Capítulo 49

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Especial de Jacob

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Especial de Jacob

No puedo creer lo veo en las noticias me es imposible aceptar que con lo cuidadosa que es Kira no haya previsto que algo así pueda pasar, sin importarme cómo quedaron las cosas entre los dos voy a ir a verla así le guste a ella o no, incluso me vale una reverenda mierda si mi presencia va a incomodar a Marcelo ya que yo la conocí primero que él e incluso yo le salvé la vida cuando se suponía que ese era a su trabajo, pero como don tengo muchas cosas que hacer no puedo encargarme de ella mandó a que alguien la vigile y yo me ofrecí.

No voy a ocultar el hecho que si me dolió el hecho que no me recordara cuando la volví a ver pero también no voy a negar que en ese entonces mi contextura corporal era mucho más distinta que en la actualidad, cuando me gritó me afectó más de lo que me podía imaginar ya que nunca la había visto en esa faceta tan oscura cuando la conocí era una chica muy distinta no como esta ahora.

Al llegar al hospital lo primero que hago es averiguar en qué habitación se encuentra occhi stupendi <<ojitos bonito>> necesito cerciorarme que se encuentra bien y fuera de peligro para que de ese modo pueda irme del país con la conciencia tranquila solo espero que no me vuelva gritar o que no me vaya a botar, cuando llego al pasillo donde se encuentra la habitación en la que está Kira me armo de valor e ingreso sin tocar la puerta.

— Por lo visto te invoque con el pensamiento —no entiendo a que se refiere y mucho menos porque se está riendo.

— Te encuentras bien Kira —su comportamiento es muy extraño— o tienes sobredosis de opioides.

— Me duele un poco un brazo Hades —el que me diga mi sobrenombre me deja muy asombrado— pero no tengo sobredosis de nada, acaso se te olvida que odio tomar pastillas.

— Como me acabas de llamar Kira —quiero asegurarme que no aluciné con lo que acabo de escuchar.

— Te acabo de llamar Hades —lo dice con toda seguridad del mundo— o caso ese ya no es tu alias.

— Hasta donde recuerdo tu no te acordabas de quién era yo —se recuesta en la cama mientras le estoy hablando— que ha pasado para que te acuerdes de mi alias.

— Paso que Dionisio me acaba de escribir —mierda mi peor pesadilla acaba de aparecer— por lo visto sí que te acuerdas de él.

— Claro que me acuerdo —solo espero que no se acuerde de ese espectáculo qué dí— es el dueño de la casa donde nos quedamos hasta que el tipo que te intento matar desapareciera.

— Querrás decir el hermano de Dione —lo último que me faltaba era esto— mi hermana a la cual te la follaste en la sala de su mansión.

— Sabes hubiera preferido que sigas sin acordarte de mi sobrenombre —empieza a reírse como si le hubiera contado un chiste.

— Y yo hubiera preferido no ver tu polla, pero bueno no todo en la vida se nos cumple ¿cierto? —esto va a ser muy incómodo, porque tuvo que acordarse de eso.

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