Our Secret Moments In a Crowded Room

Chapter 8

I wish I was special

Chiara's pov

Luego de que finalizara la clase, violeta y yo nos pusimos de acuerdo en la división de letra, y quedamos en vernos a las cuatro, luego de finalizar las clases. Con la propuesta de Abril, optamos por aprovechar al máximo el día, así que ni bien nos liberabamos, iríamos a ensayar.

La verdad me encontraba muy nerviosa, no voy a mentir, pero no por tener que cantar, más bien por solo imaginarme dentro de aquel salón, a solas con violeta. Con solo pensarlo, mi piel se erizaba, no sé si tomarlo como algo bueno o como algo malo.

Indi- Al fin te cruzo.- Comentó asustandome un poco.

-Jo indi, me has asustado.- Dije para luego abrazarla.- ¿Cómo te ha ido?.- Pregunté sin soltarme de aquel abrazo.

Indi- Muy bien la verdad, nada nuevo. Los mismos compis y los mismos profes jajaja.- Comentó entre risas, y es que si, la nueva aquí era yo.- ¿Y a ti?.- Preguntó.

-Pues muy bien también, tuve clase con Manu y Abril. Es más, ya tengo canción que presentar.- Dije soltandonos finalmente.

Indi- Ole, pues muy bien chia, con quien te toca?.- Inmediatamente supe que no iba a lograr zafarme de aquella charla pendiente.

-Me ha tocado con Violeta Hódar. - Dije en un tono muy bajo, casi imposible de oír.

Indi- ¿Quién? Habla más fuerte tía.- Comentó sin entender nada.

-Con Violeta, me ha tocado con Violeta Hódar.- Dije finalmente, en un tono de voz más alto.

Indi- ¿De verdad? Que afortunada eres eh, moriría por cantar con ella.- ¿De qué me perdí?

-¿La conoces.- Pregunté muy confundida.

Indi- Obvio, que pregunta es esa? ¿No sabes que fue el mejor promedio durante 3 años consecutivos? Sin contar que su actuación de fin de año fue una de las mejores, teniendo el privilegio de grabarla y publicarla.- Comentó asombrada, y a su vez, con un tono de admiración.

-Buah, pues no sabía nada de eso, que fuerte.- Dije sin creerlo, y es que de verdad no lo sabía, no cambia absolutamente nada, pero que fuerte saber que es de las mejores y que está cumpliendo su sueño.

Indi- ¿Y eso?.- Comentó sacándome de mis pensamientos.

-¿Qué?.- Pregunté sin entender.

Indi- Esa mirada perdida, como buscando respuestas, metida en tus propios pensamientos, en tu propio mundo.- ¿Será porque tengo tdah?.

-No, nada, estaba simplemente disociando.- Finalicé aquello, comenzando a caminar en busca de mi taquilla.

Amablemente, Índigo me acompañó en mi recorrido, manteniendo un total silencio, el cual no era para nada incómodo, más bien todo lo contrario. Al llegar, comencé a guardar mis cosas, cuando quise voltear a ver a Indi, detrás de ella noto como aquella melena rojiza se hace presente. Estaba de espaldas conversando con otra chica. No sé de qué hablaban pero se notaba bastante cabreada, ya que luego de aquella conversación, cerró fuerte la taquilla, volteando hacia mí, quién muy disimuladamente la estaba mirando. Nuestros ojos se encontraron, y dentro mío explotó algo. No sé de qué se trataba, pero por mi cuerpo pasaba una corriente qué me dejaba sin palabras. Todo lo negativo hacia ella, se esfumaba, era como si por mis venas, en vez de circular sangre, circulaba electricidad, mezclada con algo de miedo, nervios y ¿amor?. No, definitivamente no.

Indi- Oye.- Dijo tocando mi brazo, desconectandome de aquel intenso momento.- ¿Qué te pasa? Andas muy distraída hoy, más de lo habitual.- Comentó preocupada.

-No nada, simplemente son muchas cosas nuevas que asimilar.- Mentí.

Indi- Vale, me quedo más tranquila.- Dijo sonriéndome.

Inmediatamente la abracé y no noté que Violeta seguía allí hasta que me sentí observada, y al levantar la mirada, la ví recostada sobre su taquilla, mirándome fijamente, y con su rostro demasiado serio.

Martin- ¿Cómo estais amores?.- Dijo sonriendo, para luego unirse al abrazo.- ¿Cómo os está yendo?.- Preguntó

-Pues muy bien, demasiado diría.....- Y no pude terminar que Indi me Interrumpió.

Indi- Pues claro, si ya el primer día te toca cantar con Violeta Hódar, que más quieres, no?.- Comentó riéndose., y quien quería reír era yo, por la cara de susto que había puesto Martin.

Martin- ¿Qué dices, es coña verdad?.- Preguntó sin poder creerlo.

-Pues va a ser que no. - Dije riéndo

Martin- Ya le has....- Lo interrumpí tapándole la boca de manera muy poco discreta.

Indi- ¿Que os pasa?.- Dijo sin entender absolutamente nada, y es que claro, la entiendo perfectamente.

Martin- Nada, a esta se le olvida que es lesbiana y se hace le hetero conmigo.- Comentó entre risas

-Es que tu sacas mi lado salvaje, guapo.- Dije tirandole un beso. Los tres comenzamos a reír, y todo terminó por el timbre que comenzó a sonar.

Indi- Hostias, pues muy corto el recreito para mi gusto eh.- Dijo indignada.- Jo, encima debo ir a historia musical, que pereza. ¿A vosotros que os toca?.

Martin- Pues a mí me toca lenguaje musical, pero tampoco me apetece.- Dijo con su característico gesto de "asco".

-La verdad ni idea, dejen que veo y os digo.- Saqué mi libreta con horarios, y leí.- Pues tengo clase con Victoria Gómez. ¿Qué clase da?.- Pregunté

Indi- Ostias Chiara, que puta suerte, cantas con Hódar y ahora clase con la Vicky, ojalá ser tú.- Rió.

Martin- Que buen día para ti, por ser lesbiana y rodearte de las más hermosas mujeres.- Dijo riéndose.- Ahora te toca disfrutar de una clase de baile, con una de las profesoras más bonitas y ardientes de toda España, ole.- Terminó pronunciando, para luego tomar sus cosas e irse, ya que no quería llegar tarde.

Pues va a ser que si era mi día de suerte. Al llegar a clase, no podía creer la belleza de aquella mujer, lo dicho por Martin se queda totalmente corto. Era la combinación perfecta entre sutileza, feminidad, belleza y sensualidad. Joder con Vicky.

Sinceramente no sabía que podía bailar, siempre me creí de madera, pero la forma en la que Vicky me sacó this crazy side, me encantó. Debo admitir que fue una de las mejores clases, su manera de hablarme y explicarme, fueron excelentes, ella supo como abordar mi inseguridad respecto a la danza y logró que pueda soltarme.

Luego de dos duras horas de clase, y un almuerzo de por medio, finalmente era hora de enfrentarme a mí y a mi pesadilla, era hora de ver a Violeta.