Capítulo 22

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Kira

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Kira

No puedo dormir desde que no tengo a mi pequeña hermanita a mi lado por lo que solo me finjo que si estoy dormida para no preocupar a Megan o a Michael aparte como confío en nadie a mi alrededor tampoco es que me permito forzarme el sueño al sentir que abren la puerta relajo mucho más mi respiración para aparentar estar sumamente dormida, a mala hora se le ocurrió a Dionisio decirle a Dione que se vaya y no dejar ningún respaldo, de la forma como estoy acostada no puedo saber quien ingresó a la habitación ya que le estoy dando la espalda a la puerta cosa que siempre me recalcaban Dioniso junto a Basil que no debía hacer, al sentir que alguien se sentó en la cama hizo que me tense un poco.

— Ni por más que te regañaba cada vez que dormías así aprendiste la lección —me trago el nudo de la garganta y sigo fingiendo que estoy dormida para saber qué más va a decir— sé que estás despierta conmigo no puedes fingir que duermes.

— Se puede saber qué haces acá —trato que mi voz suene enojada pero se que la nostalgia me acaba de vender.

— Acaso tengo prohibido venir a verte —tengo unas ganas fuertes de gritarle que si lo tiene— porque hasta donde yo sé soy el responsable de todos ustedes.

— Y como tal debes saber que estás arriesgando mucho —debo hacerle recordar el riesgo que conlleva el que él está acá— por alguien a la cual no querías llamar.

— Voltea a verme por lo que más quieras —por más que muera por hacerlo tengo que hacer entender que debe irse— hermana no hagas esto mirame te lo suplico.

— Es mejor que te vayas antes de que alguien te pueda ver —ya bastante puso en riesgo al mandar a nuestra hermana y al venir él— romper los tratados no nos conviene en absoluto por lo que te ordeno que te vayas.

A estas alturas las lagrimas fluyen solas por el dolor que me genera el tener que votar lo pero se que es lo correcto por el bien de la familia— A la mierda con eso —esa actitud la conozco y se que si me pongo de necea con Dioniso no llegaré a ningun lado— eres mi hermana, mi familia, el motor que me ayuda a terminar de salir de ese agujero negro en el que me estaba hundiendo por más que tenia a Dione, saber que a quienes le habías visto potencial no te supieron cuidar me hizo tener miedo, miedo de volver a perder a una hermana no te llamé porque no estaba listo para verte o hablarte, el que tu hayas aparecido en mi vida es, fue y será lo mejor que me ha podido pasar en mi vida.

— Tú solo me ves como un reemplazo de Dánae —se que decirle esto lo está hiriendo pero necesito que se vaya no quiero que se ponga en peligro por mí— eso lo sé porque me parezco a ella solo por eso te asustaste, por lo que te pido que te retires y regreses a Grecia donde se encuentra Dione.

Al escuchar la puerta cerrarse me permito llorar por el daño que le acabo de hacer a quien siempre va a ser mi hermano pero esa era la única forma de mantenerlo a salvo, dejó salir unos sollozos pero eso solo me pone peor porque comienzo a sentir que me estoy empezando a faltar el aire por la forma en la que estoy llorando al punto que la máquina que mide las pulsaciones empieza a emitir un sonido pero de un momento deja de hacerlo sin saber el motivo pero lo agradezco aunque en el fondo si quisiera que me den un sedante para poder dejar de llorar de la forma en la que lo estoy haciendo, me sobresalto al sentir unas manos en mi rostro y al abrirlos me puse peor al ver que no se había ido.

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