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"Entiende que yo sigo extrañándote, a cada instante, en todo momento"
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Alyssa se encontraba en la ducha, queria estar presentable para su esposo luego de terminar con las tareas de su hogar, su hija estaba jugando con sus muñecas y Bam, el pequeño doberman que su padre le habia regalado.
La fémina soltó un gemido de satisfacción al sentir como el agua caliente caía sobre ella, era algo que la hacia sentir relajada. Al terminar de bañarse, tomó la toalla que estaba colgada a lado del lavado y cubrir su cuerpo mientras que tomaba otra para poder secarse el cabello.
Tomó el vestido negro que queria ponerse ese dia, hoy era el quinto aniversario de casados con Jungkook. Lo amaba tanto, su esposo era tan atractivo y sexy, que sentía irreal todos estos años que llevaba con él, pero sabía que era un amor tan puro como nunca imaginó, más aún con la pequeña Aerin, una dulce niña que llegó a sus vidas hace 3 años.
Soltó un suspiro emocionada y terminó de arreglarse, hoy le habia pedido a Taehyung que viniera a cuidar a su pequeña en lo que sus padres salían a disfrutar un poco después de cenar.
[... ]
Jungkook llegó agotado del trabajo, pero al recordar que tendría una cita con su hermosa esposa, todo ese cansancio desaparecía completamente.
—¡Amor, llegué! ¿Dónde andan mis princesas?—avisó después de cerrar la puerta y poner las rosas que habia comprado para Alyssa sobre la mesa junto a su teléfono.
La amaba demasiado, era una mujer extraordinaria, nunca imaginó tener una esposa tan hermosa, era la envidia de sus amigos. Desde el momeno que conoció a aquella chica en el antro, quedó encantando, sin imaginar que pronto seria su esposa y madre de su hija.
—¡Aquí estamos!
Alyssa apareció con su linda hija, el pelinegro no pudo evitar verla, y como no, si ese vestido negro que traía le quedaba demasiado bien, resaltando su figura, ni hablar de sus pechos grandes y ese trasero redondo que él gustaba apretar cuando lo montaba.
