabor y la textura de los labios de Chiara, del empuje posesivo para pegarla a ella cada vez que se besaban, de su lengua, de su piel... Y así se durmió, recordando los momentos y los sentimientos que tenía por la ojiverde, sentimientos que lanzaba a gritos su corazón pero no su garganta.
***
Chiara había usado el dinero ahorrado que había ganado tocando en la calle para pagar el billete de avión a Granada, sabía que si le explicaba la situación a su madre, ella le daría el dinero sin pensarlo pero no quería, quería pagarlo ella.
De todas formas sabía que no podía salir de Menorca sin hablar con su madre así que una vez que tuvo terminada la maleta, bajó hacia el salón donde su madre y su padre veían una serie. Emma tardó dos segundos en apagar la tele al ver a su hija con la maleta y la miró preocupada.
-Where are you going, sweetie? -preguntó Emma levantándose del sofá y acercándose a ella. (¿A dónde vas, cariño?)
-To Granada, to Violeta. -dijo Chiara. -I lost her because I'm stupid and I have to get her back, mom. I... -la voz de la ojiverde se rompió y tuvo que parpadear para no llorar. -I need her, mom. (La he perdido porque soy estúpida y tengo que recuperarla, mamá. Yo... yo la necesito, mamá)
Emma no pudo aguantar más y estrechó a su hija entre sus brazos. Emma no era muy partidaria de dejar a su hija viajar sola pero sabía que estaba en juego el corazón de su niña y no podía verla rota otra vez. Chiara se pensaba que su madre no sabía nada de su historia con Paula, pero igual que se dio cuenta de lo que sentía Chiara por Violeta, se dio cuenta de lo que sintió por Paula y, para que mentir, la pelirroja le parecía mejor opción para su hija que la otra.
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Última Noche de Verano.
FanfictionEn el corazón de Ciutadella, una pintoresca ciudad de Menorca, Violeta Hódar espera ansiosa pasar el verano en la acogedora cafetería de su tía. Pero no sabe que su vida está a punto de recibir un giro con las encantadoras notas del amor. Chiara Oli...