SMALL REIGNS

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Cualquier error ortográfico mil disculpas, las arreglaré en cuanto se me sea posible y espero sigan disfrutando de esto :]

Cruzaron por el pequeño y no muy profundo río, reían cruzando por pequeñas piedras que sobresalían del agua, jugando llegaron hasta el otro lado.

Ya un poco más serios Belz y Crowley sacaron del bolso del pelirrojo niño dos pequeñas dagas.

Al estar fuertemente enpuñadas bajaron lenta y cuidadosamente la ladera, agarrándose de los troncos para no irse de largo.

Crowley al ir al frente, distinguió una pequeña mancha blanca, empuño fuertemente su daga, poniendo una mano por detrás de su espalda para que Belz se quedará ahí.

Ella acepto, un poco asustada por la pequeña silueta blanquecina.

Lo más seguro es que fuera un extranjero, ya que en el reino no se acostumbra usar ropajes blancos, el pelirrojo soltó un gruñido y sobresalieron sus caninos al distinguir bien dichas vestimentas.

Ya al estar más cerca se escondió detrás del tronco de un árbol, silencioso y con el ceño fruncido junto con violentos ojos amarillos se asomó para lograr ver de quién se trataba.

Le sorprendió ver a un niño.

Más bajito, como de la estatura de Belz o hasta un poco más alto o si no más pequeño, observó como este intentaba sacarse el botin de su pie izquierdo con una mueca evidente de dolor junto con lágrimas rodeando sus mejillas sonrosadas.

Volteó hacia atrás, incrédulo, viendo como Belz igualmente se escondía y asomaba su cabeza entre un tronco.

Mirando expectante a dicho y curioso niño a unos metros de ellos, le hizo señas de que si estaba viendo lo mismo que el, a lo que ella respondió con molestia que si, como si no pudiera verlo con tremendo reflejo que emanaba.

Parecía un ángel, caído, lo cual tenía un poco de razón sobre la palabra caído.

Rió de su propio pensamiento, ahogando su risa abrupto.

Ya que vio como el niño dirigía asustado su mirada azulada a su dirección.

Reaccionando rápidamente volvió a esconderse, había asustado al niño. El cual retrocedió aún en el suelo, ensuciando aún más sus ropajes blancos.

Su hermana, detrás de él se dio una palmada en la frente, no creía que su hermano fuera tan estupido.

Por suerte para ambos, Azira era demaciado despistado para no a ver notado la presencia del pelirojo, los hermanos se miraron entre si un poco confundidos por lo realmente cegotas que era aquel niño albino, regresaron su atención al frente al escuchar un quejido.

Belz pareció anciosa y le hizo una seña a su hermano de que se fueran si no querían ser regalados a un pueblerino por su propio padre al ayudar a alguien del bando contrario.

Belz se quedó pensativa por un momento y dudó, por alguna extraña razón lo pensó!.

A lo que Crowley la miro incrédulo, desde cuándo su hermana se preocupada por alguien que no fuera familia?, no era natural en ella.

La miro furioso, a lo que la azabache le regreso la mueca. Estaban indecisos.

A ambos les nacía la corazonada de ayudar, pero sabían que se meterían en problemas ya que los chismes fluyen como el agua en el reino de Gehenna, ojos por todos lados.

Chismes que llegarían a su padre tarde que temprano y no querían eso, o los esperaría un gran sermón en casa.

Ambos se miraron nuevamente, como si hablaran telepáticamente, decidieron ayudar.