Don't Ask
Chiara's pov
¿Y eso que ha sido? ¿Por qué tuve que abrazarla? ¿Por qué tiene que ser tan linda conmigo?
Violeta- ¿Estás bien?.- Preguntó tímida luego de zafarse de mis brazos.
-Sí, disculpa- Mentí.- Ya es tarde debería irme.- Comenté para desviar la conversación.
Violeta- No te disculpes, no has hecho nada malo.- Sonrío.- Vale, quieres que te acompañe?.- Preguntó amablemente.
-No.- Llegué a decir rápidamente.- O sea, te lo agradezco, pero ya he quedado con mi madre, lo siento, y gracias por la intención.- Corregí rápidamente al ver sorpresa en su rostro, luego de mi respuesta.
Violeta- Vale, no hay de qué.- Dijo sonriente.- Si no te molesta puedo llamarte así me queda tu número y a ti él mío? Para mantenernos en contacto y poder organizarnos con la canción.- Comentó sonriendo.
-Vale.- Dije tomando el móvil.- Marca el tuyo y te agrego.
Violeta cogió mi móvil y marcó su número. Apenas comenzó a sonar el suyo, colgó.
Martin- Joder tía, hace media hora estamos esperándote.- Apareció en medio de la sala, dándonos el susto de nuestras vidas.- Uy, perdon, no quería asustaros.- Dijo apenado.
-No hay problema, vamos.- Agradecía su aparición, ya que no sabía cómo irme de allí. Tomé mis cosas y me dispuse a irme, no sin antes saludar, por educación obviamente.-Hasta luego Violeta, nos vemos mañana supongo.- Dije dándole un beso en la mejilla, para luego partir con Martin.
Él era de las únicas personas que sabían de mi historia con ella, y de todo lo que había pasado, por esto es que de regreso a casa solo optó por callar y acompañar las conversaciones de mi madre respecto al clima y los precios de mercado.
Al llegar a la casa de Martin, bajó del coche, no sin antes saludarnos y susurrarme un "hablaremos luego". Yo simplemente suspiré y asentí como respuesta. Lo que restaba de camino a casa, mi madre comenzó con el interrogatorio tan común de ella, y ese que tanto extrañaba. "¿Qué tal el día?" "¿Cómo te trataron?" "¿Son majos?" "¿Los profes que tal?", etc. Obvio respondí todas y cada una de ellas, aunque evitando detalles no tan menores,como la presencia de Violeta.
Una vez llegamos a casa, con mis padres y mis hermanos, nos fuimos de compras, y aprovechamos para ir a cenar. Agradezco que se les haya ocurrido aquello, ya que cenamos pizza en una de mis pizzerias favoritas. Por suerte, al haber estado el resto del día "ocupada", no pensé mucho en lo que había ocurrido en el día, ni en Violeta, ni en la conversación pendiente con Indi.
Luego de cenar, y tomarnos unos helados, volvimos a casa. Ya era algo tarde, y mañana debía volver a clase, así que no dudé en ir a ducharme para luego poder irme a dormir. Al salir de la ducha, siento vibrar el móvil. Lo primero que pensé fue que Martin buscaba respuestas a lo de hoy, así qué de mala gana lo cogí. Al prender aquella pantalla, mi corazón comenzó a latir demasiado fuerte, la piel se me erizó y un frío comenzó a recorrer mi espalda. Era violeta.
Era un mensaje tan simple, pero que no sé por qué, me generaba muchísimas cosas. No lo dudé y respondí de la manera más simple posible.
"Chiara: Hola, gracias por preocuparte, llegué perfecta 🩶."
Tan pronto como respondí, me acosté y me dormí.
Emma- ¡¡Get up baby, it's too late!!. - Me despertó mi madre, dándome el susto de la vida.- Oh, sorry.- Dijo riéndose de mí.
- Vale, ya voy.- Dije abriendo los ojos finalmente, lo cual cabe destacar, me costó muchísimo.
Vi la hora en el móvil, y efectivamente era tardísimo, tenía solo quince minutos para vestirme y desayunar, así que opté por ponerme lo primero que encontré, coger un yogurt, darles un abrazo a mis padres, e irme.
Martin- Hola amore.- Dijo mirándome desde el carro.
-Hola bohemio de mi vida.- Reí. - ¿Te molesta si lo como de camino a la uni? Es que no he llegado a desayunar.- Dije enseñándole mi yogurt de lima limón.
Martin- Come tranquila, que necesitas energía para todo el día, y además, porque no entraremos a la clase.- Inmediatamente empecé a toser, ya que me había atragantado con el yogurt.
-¿Que dices?.- Pregunté una vez que pude respirar.
Martin- Tenemos clase con el profesor Capde, pero tuvo inconvenientes y por esto es que tú y yo tendremos 2 horas libres, en las cuales me contarás absolutamente todo.- Dijo mirándome fijo, levantando una de sus cejas.
-Vale.- Finalicé.
Luego de unos minutos llegamos a recoger a las dos que faltaban, y las dejamos en la uni. Ellas quedaron en vernos a la hora del almuerzo, y nosotros simplemente optamos por ir a una de las salas de ensayo, para mantener la privacidad necesaria.
Por impulso, al llegar, tomé la guitarra y nos sentamos en el sofá. Mientras tocaba, a modo de monólogo, le iba contando cada cosa que había ocurrido, sin obviar detalles, ya que me conocía perfectamente y no era capaz de ocultarle nada. Sus caras eran un cuadro, cada reacción me hacía reír y esto lograba que me olvide de lo que le iba contando. Luego de un largo y tardío trabajo, pude terminar de contarle absolutamente todo.
Martin- Buah, cómo es que sigues viva?.- Preguntó a modo de burla.
- Que gracioso eres.- Rodé los ojos.- Sinceramente tengo miedo, no sé cómo aguantaré más tiempo sin explotar.- Me sinceré.
Martin.- Oye.- Tomó mi mano.- No tienes nada que temer chia, sé que eres fuerte y priorizarás tu sueño con la música, además sabes controlarte mejor que nadie.- Dijo sonriendo.- No te me vengas abajo, era obvio que te iba a costar, además tuviste la mala suerte de no solo compartir clase, sino que debes "estudiar" y "ensayar" con ella.- Dijo haciendo énfasis en aquellas dos palabras, guiñandome un ojo.
-¿Eres tonto?.- Me reí.- Cállate por favor.- Dije dándole un leve puñetazo en el hombro.
Martin- Claro, a ti se te caen las bragas de solo nombrarla, y el tonto soy yo.- Simuló estar enfadado.
-Pues claro, si insinúas cosas que no son.- Le dije con toda la razón del mundo.
Martin- Ah pero no me has negado lo de las bragas eh.- Se echó a reír.
-Sabes, igual hay algo que no me cuadra.- Cambié de tema.
Martin- ¿Que sucede?.- Preguntó realmente al notar mi rostro confundido.
-Ella realmente no me recuerda, cómo es posible eso?.- Dije con algo de duda mirándolo, e inmediatamente noté como su piel se iba tornando cada vez más blanca, y como su rostro delataba incomodidad y sorpresa.- Ah claro, ya lo sabías.- Comenté indignada, y decepcionada.
Martin- Chiara.- Dijo acercándose a mí. No lo dejé terminar, me levanté y salí de aquella sala.
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Our Secret Moments In a Crowded Room
FanfictionEl destino a veces puede ser cruel, y otras veces puede ser más que hermoso, dándonos las herramientas necesarias para encontrarle respuestas a todas esas preguntas que nos hacemos e hicimos. Aunque hay veces que así y todo, no logramos descifrar el...