Capítulo 3: Coincidencias y reencuentro.

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Aeropuerto: México, D.F📍

Altagracia aterrizó en México con una mezcla de emoción y aprehensión. El vuelo se retrasó un poco, debido a turbulencias, como una premonición de la tormenta de sentimientos que la aguardaba. Ajena a la presencia de José Luis en el mismo país, se encaminó hacia la constructora que la había convocado para la propuesta en Italia.

...

La empresa que la convoca, le ha enviado un empleado para que la recoja.

(En la sala de espera del aeropuerto)

Empleado: Doña, buenas tardes. ¿Cómo le fue en su viaje? Estoy a su disposición para lo que se le ofrezca. Mi nombre es Marcos. (Le ofrece la mano, para que se suba al coche)

Altagracia: - Tomando la mano del gentil servidor - Hubo un poco de turbulencias, Marcos, por ello fue un poco agotador el viaje. Pero, gracias a Dios, ya estoy aquí.

Marcos: Bueno, en ese caso; la llevaré directamente al hotel, para que descanse un poco. Don Leonelli me ha pedido que le diga que la reunión de asociados es a las 7 de la noche, cena en casa de los señores Vanzoni. Tiene 6 horas para descansar. -Dijo todo esto en contar de minutos y Altagracia escuchaba atentamente sin chistar, algo muy poco común en ella, pero no traía energías para alegar.

Altagracia: -Asiento sutilmente- /El cansancio que traigo es enorme y debo reponerme para conocer la ofertas del contrato/

Nos dirigimos al hotel, Marcos pide que lo ayuden con mis maletas y se va cuando quedo bien instalada y con servicio de comida en la habitación.

...

Por su parte José Luis llega acompañado de Salomé, al igual que con Altagracia, "la empresa que a él lo contrató"; también le puso a disposición un auto, solo que en éste caso, él pidió privacidad 🔏 para conducir y llegar hasta el hospedaje con su novia.

José Luis.

La sombra del pasado oscurecía mi reencuentro con mis recuerdos en éste país; en ésta ciudad. Cuatro años atrás, mi relación con todo lo que amé, había naufragado en las aguas tumultuosas de muchas diferencias, incluyendo el doloroso vínculo con mi hijo y Altagracia, mi amor.

Tengo una sensación extraña en el pecho, que no sé porqué, pero me causa inseguridad y un cierto grado de ansiedad.

Con Salomé llegamos al hotel, nuestra reserva es en la habitación 75, pasillo de 70's. Pedimos algo para comer y nos disponemos a descansar hasta que llegue la hora de ir a mí reunión de negocios.

__La constructora, un lugar donde se entrelazaban las vidas y los destinos, sería testigo del drama que se avecinaba. Altagracia y José Luis, desconociendo la coincidencia en sus viajes, se dirigieron hacia el mismo destino; México__.

México, D.F.

Narrador omnisciente: Llegada las 5 de la tarde, la alarma ⏰ despierta sonoramente a la bella dama que yacía dormida en la habitación 77 de uno de los mejores hoteles en categoría de México. Altagracia se despierta sobre saltada, pero eso no impide que rápidamente se levante e inicie el proceso para arreglarse y ponerse a la altura de lo que amerita la convocación de un nuevo negocio en puerta.

Por otro lado, José Luis ya se encontraba casi listo, solo estaba esperando un poco para que Salomé se despierte y poder despedirse de ella, sentir las buenas energías de su parte y su amor incondicional. Que no sabía el porqué, pero lo estaba necesitando demasiado.

10min después...

- Salomé se remueve entre medio de las sábanas y abre lentamente los ojos -

José Luis: Hasta que se despierta mi bella durmiente - Le proporciona un caluroso beso a su hermosa novia- ¿Descansaste, Salo?.

Salomé: - Se estira un poco - sí, mi amor, mucho más con tu compañía - bostezo-. Ya te vas, bebé?

José Luis: Sí, amor. Falta una hora -Mira el reloj- y queda un poco retirado el lugar. Deseame suerte, preciosa.

Salomé: Toda la del mundo, mi amor. Te amo, eres un duro y te va a ir genial -besos- chao, te voy a extrañar -hace pucheritos-

José Luis: Pero no me hagas esas caritas, que me estrujas el corazón. A lo que se acabe la cena regreso, va?

Salomé: Está bien. No te quito más tiempo, vetee -Lo empuja levemente y ambos sueltan una carcajada-

Mientras tanto, la doña ya se encontraba lista y estaba llamando al chofer para que la recoja.

Altagracia: Te espero abajo, muchas gracias, Marcos. -cuelga-

Se dirigió hacia el ascensor, pero justo alguien que entró lo acababa de cerrar y se dirige al mismo piso. Le tocó esperar un poco hasta que finalmente lo tomó y la recibió Marcos en la entrada del hotel, seguido de ésto se dirigió a la casa Vanzoni.

Al llegar, en la puerta se encuentra un empleado del socio Italiano, a quién le da sus datos y pasa al vestíbulo. Una vez entrada en la casa, Leonelli Vanzoni, saluda con mucho respeto y carisma a la gran doña.

Leonelli: Altagracia, querida. Que gusto recibirte en mi humilde hogar. -La estrecha en un abarazo- vamos, te presento a mi esposa.

Altagracia: Aah, gracias, es un gusto para mí que me tuvieras en cuenta para tu propuesta. -Le devuelve el abrazo-.

Ambos caminan hacia donde ya se estaba realizando la cena de negocios.

Leonelli: Te presentaré a otros socios, quienes creo estar muy bien calificados para ésta oferta.

Aparece en su campo de visión el comedor, donde sorpresivamente se da cuenta de la presencia de alguien, lo cual le cae como un baldado de agua fría que la hace palidecer.









Les quiero.💋

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⏰ Última actualización: Jun 12 ⏰

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