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PARTE 3: Ayudando a un amiga

Después de una larga caminata, por fin habíamos llegado a una pequeña choza de madera, no tardamos ni un minuto al estar frente a ella cuando la mujer de cabellos azules salió por la entrada y nos apuntó con un arma

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Después de una larga caminata, por fin habíamos llegado a una pequeña choza de madera, no tardamos ni un minuto al estar frente a ella cuando la mujer de cabellos azules salió por la entrada y nos apuntó con un arma.

— Den la vuelta y váyanse ya — vociferó la mujer. Luffy era quien estaba justo frente a ella, pero pareció importarle poco a nuestro amigo.

— Oye, te vi hace rato. — habló Luffy con calma. — Creo que tú y yo tenemos algo en común.

Usopp se había escondido detrás de Zoro, pero este después de darle una mirada de irritación,  se decidió por enfocar su atención en la mujer con el arma.

— Tengo un arma y tú estás frente a ella. — esa chica si que estaba dispuesta a disparar. — ¿qué podríamos tener en común? — el ambiente estaba demasiado tenso.

— Empecemos con Nami. Parece que la conoces bien.

— Es una estafadora sin conciencia — me dolieron las palabras que esa chica había usado para describir a mi amiga, pero seguramente había un gran contexto detrás de ellas. — Y cuando no hay nada que robar, se va sin mirar atrás.

Bueno, por lo poco tenía entendido y por la reacción de Zoro, parecía que la chica, que resultaba ser hermana de Nami, tenía razón, pero aún así se insistió para obtener información.

— Hermanas. Parece lógico. — intervino Sanji. Tal vez era momento de usar aquella dulce boca que tenía, para enredar a la hermana de Nami. — Ambas son igual de bellas.

— Ay, por favor — musitó Zoro, ganando una mala mirada de Sanji.

— Los engañó en grande, ya me di cuenta. No son especiales y no los puedo ayudar.

— ¿Quieres comer algo? — reprimí la sonrisa que las palabras del rubio me pensaban arrebatar. Ese era el chico que necesitábamos en estos momentos.

— ¿Qué? — el muro de frialdad de la chica mostró la primera fisura.

— Es un intercambio, es todo. Por tu valioso tiempo e información.

— ¿Cocinas? — preguntó la peli azul.

— Es un mesero.

— Es el mejor cocinero del mar del Este. — dijo Usopp para debilitar el comentario de Zoro. — Jamás vas a probar algo mejor en tu vida, palabra de Usopp.

— No te arrepentirás — motive. — Su comida es única.

— No tengo mucho para hacerlo. — confesó la mujer.

— Ah, te sorprendería lo mucho que puedo hacer con poco. — bingo, la chica por fin hacía aceptado.

Bajó el arma y tras condicionar que esperaba un postre, nos dejó entrar; choque puño con Sanji por lo bajo, discreto y divertido.

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