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El hombre se encontraba sentado frente a t/n. Sus palabras fluían como un río tranquilo, contándole historias sobre Yuriko.

-Tu madre era una mujer increíble -comenzó, su voz llena de admiración y cariño.

-Era inteligente, siempre tenía una respuesta para todo. Y era tan ágil, podía hacer malabares con múltiples tareas a la vez sin perder el ritmo -Sus ojos brillaban al recordarla, cada palabra que pronunciaba estaba llena de amor y respeto.

T/n, por otro lado, estaba sorprendida. Nunca había escuchado hablar de su madre de esa manera. Sus ojos estaban abiertos de par en par, su boca ligeramente abierta mientras escuchaba atentamente cada palabra que decía el hombre.

-De hecho -continuó el hombre -traje algunas fotos de cuando éramos niños y conforme íbamos creciendo -Sacó un pequeño paquete de fotos de su bolsillo y se las entregó a la chica.

La chica tomó las fotos con cuidado, como si fueran un tesoro precioso. Su corazón latía con anticipación mientras miraba la primera foto. Era una imagen de dos niños pequeños, sonriendo a la cámara con los ojos llenos de alegría y despreocupación. Podía sentir la felicidad que irradiaba la foto, como si pudiera transportarse a ese momento en el tiempo.

A medida que pasaba por las fotos, su sonrisa se hizo más amplia. Cada imagen contaba una historia, cada una era un pedazo de la vida que nunca había conocido. Podía sentir la calidez de esos momentos, la risa y el amor que llenaban cada foto.

La chica, aún sosteniendo las fotos, miró al hombre y dijo con una sonrisa melancólica.

-Muy lindos recuerdos -Su voz era suave, casi un susurro, como si temiera que hablar más fuerte pudiera romper la delicada burbuja de nostalgia en la que se encontraban.

-Mi madre se veía tan feliz y llena de vida en esas fotos -continuó, su mirada perdida en las imágenes de papel. Podía ver a su madre en cada una de ellas, su risa, su alegría, su amor. Recordaba los momentos que pasó con ella, los recuerdos que compartieron juntas. Cada palabra que pronunciaba estaba llena de amor y añoranza.

El hombre la miró, su rostro reflejaba una mezcla de tristeza y felicidad. Dio una leve sonrisa, un gesto de comprensión y empatía.

-Se volvió más feliz cuando conoció a tu padre -dijo con sinceridad. -No sé qué le vio a tu padre de cara amargada, pero ella era feliz a su lado.

La chica, al escuchar las palabras del hombre, sintió un nudo en la garganta. Su sonrisa se desvaneció un poco, reemplazada por una expresión de tristeza.

-Pero mi padre volvió a ser el amargado desde que mi madre falleció -dijo con un tono de voz triste.

El mayor, al ver a la chica triste, extendió su mano y suavemente desordenó su cabellera.

-No te desanimes -dijo con ternura en su voz -No creo que a tu madre le guste verte así -Sus palabras eran reconfortantes, un intento de levantar el ánimo de la chica en medio de su tristeza.

Ambos dirigieron su mirada hacia la lápida donde descansaba el nombre de la mujer .La chica asintió, su mirada fija en el nombre tallado en la piedra. Una leve sonrisa se formó en sus labios, recordando los momentos felices que compartió con su padre antes de que la tristeza se apoderara de él.

El mayor se puso de pie y la chica lo siguió, sus ojos buscando respuestas en el rostro del hombre.

-¿Aún deseas mi ayuda? -preguntó el mayor, su tono serio y decidido. La chica se quedó en silencio por un momento, sopesando las palabras del hombre en su mente. Estaba indecisa, tenía un montón de preguntas y dudas en su cabeza. ¿Era una buena idea escaparse? ¿Qué pasaría si tomaba el maquino desconocido?

Amor entre sombras (Tenjiku x T/n)🔞🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora