Doce Días para Navidad [KookMin]

🎄Capítulo 08

(A partir de aquí no modificare nada solo copiare y pegare, sorry por los errores)

...

Jungkook se despertó feliz, la noche anterior se había vuelto uno con Jimin, el amor que ambos sentía iba más allá de solo quererse, un amor juvenil que nunca murió.

Mientras haya amor, este no debería desaparecer aún con el pasar del tiempo.

Aún se encontraba abrazado a aquel hermoso bailarín que sujetaba sus brazos en un abrazó, sus piernas enredadas las unas con las otras, las sábanas cubriendo sus partes más íntimas, el cabello de Jimin rozando su nariz, provocando leves cosquillas.

Sin duda, sentía felicidad plena.

Trato de levantarse sin despertar a su chico, un desayuno para ambos iba a hacer, con sumo cuidado se alejó de la cama, lo arropó bien, notando que estaba más helado que el día anterior, agarró un suéter de él, y no dudó en ponérselo a Jimin, este estaba tan dormido que a penas y se dio cuenta.

Bajo a su cocina, llevaba un suéter un poco más grande que el que puso a Jimin, y unos pantalones, unas pantuflas, agarro una cacerola para encender el fuego, poner mantequilla y ajo, tomó el perejil, hizo un corte muy fino, volvió a poner en el sartén.

Espero que este hirviera. Vio que un teléfono no dejaba de vibrar, era el de Jimin, tenía un sin fin de mensajes, se preguntó ¿desde hacia cuanto no revisaba su teléfono?

"URGENTE CONTESTA" Ese era el último mensaje que tenía el bailarín, no sabía si era  correcto entrar y revisar sus mensajes, justo cuando se decidía este empezó a sonar, sin saber que hacer por accidente contestó.

---¡Jimin! ¡Al fin contestas! ¡Tienes que volver a Seúl, Taemin, pidió un juicio pronto antes de Navidad, NO ANTES QUE TE ALTERES no se porqué aún.

Jungkook estaba sin palabras ¿Qué contestar a ello?  Él sabía de la demanda, pero esto no le correspondía, ni siquiera sabía si era correcto opinar al respecto.

---¿Jimin?
---Lo siento, no soy Jimin.
---¡Ay Jesús! Dime que al menos sabias algo, sino Jimin va a matarme. -- su voz se escuchaba desesperada.
---¿Eres su abogado?
---¿Lo sabes?
---Si, Jimin me habló de esto, al menos un poco.
---Eres, ¿Jungkook?
---¿Sabes de mí? —se escuchó una leve risa.
---Claro, soy uno de los mejores amigos de Jimin, desde que llegó a Seúl, lo he acogido como un hermano menor, y me ha hablado de su eterno amor platónico.
---¿Amor platónico?
---Sí, si no me contesta es por algo, siempre habló de ti, ese chico ha estado enamorado de ti siempre, eres la razón del porqué no volvió a Busan. —¿Eso tenía sentido?
---¿A qué te refieres?
---Hace un par de años él estaba decidido a volver, pero salió un reportaje de ti, abriendo un restaurante, cinco años tal vez, no lo sé, él estaba cayendo en una pequeña depresión, lo explotaban demasiado, las críticas, peso muchas cosas, estaba perdiendo confianza, dejó de creer en sí mismo luego que se torció el pie, y cuando volvió, estaba devastado por no poder cuidar su posición que tanto le costó antes de que llegará el maldito de Taemin, disfrutaba menos las fiestas como estas, y un día te vió, dijo que lo habías logrado y que no podía volver así como así, él quería que todos se dieran cuenta que si se fue, fue por sus sueños, y no quería volver derrotado, quería que su amor platónico estuviera orgulloso de él, como su familia.
---Nunca supe eso.
---Es obvio, él no lo mencionara.
---Lo sé, le diré que se comunique contigo pronto.

Al colgar el teléfono se encontró a Jimin, detrás de él, pensó estaba molesto con él, por haber contestado el teléfono. Solo vio que este levantó la mano para que le regresara su móvil.

---¿Era Nam?

---Sí.—suspiró, esperaba el regaño u enojo....cosa que nunca llegó.

--Volvamos a la cama, apague la estufa, estabas tan ido que casi queman la cocina.

¿Tanto se había alejado? ¿Mucho tiempo había pasado?

---¿No estás enojado?

---¿Por qué lo estaría?

---Jimin es tu privacidad, y tu teléfono.

---Pero eres mi pareja ahora, ¿no? No hay secretos.

"Eres mi pareja" Esas tres palabras resonaban en su cabeza, sonrió cálidamente.

---Pensé que sabías que siempre te ame, no entiendo porque tanto asombro ahora.

---Es que tu no lo habi...espera, ¿qué? ¿me amas?

El chico se sonrojo de inmediato, queriendo esconderse con sus manos, Jungkook le apartó, botando la camisa gigante que usaba, era de él, y se veía incluso más tierno.

---Jungkook, ¡No me hagas esto!

---Quiero escucharlo.

---No hay segundas repeticiones.

---Oye, eso es injusto.

Jimin pensó en algo pero recordó que en la puerta había un obsequio que él mismo había dejado y debía aprovecharlo.

---Ven conmigo. -- Lo tomó de la mano para sacarlo de ahí.

---Si es para hacer el amor, desde ya, te digo que si lo hacemos no te dejaré ir y eso será malo.—Jimin rodó los ojos al escucharlo.

---Eso puede esperar.

---¿Desde cuándo eso puede esperar?

---Desde que somos algo, ahora silencio, que no recuerdo qué habitación era.

Jungkook lo vio confundido y llegaron a la habitación de Jimin, el bailarín se puso justo del lado puerta y tomó las manos del chef, lo cual Kook no comprendía.

---Ahora sí, lo diré. —volteo a ver hacia arriba y Kook también, ahí se dió cuenta del muérdago debajo de ellos. Su mirada se suavizó y ambos se acercaron.

---Te Amo Jungkook, puse este muérdago aquí, para darte este pequeño obsequio el poder besarte un día, no espere que hiciéramos el amor, pero eso confirma lo mucho que te sigo amando, cómo el primer día en el jardín de infantes.

---No nos conocimos tan jóvenes, fue en la secundaria.

---Jungkook fue antes, cuando no me hablabas a mi, sino a Tae, nos hicimos amigos en la secundaria.

---Tienes razón, pero ahí eras solo un bebé de 6 años.

---Quién dijo que un niño no puede sentir nada, descubrí que me gustaba verte, aún para esa edad, sabía que eras lindo, un conejito adorable.

---Y tú mi bebé mochi.

Ambos sonrieron, para terminar esa distancia que los separaba y se besaron, siendo este su día 8.

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---¿Entonces es un secreto?

---Así es, Jimin no puede saberlo.

--Lo harás llorar de la emoción.

---Solo espero que se quedé, para cuando eso pasé.

Ambos hermanos salían del centro comercial, planeando el último regalo, Jungkook estaba feliz por sus planes, solo esperaba que todo resultase.