El Año De Intercambio- CC Walker

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Lottie se había ido, había dejado solas a las dos chicas, creía que necesitaban tiempo para aclarar las cosas. Obviamente antes de que se fuera CC le dió una muy mala mirada, pero a ella le dió igual, estaba segura de que luego se lo agradecería.

—El contenedor está vacío. — Anunció la rubia notando la ausencia de bolsas.

—¿Que hora es?— Pregunta Hope. El camión de basura pasaba exactamente a las tres en punto.

—Son las tres.

—No lo entiendo, deberían seguir aquí.

A CC se le ocurrió la idea de que tal vez el recolector ya habría pasado, por lo que comenzó a bajar las escaleras de nuevo hacia el último piso.

—¡Oye!— La llamó por detrás, por alguna extraña razón la estaba siguiendo como si fuera su mascota ¿Por qué lo hacía? Quizá porque seguía teniendo la bolsa de basura —¿Adónde vas?

Cuando llegaron a la planta baja CC abrió la entrada para observar las calles y notar si no habría un camión cerca. Pero se había llevo una sorpresa, estaba lloviendo a cántaros. Las gotas solo provocaban dificultar su vista. Ella se preguntaba por qué tenía tanta necesidad de ayudar a Hope, literalmente se estaba mojando solo por una estúpida bolsa.

—¿Que haces?— Dijo o gritó la castaña, ya que con la lluvia no se oía muy bien.

Entonces vió como el camión ya doblaba en la esquina. Ya habían perdido su oportunidad, era tarde, por lo que se dió por vencida.

—Ya se fue.

—No me digas— Habló Hope irónica —¿En serio no harás nada?

La rubia levantó una ceja y se cruzó de brazos mostrando que sus palabras no le afectaban.

—¿Y qué se supone que debería hacer? ¿Perseguir al camión y amenazar al conductor?

La castaña se encogió de hombros.

—Pues no lo sé, pero gracias a tí, ahora yo y mi basura estamos mojadas.

—¿¡Es mi culpa!? Yo solo quería ayudarte.

—Ajá y mira como terminó — La castaña suspiró, esa era una de esas infrecuentes y atípicas ocasiones en las que no quería pelear con CC, simplemente quería aclarar las cosas, pero a la vez, le incomodaría hablar del beso —. Mira CC, sabemos que todo lo que hagamos por la otra terminará en caos.

—¿De qué estás hablando? Estar en la lluvia no es caótico.

—No, pero estar peleando contigo cada maldito tiempo si lo es.

Algo dentro de sus corazones se ablandó y su pulso se aceleró como si esas palabras fueran un sinónimo para la paz.

—Pues es lo que hacemos ¿Verdad?

Cuando finalmente habían llegado a quizá a tener una conversación de alguna manera profunda, cayeron en la realidad, estaban empapadas a merced de la lluvia. La primera en entrar nuevamente a la residencia fue Hope y CC repitió su acción.

—¿Tu me odias?— Preguntó la rubia, cosa que tomó por sorpresa a su contraria.

—No. No lo hago.

—Y ¿por qué?— Siguió indagando —. Te hice la vida imposible desde que te caiste sobre ese pastel.

Y lo recordaba perfectamente. Antes de ese hecho trágico, CC le agradaba, es más, le parecía tierna.

—Ni yo lo sé. Odio lo que haces, tu comportamiento, tus malos chistes, tu sarcasmo y tu obsesión con el deporte — Confesó ella y la rubia solo rodó los ojos restándole importancia —. Pero no te odio. Jamás lo hice y jamás lo podré hacer.