Entre Risas y Rosas Blancas

0 0 0
                                    


Con el pasar de los meses, la relación entre Carlos y Amalia florecía en ambos mundos, tanto en el presente como en los viajes temporales. Las risas compartidas en el colegio se convirtieron en cómplices secretos, mientras los amigos de Carlos se esforzaban por mantener la normalidad.

Una tarde, durante uno de sus saltos temporales, Carlos se encontró en un hermoso jardín de rosas blancas. Recordó que Amalia apreciaba estas flores, así que decidió llevar un ramo al presente. Con la ayuda de sus amigos, organizó una actividad escolar en la que cada estudiante plantaba una rosa blanca en honor al amor y la amistad.

Amalia, sorprendida y emocionada por el gesto, se acercó a Carlos con una sonrisa que iluminaba su rostro. El colegio se llenó de un aire romántico, como si las rosas blancas hubieran tejido un hechizo que conectaba los corazones de los estudiantes.

Mientras tanto, los intereses románticos de Carlos también se veían influenciados por este gesto. Alma, Evelyn y Jessica comenzaron a darse cuenta de la dedicación y ternura que él mostraba, creando un triángulo amoroso lleno de emociones y decisiones difíciles.

Los amigos de Carlos, Juan, Gustavo y Luis, se convirtieron en expertos conspiradores, maestros de la sorpresa y guardianes de los secretos del tiempo. Juntos, mantenían el delicado equilibrio entre las vidas pasadas y presentes de Carlos, tejidas con risas y complicidad.

La historia avanzaba, pero la incertidumbre del destino y la conexión entre Carlos y Amalia se mantenía intrigante. Cada capítulo revelaba nuevos matices de sus personalidades, mientras el lector se sumergía en un viaje a través del tiempo y el romance que iba más allá de los límites convencionales. La comedia, el misterio y el amor se entrelazaban en esta travesía única que desafiaba las leyes del tiempo y del corazón.

Mi esposa es la chica bella del colegioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora