Dulce deseo

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Esa misma noche, más adelante, el cansancio acumulado de toda la semana hizo que Taehyung finalmente se quedara dormido. La penumbra de la habitación resaltaba los rasgos de su rostro, revelando la serenidad que solo el sueño puede proporcionar. Jungkook, a pesar de sentirse cansado también, observaba a su amigo descansar con admiración y deseo. La luz débil de la lámpara de noche proyectaba sombras suaves sobre la figura adormilada de Taehyung, creando una escena casi mágica.

Jungkook, con paso silencioso, se acercó al lugar donde Taehyung reposaba. Cada respiración del comandante era un recordatorio de su agotamiento, pero Jungkook estaba dispuesto a velar por él, aunque solo fuera con su presencia. Los detalles de la semana agitada se desvanecían en la quietud de la habitación, y Jungkook se encontró reflexionando sobre la dedicación de Taehyung hacia el pelotón.

- "Taehyung debe estar realmente cansado, es el comandante de nuestro pelotón, siempre tiene que ver por nosotros, y esta semana se ha esforzado el doble, se merece descansar, se merece todo lo bueno de este mundo", pensó Jungkook, dejando escapar un suspiro en la penumbra.

Decidió dar una vuelta por la habitación, buscando una distracción que le permitiera despejar su mente. Observó el cielo nocturno a través de la ventana, contó las estrellas una vez más, y sintió la caricia del viento que susurraba secretos nocturnos. Sin embargo, la monotonía de sus acciones se convirtió en un eco cansado de una semana repetitiva.

Desvió su atención hacia Taehyung, cuyo sueño profundo le confería una vulnerabilidad encantadora. La imagen de su amigo durmiendo despertó una sensación diferente en Jungkook, una mezcla de afecto y deseo. Se permitió admirar la perfección serena que Taehyung exhibía mientras descansaba.

La risa escapó de los labios de Jungkook al notar la postura peculiar de Taehyung. Dormido, con la boca entreabierta y un dulce suspendido en la comisura de los labios que babeaba, creaba una escena cómica e inesperada.

Sin embargo, una idea provocadora comenzó a gestarse en la mente de Jungkook. Aunque pretendía rechazarla, la tentación lo envolvía. Recordó la escena intima de la otra noche, la conexión que sintió con él, y una chispa de deseo surgió nuevamente. El impulso de repetir aquel encuentro prohibido se apoderó de Jungkook, alimentado por la oscuridad de la habitación y la certeza de que, por ahora, no había testigos.

El deseo crecía en su interior, un anhelo ardiente de tener a Taehyung no solo en su vida, sino también en sus momentos más íntimos. Con decisión, Jungkook se sumió en sus pensamientos, enfrentando la lucha interna entre lo que creía correcto y la atracción irresistible hacia su compañero dormido.
Poco a poco Jungkook se fue acercando a su amigo dormido, hasta llegar a lado de él. Con la mano temblorosa, paso su dedo sobre un hilo de baba que colgaba de la barbilla de Taehyung, se sentía viscosa y tibia, era algo extraño, pero excitante.

Jungkook se tomó su tiempo para observar la baba que ahora estaba en su dedo, antes de dirigirlo directamente hacia su boca y saborearlo como si se tratara de el manjar más delicioso del mundo.
Jungkook estaba atrapado en una espiral de emociones conflictivas mientras observaba a Taehyung dormir. Sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien, pero el deseo lo arrastraba como una corriente imparable. La habitación estaba envuelta en un silencio denso, solo interrumpido por la suave respiración de Taehyung.

Con dedos temblorosos, Jungkook se acercó sigilosamente al dulce que colgaba de los labios de Taehyung. Cauteloso, intentó tomarlo sin despertar a su amigo. Aunque se esforzaba por ser delicado, sus nervios se manifestaban en sus manos temblorosas, impregnando el ambiente con ansiedad.

De repente, el dulce resbaló, emitiendo un sonido sordo al caer al suelo. El corazón de Jungkook latía con fuerza, temiendo que el ruido hubiera despertado a Taehyung. Se alejó, pretendiendo ocuparse de otras cosas, pero Taehyung continuó durmiendo plácidamente. Un suspiro de alivio escapó de los labios de Jungkook, quien ahora estaba decidido a llevar a cabo su osado acto antes de que Taehyung despertara.

Con pasos lentos y sigilosos, Jungkook se acercó nuevamente a Taehyung. Con cautela, se agachó sin hacer ruido, y finalmente logró tomar el dulce entre sus manos. Aunque notó que estaba un poco polvoriento, la verdadera esencia que lo atraía era la baba de Taehyung que lo cubría. Sin dudarlo, se llevó el dulce a la boca.

El sabor mezclado con la saliva de Taehyung provocó una sensación embriagadora en Jungkook, quien disfrutaba del dulce con voracidad. Bajo la luz tenue de la habitación, permanecía arrodillado, admirando a Taehyung mientras saboreaba su dulce secreto.

Observar a Taehyung dormir, inconsciente de su influencia sobre Jungkook, resultaba excitante. La simple baba de Taehyung se convertía en un lazo invisible que los unía de una manera inusual pero poderosa.

Después de unos minutos, Taehyung se movió bruscamente, despertando de su sueño. Jungkook se apartó rápidamente, sentándose frente al monitor como si nada hubiera sucedido. Taehyung, aún somnoliento, se estiró y bostezó, sintiendo la incomodidad de la baba seca en su uniforme.

- "Esto es asqueroso", murmuró Taehyung, intentando limpiar la mancha que él mismo había creado. Fue entonces cuando notó que el dulce que había estado disfrutando antes de dormirse había desaparecido.

- "Oye, ¿no viste un pequeño dulce en el suelo? Se me cayó mientras dormía", preguntó Taehyung, mirando a Jungkook en busca de respuestas. Jungkook respondió rápidamente que no había visto nada, mientras saboreaba el último vestigio del dulce que había compartido de manera tan íntima con Taehyung.

Comandante KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora