~Hazme decir: Sabes lo que me gusta, me gusta, me gusta~
~Estoy bien por mi cuenta, pero contigo estoy en la zona~
El amor era algo que la mayoría de la gente olvidaba por la sociedad en la que vivían en el siglo XIX. Las mujeres eran vistas como pu...
Charlotte gimió ante la luz del sol que entraba por su dormitorio. Al menos estaba en casa, durmiendo tan pronto como llegaba a casa.
Anthony finalmente decidió ser un hombre y proponerle matrimonio a Edwina esa misma mañana, cuando todos se iban. Un buen adiós para Eloise, se dejaron muchas marcas, pero sabían que se escabullirían para verse.
–Su majestad, la reina quiere que asista a Aubrey Hall con ella–. Charlotte se asoma desde la cama ante la mención de la casa de los Bridgerton.
–¿Por qué me molesté siquiera en volver a casa?– Charlotte piensa en voz alta ya que ha estado yendo y viniendo mucho.
Charlotte bosteza después de su siesta antes de salir rodando de su cama y caer al suelo en medio de una neblina. Rápidamente se cepilla el cabello, colocando una corona trenzada y el resto naturalmente rizado y suelto.
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Charlotte se arregla el vestido verde de encaje y su tía entra en una de las muchas habitaciones de la casa de los Bridgerton. Edwina, Lady Danbury y Lady Sharma ya están allí.
–¿Volviste pronto?– Pregunta Eloise, haciendo que Charlotte ponga los ojos en blanco en broma.
–Obligada a... no ser arrogante.
–Entonces, ¿qué te trae de vuelta?– Le pregunta Eloise mientras Charlotte camina hacia ella en la sala de descanso.
–Mi tía quiere ayudar en su boda–. Charlotte le dice mientras empuja las piernas de Eloise fuera del sofá, permitiéndole sentarse.
Eloise, testaruda como es, apoya las piernas en el regazo de Charlotte. Charlotte se obsesionó con jugar con el vestido de Eloise mientras la muchacha más joven lee su libro.
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Charlotte lanza su espada hacia su mellizo y Arthur la refleja con la suya.
–¿Tienes algo en mente, hermana?– Él pregunta, pero ella simplemente se balancea de nuevo, buscando sus piernas pero él salta, balanceándose hacia su costado pero ella retrocede, esquivándolo.
