Capítulo 13 | Ángel de la guarda.

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Me observa con una mueca de seriedad. —Siéntate y te explicaré...

Vuelvo a la orilla de mi cama y enciendo un poco la luz, no quiero llamar la atención de mis padres. —Bueno... comienza, por favor—murmuro con ansias.

—¿Intentaron arreglar el problema ustedes mismos, cierto?—me cuestiona.

—Algo así. Le entregamos a la bruja el libro y nos perdonó, dijo que ya no nos molestaría—percibo su mirada que no que está muy convencida. —Y pues pedimos una cosa, solamente. Fue más como un deseo...

Ella asiente y escucha. —¿Volver a sus vidas cierto?—inquiere.

Yo sonrío. —Sí. Aunque ya no estaba muy convencida de hacerlo.

Ella se acerca a la silla que suelo dejar frente a la laptop o a mi tocador. —¿Y qué sucedió?...

Suspiro. —No funcionó, y no solo eso. Al llegar al pueblo todo fue extraño... como si estuviera lleno de vida. Personas caminando, niños, autos, locales abiertos... todo con normalidad. No sabíamos si era un hechizo—comentó mientras intentó recordar a detalle.

—En efecto, lo era. No tiene lógica que un pueblo tan antiguo esté lleno de vida. Menos uno donde hay tantas maldiciones y muerte...—afirma.

Yo suspiro. —Lo sé. En ese momento no le prestamos tanta atención. Solo queríamos llegar a ella y entregar el libro—veo hacia la ventana. —Cuando despertamos, estábamos en el lugar donde todo inició. Una especie de hundimiento, a las afueras del pueblo. Eso fue lo que te conté la primera vez que te contacté por internet... nada había cambiado allí—agrego.

Se muestra indiferente. —Y tu amigo, Alan. El chico del que me habías hablado. ¿Cómo se sintió?—pregunta.

—En realidad, Sofía está en mi cuerpo. O sea, Alan. Es confuso, pero en sí, pues es Alan. Al menos físicamente. Se portó bien en un inicio, aunque insistió com salir de allí con prisa, y pues al día siguiente se fue del país. Solo vino a despedirse... pero unas cuantas palabras y adiós. Eso fue todo... para una amistad de muchos años...—expresó con decepción.

—De hecho ese es el motivo por el cual vine con urgencia. ¿Alan actuaba de forma extraña? ¿Te ha contactado o algo?—interroga mientras me ve con preocupación.

Niego. —Ni una señal de vida. Está en su nueva vida y en su cuerpo deseado...—replicó. —¿Pero a qué te refieres con tus preguntas?—acentuó.

Levanta sus cejas y se sorprende un poco. —No es él. Anoche mientras dormía alguien apareció en mi sueño. Podría decirse que... era una alerta, para que viniera a ayudarte. Era un chico, pero afirmaba ser Sofía. Entonces recordé cuando me contactaste—de su mochila saca una libreta.

Agito mi cabeza de un lado a otro. —No estoy entendiendo...

Se detiene de buscar entre las hojas, y me observa. —Alan está en el limbo. Su alma está entre la vida y la muerte... y cuestión de tiempo para que muera. La bruja jamás cumplió con su palabra—continúa buscando sus escritos con desesperación.

Mi confusión en mi cabeza aumenta. —O sea qué...

Ella asiente y sonríe al encontrar su escrito. —Solo yo entiendo a mis escritos raros... en cuanto desperté anoté lo que recordé. Cito: Ella irá por Sofía, no se la razón exacta. Pero volverá por ella y querrá asesinarla... debes sabotearla y evitar que la toque... su cuerpo físico no estará allí, eso debe ayudar de algo—finaliza mientras le escucho atentamente.

Pueblo mágico (TG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora