Capítulo 7.

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Después de comprar el regalo; Dooshik lo arrastro al hospital apenas salieron de la tienda, aunque el castaño se negaba, solo se dejó hacer por el otro. Afortunadamente, para Dan, no era un impedimento para ir a la festividad. Solo había tenido un pequeño percance habitual en su condición, según el médico. En dado caso, el malestar persistía por los siguientes días era recomendable que se quedase en observación.

La comodidad del hogar los abrazo a ambos al llegar, las horas pasaron en serena tranquilidad los días restantes. Con la excepción de la ya-muy-común rabieta de Kang para cocinar, argumentando su estado algo delicado.

En todo ese tiempo, Dan se preparó mentalmente para afrontar los posibles escenarios. Mas, sin embargo, nunca lo puso en práctica y no sabía qué hacer en ese momento... Rodeado de desconocidos, de aromas tan distinguidos los unos a los otros.

Tan...  Ajeno a él.

─Hyung, estoy contigo.

Solo tres palabras eran suficientes para trasmitir tranquilidad absoluta a su ser, además de miles de sensaciones por su cuerpo y mente.

Sonrió con calidez al verlo dedicarle una risa.

Cierto, tenía a Dooshik y a su cachorro. No estaba solo y no lo estaría.

Dio una calada de fresco aire antes de volver a su andar, caminando al lado del Alfa en busca de algún sitio libre para ambos. Habían tantas personas allí que era fácil perderse entre la multitud. No muy lejos del centro, encontraron un lugar agradable con pocas personas. Kang lo guió, apartando todo lo que pudiese tocar a Dan en el camino.

Ambos se sentaron, e inmediatamente Dooshik lo volvió a cubrir con su aroma, mientras le preguntaba como se sentía.

El Omega embarazado era muy susceptible a los demás olores del lugar. Lo mejor era que solo tuviese su aroma a maderado con café y no de otro Alfa.

¿Podría ser una especie de posesividad aquello? Se preguntó mentalmente si era porque tenía a un Omega embarazado tanto tiempo cerca suyo o solo porque era Dan.

─Estoy bien, no hace falta preocuparse. -musitó con vergüenza de tanta dedicación a su persona. ─  ¿Llegamos muy tarde? -cuestionó al ver a todos muy animados desde que llegaron. Incluso había bebidas alcohólicas para los adultos y un sitio donde estaban varios niños jugando.

¿Era así una fiesta de revelación de género? Nunca fue a una, menos pensó que iría a una estando en espera y jamás imagino que estaría en pareja.

Un bullicio, esa reunión se podía resumir a esa sola palabra.

─Así es Seungho.

─ ¿Cómo se supone que soy, Kang Dooshik? -la voz delataba soberbia en cada letra pronunciada. ─Cuida tus palabras si quieres conservar todo tu cuerpo.

El nombrado iba de la mano junto a su adorable pareja, Nakyum, quien sostenía tímidamente su gran panza.

Dan quedó paralizado, viendo con incredulidad al otro Omega.

─¡Mi señor! -el chillido de queja penetro en los oídos del Alfa, quien se resignó a la reprimenda de su Omega. ─Por favor, deje al joven Dooshik en paz, solo hizo un pequeño comentario impropio de él.

─Lo dije como quise.

Ambos Alfas mostraron abiertamente sus colmillos. Muchos dirían que se estaban retando mutuamente en silencio, no obstante, ese simple acto era prueba de su hermandad de años.

─ ¿Ustedes podrán cambiar de actitud en un futuro?

─No creo que sea posible.

Nakym negó suavemente con su cabeza, sus hebras se movían delicadamente con cada movimiento dándole un aspecto más cautivador.

Soy más que mis cicatrices.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora