Mad love - TRADUCCIÓN

XVII. Heaves falling

“Nos hemos escondido de los cielos y de venus. Cuidamos de las hadas”

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El desmalezado comienza cuando Anthony ocupa su lugar debajo del arco. Kate camina por la calle con un vestido morado con un ramo de rosas blancas y una expresión severa en su rostro.

Charlotte observa cómo Anthony mira a Kate como si fuera su novia. Kate se vuelve hacia la Reina y le presenta sus respetos antes de tomar su paso como dama de honor.

Ella y Anthony se miran a los ojos antes de girar hacia la entrada. Edwina entra con su mamá del brazo. Una sonrisa emocionada en su rostro, mientras Anthony y Kate dan una breve sonrisa.

Edwina y Lady Sharma caminan hasta el final del pasillo, inclinándose ante la Reina antes de que Lady Sharma suelte la mano de Edwina y tome asiento junto a Lady Danbury.

–Señorita Edwina, se ve preciosa–. Anthony la felicita.

–Gracias, mi lord. Me alegro de que esté satisfecho.

–Por favor, tomen asiento–, pide el arzobispo, seguido por la gente.

–Queridos hermanos, estamos reunidos aquí ante los ojos de Dios y ante esta congregación, para unir a este hombre y a esta mujer en santo matrimonio–. La voz del arzobispo hace eco, Charlotte no pudo evitar mirar a Eloise, emocionada por el día que estaba por llegar.

–Y por lo tanto, nadie debe ser una empresa, ni tomarla en sus manos, imprudentemente, a la ligera y sin sentido–. El arzobispo continúa mientras Edwina lo mira, Anthony mira a Kate, quien le devuelve la mirada.

–Para satisfacer las listas y los apetitos carnales de los hombres, como corazones brutos que no entienden... pero con reverencia, discreción y prudencia…– Charlotte termina bloqueando la voz del arzobispo mientras ella y Eloise se miran a los ojos, ambas mirándose a los ojos.

Parecía como si fueran los únicos en la habitación, el verde contrastaba con el azul. No pudieron evitar las sonrisas que se apoderaron de sus rostros, o la forma en que no se preocupaban por nadie más en la habitación.

–Mi lord–. El arzobispo intenta llamar la atención de Anthony, pero él estaba mirando a Kate. –Mi lord. Anthony se recupera, haciendo que Edwina mire detrás de ella y vea que era Kate a quien Anthony estaba mirando.

–El arzobispo quiere que repita, señor, después de él–. Le dice Edwina con voz herida.

–Sí, claro–. Anthony responde, mirando a Edwina y a Kate nuevamente.

Mientras el arzobispo va a recitar las palabras, Kate deja caer su brazalete, tanto ella como Anthony se inclinan para recogerlo de inmediato.

–Me permite–. Anthony dice, le entrega el brazalete. Ambos mirándose a los ojos. Charlotte se vuelve hacia Eloise; para ver que ella también la está mirando. La princesa le envía un guiño, demostrando que tenía razón mientras Eloise pone los ojos en blanco.

Todos los miran, sabiendo que obviamente los dos estaban enamorados el uno del otro y parece que Edwina también se da cuenta.

Se ponen de pie y regresan a sus lugares designados. Cuando Anthony va a preguntarle si estaba bien, ella grita. –¡Necesito un momento!

Ella lo mira sorprendida antes de huir, con Lady Danbury y su madre detrás de ella. Kate mira a Anthony con los ojos muy abiertos antes de seguir a su hermana.

La reina se levanta furiosa y mira a Anthony. –¿Qué pasó con mi boda?

–La novia parece haberse escapado, señora–, le dice Brimsley, afirmando lo obvio. De repente estallan los fuegos artificiales, asustando a todos.