¿Te conozco?
Violeta's pov
Era la mañana del lunes, cuando oigo muy a lo lejos un sonido peculiar. No entendía de dónde provenía, yo estaba cantando con mi novia, Natalia Lacunza. De la nada abre su boca y empieza a sonar una canción que en mi vida escuché, hacía muchos sonidos raros, tanto que me asusté. Por un momento pensé que iba a vomitar mi cara, hasta que, por arte de magia, abro los ojos y noto que mi móvil no dejaba de sonar, era mi alarma. Estaba tan feliz de saber que estaba con la mujer de mi vida, pero bueno volvemos a la dura realidad de la vida.
Empecé a rodar por la cama, y es que sinceramente no quería levantarme, pero era el primer día de mi último año, y debía empezarlo de la mejor manera. Si bien años anteriores los eh arrancado de no muy buena manera, este año pretendía hacerlo diferente, empezar de 0 nuevamente y progresar, sobretodo subir todas las notas finales para poder dedicarme finalmente al arte.
Desde pequeña que amo la música. A veces suelo sentarme a recordar momentos con mis padres, donde la música siempre era protagonista. Recuerdo que gracias a ellos fue que entendí que esto era lo mío, que me apasionaba y que quería dedicarme a esto, ser música. Ellos siempre fueron mi motor, mi cable a tierra, mi todo. No existe día en que no los piense, como tampoco existe día en el que no cante nuestra canción.
Me sumergí tanto en mis pensamientos que sin darme cuenta ya se me hacía tarde, así que debía ducharme y salir. Por eso es que tomé una rápida ducha, me maquillé, aunque no mucho, decidí pintar mis labios de un rojo intenso, algo de base y un sutil delineado de ojos, luego cogí una manzana y salí, ya que Juanjo pasaba por mí.
Clara-Ya llegó el desviado, baja.- Pronunció mi hermosa tía.
-Oye, que te dije sobre llamarlo así? Déjalo en paz, y encárgate de tus asuntos.- Dije ya un poco cabreada por la situación. Odiaba tener que convivir con ella, suficiente tenía con tener que aparentar que soy feliz como para tener que aguantar este tipo de comentarios sobre mi mejor amigo.
Clara- Pues no digo más que la verdad, yo aún no entiendo como tus padres permitieron que te juntes con esa persona.- Dijo para luego lanzarme una mirada llena de odio y rechazo. Sin embargo, luego de tantos años, aprendí a no discutir porque la que siempre termina equivocada soy yo, pese a no estarlo.
Hace 8 años que vivo con ella, y cada día es peor que el anterior. Incontables son las veces que intenté irme, pero nunca pude, ella siempre se encargó de hacermelo imposible, para colmo por su culpa perdí mi trabajo y así se me hace aún mas dificl, pero bueno, ya soy legalmente mayor y en cuanto pueda, me iré. Aunque se que va a ser difícil, pero este año iba a ser diferente, confío plenamente en que todo se dará como lo esperé.
A veces me pregunto que hice para merecer este trato, y para merecer esta vida, pero bueno, como mi padre siempre dijo, "seco lagrimas, sonrío y pa' lante".Juanjo- Hola preciosa.- Inmediatamente sonrío, y es que el tenía ese poder en mí, siempre supo sacarme una sonrisa en los peores momentos, también siempre supo brindarme ese amor, esa seguridad y ese hogar que me faltaba. No hubo llanto en el que el no estuviera presente, a distancia o juntos, pero siempre estuvo. No podía dejar de agradecerle pese a que el se enojara, pero es que verdaderamente fue y es muy importante en mi vida.
Cuando más lo necesité, el estuvo, y sus padres también, me querían como a una hija más. Juanjo y yo nos conocemos de toda la vida, ya que nuestros padres eran mejores amigos, y para su fortuna, nosotros seguimos sus pasos. Juanjo era todo para mí, gracias a él hoy estoy aquí. Él logró que pueda salir adelante, que pueda ser yo, y sobre todo, que pueda progresar e intentar mejorar. Él salvó mi vida.
Pese a que a Clara no le agradaba, él venía a casa casi todos los días, aguantandose todos los "insultos" que mi tía largaba. Ella no era muy agradable, y como hacía años Juanjo se había declarado gay, ella lo odiaba. Al principio, de niños, Clara veía "futuro" entre nosotros, es más, recuerdo que ya había hasta programado la boda. Para su desgracia, ambos terminamos "desviados" como ella dice. Así que no se le cumplió su mayor sueño, que hizo que lo odie aún más.
Sin contar que era una mujer mayor y religiosa, tenía unos ideales muy antiguos, odiaba a todo ser homosexual y eso explica un poco su trato hacia mí. Nunca aceptó que me gustasen las mujeres, pero sinceramente ya no iba a poder cambiar nada, y quiera o no,debía aceptar su rechazo.
-Hola precioso.- Dije para luego darle un beso en la mejilla.
Juanjo- Oye....-Comentó con duda. Sinceramente no presté atención a lo que me dijo, porque quise acomodar mi pantalón que se había bajado.
Estaba acomodándome cuando siento una intensa mirada puesta en mí. Al principio no quise voltear porque creí que ya iba a pasar.
Juanjo- ¡OYE! Tierra llamando a Violeta.- Dijo, para luego reírse, ya que no le había prestado atención anteriormente.
-Ay perdón, que?.- Pedí disculpas mirándolo.
Juanjo- Hay una belleza mirándote eh.- Dijo de manera picaresca, insinuando cosas que no vienen al caso.
Entonces fue ahí cuándo decidí voltear, y ahí la ví. Era una chica pelinegra de antejos, con una altura un poquito mayor a la mía. Vestía unos jeans cargo, un top blanco con un chaleco negro y el cabello suelto. No podía entender la belleza de la chica. Me perdí por completo al mirarla a los ojos. Tenía unos ojazos, que no pude descifrar el color, eran claros, como una mezcla con un verde raro, con tonos celestes. La chica iba acompañada de otras tres personas, Ruslana e Índigo, mis vecinas y un tío que siempre las acompañaba. Sin embargo, la cara de aquella me resultaba familiar, no recordaba haberla visto antes, pero algo en su rostro me hacía creer que sí.
No estuve mucho tiempo viéndola, debido a que a los segundos de conectar nuestras miradas, volteó su rostro, que extrañamente había palidecido, y sus ojos se habían abierto como dos esferas. Intenté buscar respuestas en los ojos de sus amigos, pero tampoco las encontré, ellos rapidamente subieron al coche y se fueron.
Yo no me iba a quedar atrás, e hice lo mismo, subí al auto con Juanjo. Entré en un trance, donde por mi cabeza vagaban miles de preguntas sin respuesta, no había entendido aquello, llena de dudas y preguntas, cerré la puerta y partí a clase.
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Our Secret Moments In a Crowded Room
FanfictionEl destino a veces puede ser cruel, y otras veces puede ser más que hermoso, dándonos las herramientas necesarias para encontrarle respuestas a todas esas preguntas que nos hacemos e hicimos. Aunque hay veces que así y todo, no logramos descifrar el...