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No sabía cómo entablar realmente su sentimiento a flote, su prometido Carlo había fallecido y sentía que de alguna manera ella tenía la culpa, por qué no estuvo con el... no le permitieron si quiera ver su cadaver.
Tal vez con su conocimiento médico lo hubiera cuidado, no lo podía superar, apesar de que habían pasado meses de eso.
Esta frunció su ceño y se mantenía con las lágrimas corriendo por sus mejillas, su suegro Giuseppe le había pedido que reparará a una marioneta que había estado fallado últimamente, no reaccionaba, se mantenía estático y no funcionaba.
Colocó sus lentes y el chocar de las herramientas resonaba en el taller mientras que su cabello rojo mal atado se movía ligeramente por los movimientos de cabeza al verificar si el núcleo de este estaba siendo la raíz del problema.
Sorbió su nariz y seco sus lágrimas nuevamente, se dio la vuelta para buscar un desarmador plano agachándose.
De forma casi inexplicable aquel títere negro grande que hace algunos momentos ella había estado reparando abrió sus párpados de madera, dejando ver sus iris rojos y descontrolados buscando alguna vida para desvivirla.
Sus vidrios oculares la enfocaron en la hermosa pelirroja incada buscando en una caja de metal, al ubicarla, busco en atacarla por detrás.
El ladrido de un cachorro Mini Poodle cruzado con Schnauzer color miel la hizo reaccionar se volteó su mirada sonriendo suavemente.
——¿Qué sucede Milú?—— al ver qué el cachorro ladraba detrás de ella, se volteó y vio a la enorme marioneta querer atacarla, por poco lo esquivo, llevándose un sarpaso en su brazo izquierdo que la hizo gemir fuertemente y correr hacia su perro y sostenerlo en brazos.
Se arrodilló y guardaba a su mascota en su pecho, donde el pequeño ladraba de forma aguda por su anatomía enana, está fruncio su ceño y volvió a esquivar otro golpe.
——¡No te muevas!—— dio la órden a la marioneta de quedarse estático
La enorme marioneta estaba perdiendo el control, la joven se dedicó a colocar a su mascota lejos y sostenia una pinza grande en sus manos.
——¡Acata las órdenes de un humano!—— ahora volvió de nuevo, propinandole un golpe de respuesta que la joven logró contrarrestar y con fuerza impulsando su cuerpo para devolvérselo, lo logro.
A pesar de que ella no sabía mucho de defensa, sin ayuda podía defenderse muy bien, de algo sirvió lo que su prometido —afisionado con ser un acechador— le había enseñado.
Logró darle un buen golpe en la cabeza que lo hizo desorientarse, aprovecho para darle una buena serie de golpes y dejarlo con poca energía.
Al parecer se enojó, la atacó haciendo que su enorme físico se volviera rojizo en destellos, no entendió y decidió contrarrestarlo, mala idea, su fuerza era en definitiva mayor, la hizo caer al suelo y recibir el golpe, la hizo casi perder el conocimiento, agitó su cabeza en busca de establecer su mente.
Su cachorro intento defenderla, mordiendo inútilmente la pierna metálica del títere la hizo abrir sus ojos y parándose logrando golpear su lóbulo frontal y despegando su cabeza de su cuerpo, rendida soltó la herramienta y agarró a su cachorro en brazos y huir.
Su sangre escurría por su frente y se dedicó a observar a los lados en busca de ayuda, sino fuera por qué escucho gritos fuera de su taller en el ayuntamiento de Krat, las personas huían y las marionetas atacaban todo lo que se movía.
Lo único que la joven Virtanen llena de impotencia fue a huir con su perro en brazos.
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