SMALL REIGNS

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Acomodo un poco sus ropas, limpio sus regordetas mejillas y su respingona nariz sonrosada.

Acomodando su moño de tartán camino por los pasillos, mentalizado que en unas horas saldría de casería junto con sus hermanos. No salía del palacio por órdenes de su madre, ya que era muy pequeño.

Saliendo muy recurrente en el gran jardín de rosales, un jardín repleto de las más bellas rosas blancas y puras.

En su camino hacia aquel dichoso jardín, se topó con una condesa de cabellos rojos casi naranjos, al mirarla le sonrió como solo el podía hacerlo.

Era Madame Tracy, una mujer mayor que cuido de el los primeros meses, ya que su madre estaba demaciado ocupada en esos tiempos.

- Es un gusto verte por aquí mi dulce niño_ dijo con un tono maternal la amable mujer, a lo cual Zira fue trotando junto a ella, dirigiéndose así hacia su jardín favorito en compañía de su nana.

- Me hicieron saber lo de esta mañana, Gabriel aún no sabe lo que dice_ dijo con amabilidad, mirando atentamente a la pequeña figura a su costado, la cuál jugaba con sus dedos nerviosamente.

- Oh, no es nada. Tal vez y solo diga la verdad..._ Azira no era muy bueno controlandose, eso lo sabían todos, por eso el estar al tanto del pequeño. Pero eso no quería decir que siempre lo fuera, es un niño listo y adorable, eso le decían siempre que aparecía por los pasillos o en la cocina, ya que gustaba de ayudar a los sirvientes. Y a ellos no les molestaba en nada, siempre le agradecían con algún postre o dulce, aunque el siempre se negara a recibir algo a cambio siempre terminaba cediendo.

Llegando finalmente al jardín, después de una animada charla llena de risas de promedio.

Zira salió disparado hacia el laberinto de matorrales de rosas blancas, a lo que madame Tracy lo miro con una sonrisa mientras escuchaba la alegre vocecita del pequeño, era un encanto sin lugar a dudas ,tal como su madre.

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- Anthony!!_ se escuchó aquella vocesilla resonar por los oscuros pasillos, una pequeña de cabellos revoltosos y azabaches corría por los grandes pasillos grises en busca de su hermano.

- Anthony!_ grito furiosa dicho nombre perteneciente a su bobo y pelirrojo hermano.

El cual se encontraba fuera con su padre, paseaban por el jardín de la casona, no decían ni una sola palabra, era una caminata silenciosa.

Anthony, o mejor dicho, Crowley, así gustaba que le llamaran, tenía sus fogosos cabellos atados en un medio moño, su vestimenta constaba de una camisa color vino con un chaleco color negro y unos botines de dicho color. Sus ojos color ámbar estaban expuestos a la tenue luz del sol, hacia un poco de fresco pero no le molestaba al estar acostumbrado.

Su padre tomo la palabra después de minutos de tener sus labios sellados.

Dejando salir su ronca y grave voz, pero dulce para su hijo.

- Anthony, que te parece sacar a pasear a la pequeña mosquita al bosque?_ pregunto dirigiendo su mirar a su hijo, el cuál levantó la mirada por unos segundos para nuevamente bajarla. Causando que su sonrisa se borrara por completo.

- Si quieres que dejemos el palacio por momentos para tus reuniones puedes decirnolo padre_ dijo Anthony con voz silenciosa, sabía que su padre no gustaba de que sus hijos supieran sobre temas del reino ya que no quería abrumarlo con tal tema.

- Pero está bien, de hecho quería ir para mostrarle a Belz sobre la flor que te mostré el dia anterior!_ dijo el pequeño con determinación completa, lo cual regreso la sonrisa a su padre, el cuál río un poco al escuchar la emoción de su hijo.