SMALL REIGNS

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Me encanta saber que a algunas personitas les gusta está historia y es hermoso.

Espero y este capítulo sea de total agrado, agradezco el apoyo y que sigan disfrutando :']

Miraba atentamente por la ventana del Bentley, sus ojos, ahora cubiertos por unas gafas negras, miraban por todos lados.

Los blancos tan puros de aquel reino le dañaban la vista, era demasiado para su gusto. Su padre Lucifer iba junto con el y su hermana, la cuál aún se sentía culpable por lo de anoche, aunque Crowley le había dicho que no era nada.

- Quiero que se comporten y no hagan ninguna pregunta ofensiva o grosera, esto va para ti Belz_ dijo Lucifer mirando a su nena, la cuál solo hizo un puchero.

Crowley solo soltó una risa en burla de su hermana. La cuál vestía un traje negro, no masculino, era un traje completo con una pajarita y un lazo color rojo atado en la parte del cuello de la camisa, junto con unos botines negros con un poco de tacón.

- Y tu Anthony J. Crowley!, Trata de verte lo más presentable posible diablillo desobediente_ dijo con molestia en su voz, mientras arreglaba aquel corbatín color vino desalineado que adornaba su traje, dicho traje de camisa color vino con un chaleco sin mangas negro y pantalón de vestir del mismo tono, haciendo juego con sus botines.

Crowley gruño al sentir como su padre apretaba más el corbatín a su cuello.

- No gruñas que no eres animal Anthony, comportarte por satanas_ sentenció con voz autoritaria aunque burlona.

Acomodando aquellas gafas obscuras sobre su nariz aguileña y pecosa.

Anthony solo siseo en respuesta.

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- Por que debo bajar? Aún me duele_ protesto Aziraphale, el cuál fue levantado a duras penas de su suave cama, era cargado por su madre como un bebé ( teniendo siete años), refunfuñaba por lo bajo. Con sus mofletes inflados como puchero al ser obligado a dejar sus sábanas.

No quería salir para nada de su habitación por qué no quería verles la cara a sus hermanos, la noche anterior había oído cómo eran regañados y castigados por su culpa.

Se sentía culpable.

Aún le dolía su pierna, demasiado para ser sinceros y su nariz respingada sangraba por ratos, pero su madre insistió ya que, según sus palabras, era importante.

Y creía en ella.

Antes de bajar había sido vestido para la ocasión, usaba un traje como los de sus hermanos, solo que el usaba shorts y unos calcetines negros con sujetadores del mismo tono.

Cómo cereza del pastel su ya característico moño ( blanco) en su cuello.

Llegaron finalmente al comedor, estaba repleto de todo tipo de delicias a sus ojos, se le hacía agua la boca.

Ahora no se arrepentía del todo, fue puesto en su lugar y la vio retirarse, supuso que ella junto con sus hermanos les darían la bienvenida a quien sea quien viniera, jugaba nervioso con sus manos mirando los postres que estaban en exhibición frente sus ojos.

Miro a su alrededor y vio que la mayoría estaba en sus asuntos, levantó su mano izquierda a punto de tomar uno de los pastelillos.

Pero su mano fue levemente golpeada y la retiro rápidamente, viendo al responsable, este siendo Gabriel.

- Pensé que estabas afuera con mamá..._ murmuro tímidamente viendo a su hermano con molestia, le había dolido el manotazo, sobo su mano ,el castaño solo giro sus ojos violetas y soltó un bufido.