Última Noche de Verano.

8.

El móvil de Violeta comenzó a sonar en el bolsillo trasero de su pantalón haciendo que la pelirroja gruñera enfadada. Chiara bufó, sus labios estaban rozándose ligeramente Violeta no iba a hacer caso al sonido del móvil pero el sonido no cesaba así que Violeta sacó el móvil viendo que quien la estaba llamando era su tía. 

-Joder -la pelirroja se levantó de encima de Chiara y esta se incorporó soportando el peso de su cuerpo con los brazos. -No te muevas.

Violeta iba a coger el teléfono, pero su tía colgó, Violeta suspiró y la pantalla se iluminó con la hora. Las 16:35. Violeta sintió el pánico recorrer su cuerpo y miró a Chiara con la cara desencajada.

-¡Kiki, me van a matar! -Violeta se puso los zapatos rápidamente tropezándose varias veces.

Chiara se levantó de la cama sobresaltada y dio un pequeño chillido. -¿Qué pasa?

-Llegó tarde Kiki, mi tía va a matarme y enterrarme en la playa. -dijo atándose los cordones de sus zapatillas. 

-Tendrías una bonita sepultura. -le dijo la inglesa intentando ocultar una sonrisa.

Violeta la miró con la boca abierta y se acercó a ella agarrándola por la barbilla y le levantó la cabeza levemente. Ambas se miraron intensamente, había una tensión difícil de ocultar, sentían una conexión que las unía mucho más allá de lo físico.

-Tengo que irme -susurró Violeta para después separarse ligeramente de Chiara al recordar algo, se acercó al escritorio de la inglesa y cogió un papel cualquiera y un boli y apuntó su número de teléfono. Se acercó de nuevo a Chiara y le dejó el papel en la mano. -Te estaré esperando. -Violeta se acercó a la ojiverde y rozó sus labios para después acabar dejando un beso en la comisura de Chiara.

***

Una semana había pasado desde ese momento. Una semana desde que Chiara estuvo a punto de besarla. No habían podido pasar mucho tiempo juntas ya que Lola tenía muchísimo trabajo en la cafetería y, además, castigó a Violeta por llegar tarde y ahora tenía que echar más horas. Los únicos momentos que se habían podido ver había sido cada vez que Chiara iba a la cafetería con Ruslana y Martin o cuando iba a tocar a la plaza.

Chiara se limitaba a verla atender a los clientes y intentaba cruzar el máximo número de palabras con ella, pero con la llegada de los primeros turistas, todo Ciutadella estaba a reventar de gente. Empezaba a ganar mucho más dinero en sus conciertos callejeros. Dinero que se gastaba en la cafetería en la que pasaba horas y horas.

No solo quedaban Chiara, Ruslana y Martin, si no que había veces que Denna, Juanjo, Naiara o Salma se les unían. Además, las pocas veces que iba sola, Violeta le hacía sentarse en su sillón de la lectura para que pudiera disfrutar de un libro siempre y cuando la pelirroja no pudiera darle conversación.

Cuando no se veían en la cafetería, se pasaban hablando por mensajes casi todo el día. Chiara había descubierto que no solo es una chica preciosa sino que además amaba el arte, tenía el grado de periodismo y amaba la música casi tanto como ella. Se pasaban el día hablando de sus canciones favoritas y Chiara le había prometido en varias ocasiones de enseñárselas en el piano.

Chiara acababa de salir de la casa de Olivia con la guitarra en la mano. Entró en la suya y dejó la guitarra sobre el sofá para después revisar su móvil.

~✨Marruski ✨ ~

Rusli ❤️: Naiara acaba de hablarme para decirme que van mañana a la playa a pasar el día.