II.Annoying, prudes, ugly?

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Charlotte se paró frente al espejo, con el vestido extendido frente a la cama mientras se maquillaba. Era claro, sólo lápiz labial y un poco de rubor.

Su cabello estaba cepillado y recogido en un moño fácil pero prolijo, algunos cabellos enmarcaban su rostro y la complementaban enormemente, mostrando quién era. Alguien hermoso pero no fácil.

Rápidamente se puso su vestido rojo cuando su doncella personal, Selene, llama a la puerta. –Princesa, debo insistir en que se dé prisa ya que tenemos que ir al salón de Lady Danbury con Su Majestad–, llama Selena a través de la puerta.

–¡Saldré inmediatamente!– Charlotte sale corriendo, terminando el corsé del vestido, antes de admirarse en el espejo. Ella debe admitir que se veía impresionante.

Antes de aplicar más lápiz labial rojo salió de su habitación. –Wow–. Selene la mira con la boca abierta. –Gracias, Selene–. Charlotte se sonroja bajo su mirada.

–Vamos, princesa, debemos irnos–. Sir Lucas dobla la esquina corriendo, haciendo que los dos se vayan, con la boca abierta mientras mira a las jóvenes que ha jurado proteger. –Te ves bastante encantadora–. Él la felicita cuando Arthur se acerca, vistiendo un traje a juego, tenía un patrón de encaje rojo mientras que era completamente negro.

–Tu te ves elegante por una vez–. Charlotte se burla de él mientras él pone los ojos en blanco con cariño.

–Yo diría que te ves hermosa, pero la tía me enseñó a no mentir–. Él responde haciéndola soltar un grito ofendida cuando entran al carruaje.

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Su tía reina había llegado antes que ellos, lo que la hacía un poco tarde, pero no había nadie con sus carruajes. Con Arthur del brazo, salió del carruaje, ambos luciendo deslumbrantes con su vestido y traje.

Cuando entraron al baile de Lady Danbury, llamaron la atención de todos los que los rodeaban. Todos mirando a la futura Reina del reino. Parecía impresionante.

Asintiendo levemente con la cabeza hacia su gemela, ambas mantuvieron la cabeza en alto mientras se dirigían hacia su tía reina.

–Tantas flores–. Su tía comienza a hacerlo, pero se detiene cuando ve a su sobrina y a su guardaespaldas. –Lo que realmente busco es una joya, y aquí tenemos un Ruby–. Ella sonríe y abraza a su sobrina.

–Te ves exquisita, Charlie–. Le dice la Reina, haciendo aparecer una gran sonrisa en el rostro de Charlotte.

Charlotte se destacó entre todas las damas presentes, todas vestían colores pasteles pero ella se atrevió a cambiar la paleta a un rojo oscuro y apasionado.

–Y tú te ves muy guapo, Artie–. Su tía besa su mejilla, arreglándole el cabello rizado mientras los inspecciona a ambos.

–Vayan a bailar, diviértanse un poco–. La Reina le dice a su sobrino y a su sobrina al ver llegar a Lady Danbury con un invitado.

Al escuchar a su tía, ella y Arthur se unen al baile, en el centro de todos mientras la sala no podía evitar mirarlos boquiabiertos.

Cuando la música se detiene, ambos se saludan antes de salir de la pista de baile.

Arthur se va a buscar un bocadillo para Arlo mientras ella se permite ir al fondo de la habitación, observando cómo Eloise y su familia entran a la habitación, lo que hace que Charlotte la miré boquiabierta.

Observa cómo uno de los pretendientes más jóvenes intenta acercarse a Eloise, pero su hermano, Benedict, la arrastra y aparentemente y la pierde mientras camina hacia el área ajardinada. Charlotte la sigue, pareciendo justo a tiempo cuando dos caballeros la invitan a bailar, mientras ella está cerca de su amiga, Penelope Featherington.

Se da cuenta de que la postura de Eloise muestra incomodidad y no parece que le gustaría bailar con ninguno de los dos. –Disculpen caballeros, pero tengo que hablar con la señorita Bridgerton, así que, si nos disculpan–. La voz de Charlotte llama toda su atención.

Los caballeros y mujeres se inclinan ante ella, los hombres murmuran disculpas antes de alejarse, lo que hace que Eloise suspire aliviada.

–Su excelencia, ¿en qué podemos ayudarle?– pregunta Penélope, asombrada de que la princesa coronada esté hablando con ellas.

–Me gustaría pedirle su compañía, ya que parece que todas las damas aquí lo están…– Charlotte lucha por encontrar las palabras porque no quiere ser grosera.

–¿Molestos, mojigatos, feos, diabólicos?– Eloise la espera mientras Penélope la golpea en el brazo. Charlotte se ríe de ella y asiente mientras parece describirlo correctamente.

–Exactamente–. Charlotte suspira.

–Soy Charlotte, pero ustedes pueden llamarme Arlo–. Arlo extiende su mano para que se la estrechen.

–Soy Penélope–. Penélope le estrecha la mano, una sonrisa amable que Arlo supo que era genuina.

–Soy Eloise–. Eloise le estrecha la mano, haciendo que Charlotte sonriera profundamente, se sintió como si alguien le hubiera metido fuegos artificiales en el estómago y los hubiera encendido en ese momento.

–¿Hola?– Charlotte exhaló, casi como una pregunta mientras su mente estaba demasiado concentrada en Eloise estrechándole la mano.

–Gracias por salvarme. Los hombres parecen estar interesados en mí. Desafortunadamente–. Eloise gime levemente, mirando fijamente a la pista de baile a su derecha.

–Sí, lo entiendo–. Charlotte está de acuerdo, con una sonrisa grabada en su rostro. –Ambas se ven hermosas–. Charlotte los felicita a los dos, haciendo que Penélope le sonría.

–¿Princesa?–Sir Lucas grita, tratando de encontrar a la heredera, lo que hace que Arlo se agache detrás de Eloise.

–Mierda.

–¿Se está escondiendo de su guardia?– Penélope pregunta, encontrándolo bastante extraño.

–No quiero bailar–, le dice Charlotte. –Prefiero acariciar a un puercoespín que tener todos esos ojos puestos en mí–. Charlotte se aleja de Eloise una vez que Sir Lucas desaparece de su vista.

–Es bastante extraña–. Eloise señala haciendo que una sonrisa tonta aparezca en el rostro de Charlotte.

–Gracias, Bridgerton.

–¡Princesa, ahí está!– Sir Lucas gritó, acercándose a ellos, haciendo que Charlotte gima.

–¿De qué estás hablando? He estado aquí todo el tiempo– Charlotte se hace la inocente haciendo que su guardia la mire.

–Sin embargo, no la vi hace un segundo–. Él le dice, sin darse cuenta de las miradas divertidas que las mujeres le estaban disparando a Charlotte.

–Debe estar ciego con su vejez. Está bien, sirr Lucas, todos tenemos defectos– Charlotte le dice, haciendo que las chicas intenten disimular la risa mientras el guardia le lanza una mirada ofendida.

–Su hermano pide irse, se siente un poco enfermo–. Sir Lucas le dice, haciendo que Charlotte asienta, entendiendo.

–Entonces debo irme. Señorita Featherington. Adiós, Bridgerton–. Charlotte se despide con la cabeza antes de irse, regresando al castillo, sola una vez más.

Mad love - TRADUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora