Me quedé despierta un buen rato, analizando la desición que acababa de tomar, tomé a esta gatita, aparentemente no tenía dueños, no había ningún collar con datos.
Levanto mi cabeza con un poco de dificultad por el cansancio, con la intención de ver si la gatita ya había terminado de comer, y si, ya había terminado.
Me levanto del sofá y me llevo a la gatita a mi recámara, comienzo a alistarme para dormir y ella solo me sigue con la mirada desde el lugar donde se sentó en el suelo.
Antes de recostarme me hacerco a la gran ventana sin cortinas, no es que sea descarada, no. Es solo que la ventana está en dirección al bosque, una parte bastante cubierta por vegetación.
Después de poner unas cuantas cobijitas en el suelo al lado de mi cama, apagó la luz y me recuesto en mi propia cama, la gatita no tarda en entender y se recuesta en la pila de cobijas.
Después de unos momentos de rodar por mi cama sin poder consiliar el sueño, como siempre... Por fin me resigno y tomo las pastillas y el agua de mi mesita de noche, después de consumir la pastilla, comienzo a sentirme cansada y después de unos minutos logro quedarme dormida.
✨
Me despierto de golpe cuando la alarma de mi celular suena con fuerza, pero mi corazón se acelera un poco más al notar que por mi ventana entra más luz que de costumbre. Miro la hora y me doy cuenta que voy una hora tarde al trabajo, además de tener varias alarmas y llamadas perdidas.
Me levanto rápidamente, lo que provoca que me mareé, pero no le tomo importancia, en cambio corro al baño a bañarme y hacer todo lo demás. Dejo otra lata de atún para la gatita y prometo volver con ella para darle más de comer cuando sea mi hora de almuerzo.
Tomo mi bolso con mis llaves y salgo corriendo con el cabello aún húmedo, mojando mi camisa. Incluso si estaba algo alterada no pude evitar darme cuenta que la puerta principal no tenía seguro, lo que me hace dudar de mi cordura a este punto, pero no tengo mucho tiempo para darle vueltas al asunto.
En el camino voy insultandome a mi misma por ser tan descuidada, aún si no tengo idea de porque había dormido tanto. Ya que uso las pastillas para dormir amenudo y nunca paso la dosis adecuada.
Cuando doblo la calle en donde se ubica la pastelería puedo apreciar que está cerrada, lo que es extraño, ya que Liv es quien suele abrir. Comienzo a caminar más lento y llegó a la puerta del local, tomo mis llaves y abro la puerta. Siento que todo está curiosamente más silencioso de lo habitual, lo que me inquieta hasta cierto punto. Después de algunos minutos, lavo mis manos y preparo todo para comenzar a trabajar.
Llamo a Liv un par de veces, me preocupaba un poco que no haya llegado ya, pero no puedo darme el lujo de ser tan insistente cuando los clientes comienzan a llegar.
Entrego unos pocos pedidos a locales cercanos al nuestro y cada minuto que pasa comienzo a volverme más paranoica, sobre todo por el hecho de que ninguna de mis llamadas han sido atendidas.
Una hora más tarde escucho como se abre la puerta, volteo con rapidez al pensar que quizás es Liv. Pero me sorprendo un poco al ver a una cara familiar, presencia la cuál alegra todo mi estado de ánimo.
-¡Alan! ¿Qué hace aquí? Pensé que estarías ocupado trabajando.- limpio un poco mis manos y camino hacia él con una gran sonrisa.
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My dear hatchet man
FanficEn la tranquila vida de Phoebe, una repostera, un encuentro fortuito con misterioso chico en el bosque despierta una chispa romántica. Aparentemente amable, Alan se convierte en algo más que un desconocido. Pero a medida que Phoebe profundiza, descu...