¿Es ella?
Luego de haber escuchado aquellos gritos de sorpresa, Chiara se encontraba finalmente en medio de un gran abrazo lleno de emoción, llanto, risas y amor. Ruslana, Índigo y Martin se encargaron de llenarla de cariño por un buen tiempo, aunque fingieron haber estado enojados por no haberles dicho de su regreso.
Estuvieron un buen tiempo sin creer que realmente su amiga se encontraba allí con ellos, tanto así que cuando quisieron hablar de sus cosas, Emma los llamó para cenar.
Emma - Bueno, ya que estamos... ¿Por qué no nos cuentas si tienes alguna enamorada?- Preguntó con un tono picaresco, intentando avergonzar a su hija, quien no dudó en rodar sus ojos y echarse a reír.
Chiara- Pues, sinceramente no existe tal.- Terminó de decir, sonrojandose. No terminó de pronunciomar sus palabras, que ya sus tres amigos habían estallado de la risa.
Martin- Claro tía, y a mi me molan las chicas.- Dijo para luego mirar traviesamente a su amiga.
Rus- Pues no te lo crees ni tú ki.
Claramente sus amigos sabían que era verdad aquello, pero sabían de alguien que si le interesaba a Chiara, pero esta no iba a admitirlo.
Indi- Ah vale, que recién me entero que te molan las tías, gracias por informarme eh!- Comentó con un tono de indignación, ya que pese a sus sospechas, ni Chiara ,ni Rus, ni Martin, le habían dicho sobre aquello. Obviamente no le importaba, pero había quedado como ridícula al haberle preguntado varias veces por algún que otro hombre.- Ahora entiendo por qué siempre hacías cara de asco cuando te mostraba fotos de algún tío.- Terminó de decir entre risas.
Rus- Y pero es que no te enteras hija mía, si la ves y es la mismísima Emily Dickinson, se le sale el lesbianismo por los poros.- Inmediatamente Chiara quedó sorpresivamente igual a un tomate, y fue ahí cuando todos en la mesa estallaron de la risa. Sin embargo, Josep optó por cambiar el tema de conversación, ya que no quería que sigan molestando a su hija, y el famoso "amor secreto" quedó totalmente de lado.
Pasadas las 23:00, finalmente sus tres amigos, decidieron irse, ya que al igual que ella, al otro día tenían el primer día de la uni, y no les quedaba otra que dormirse temprano.
Indi- Nos quedó una charla pendiente eh.- Le susurró al oído luego del abrazo de despedida, y Chiara no hizo más que suspirar y asentir, sabiendo que no le quedaba otra que hablar con su amiga.
Chiara- ¡¡Hasta luego baby's!!- Dijo saludando a sus amigos, para luego cerrar la puerta e irse a dormir, ya que le esperaba un durisimo día, y no tenia ni idea de la montaña rusa de emociones que experimentaría.
A la mañana siguiente, Chiara amaneció con un dolor de cabeza raro en ella, pero sin embargo, decidió dejarlo pasar y seguir su día. Arrancó su mañana, desayunando un yogurt con cereales, una manzana y un zumo de naranja, el cual no terminó y decidió llevárselo a clase.
Como no tenía licencia de conducir, tuvo que esperar a que su amigo Martin la recoja, quien sorpresivamente llegó aún más temprabo de lo esperado.
Ambos se conocían de toda la vida prácticamente, al igual que con Rus. Los tres iniciaron la primaria a la vez, y desde entonces eran inseparables. Vivieron muchísimo juntos, y sufrieron aún más la despedida de Chiara, pero su amistad era mucho más grande que tal distancia, y así fue como resistieron, estando hoy finalmente juntos. La historia sobre su primer encuentro, es muy graciosa y más adelante lo sabrán, pero un buen dato es contarles que Martin no tenía bigote OMG.
Martin- Tía ¿vas a subir o te vas a quedar ahí parada?.- Dijo entre risas, ya que Chiara se había quedado justamente parada frente al coche, sumergida en sus pensamientos.
Chiara- Si, perdón. Estaba...- Dijo de manera dubitativa.
Martin- ¿Pensando en ella?- Interrumpió, molestando a su amiga.
Chiara- Claro que no, que dices?.- Terminó pronunciando indignada, cerrando la puerta del auto.
Martin- Sabes que tarde o temprano deberás contarle, ¿no?.- Comentó abrazándola.
Chiara- Vale, pero es que no quiero asustarla, y creo que todavía no es necesario, no me agobies porfa.- Pidió amablemente.
Martin- Okey, pon algo de música y disfrutemos del viaje, va?.- Dijo sonriéndole, para luego tirarle un beso al aire.
Luego de esa breve charla, partieron rumbo a la uni, con Reneé Rapp de fondo. De más está decir que ambos compartían gustos musicales y que más de una vez, sus planes de viernes por la noche, se trataba ni mas ni menos que reunirse a comer palomitas y dulces, viendo los conciertos de Britney Spears, Taylor Swift, Lady Gaga, Ariana Grande, entre otros, para luego hacer karaoke.
En medio de un carpool karaoke, Chiara y Martin, por fin habían llegado a la casa de Rus, quien hacía más de quince minutos que estaba esperándolos, pero desgraciadamente para ella, estos dos optaban por frenar en las esquinas, para cantar dignamente las canciones que sonaban por la radio. Indi también se encontraba allí, ya que vivía solo a dos casas de Rus.
Afortunadamente, los cuatro habían entrado a la misma universidad, y esto se debe a que les apasionaba la música de igual manera, no había ni un segundo en el que no mencionaran la música, no canten o no toquen algún instrumento. Aunque debo admitir, que a diferencia del resto, y pese al talento de todos, Chiara era una prodigio musical indiscutible, tenía ese no se qué que la diferenciaba, que la hacía ser tan única y especial, pero ella no se lo creía y si le preguntaban, te lo negaba.
Chiara's Pov
Muy a lo lejos, logro ver como una chica pelirroja sale de su casa. Al principio quedé extasiada por ver la belleza de la misma, entrando en un trance del cual no podía, ni quería salir. No sabía que era lo que me tenia asi, pero es que al rededor de aquella chica, habia un aura mágico, una luz que cegaba. Existía tal magnetismo que te dificultaba el quitarle la mirada. No entendía por qué mis amigos me miraban raro, ni por qué Martin abría tanto los ojos, yo simplemente los ignoré y seguí apreciando la vista.
Era no muy alta, de cabello rojizo, vestía con un pantalón de jean ancho, un top blanco y una chaqueta en conjunto con el jean. No podía apreciarle la cara, pero algo podía afirmar, y era que su boca pintada de rojo, era lo más apetecible del mundo, esos labios me llamaban muchísimo la atención. No me di cuenta del tiempo que llevaba mirándola, hasta por inercia se volteó hacia mí, y ahí la vi. En ese preciso momento, mi cuerpo se congeló, el frio subia por mi espalda y mi estomago dolía como nunca. Al verla supe que efectivamente era ella.
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Our Secret Moments In a Crowded Room
Fiksi PenggemarEl destino a veces puede ser cruel, y otras veces puede ser más que hermoso, dándonos las herramientas necesarias para encontrarle respuestas a todas esas preguntas que nos hacemos e hicimos. Aunque hay veces que así y todo, no logramos descifrar el...