Después de toda la acción, pasaron horas compartiendo risas, historias y miradas cómplices. La casa, una vez silenciosa, se llenó con la calidez de su complicidad. La complicidad que solo crece entre dos personas que se descubren mutuamente.
En algún momento, el cansancio de la jornada se hizo presente, y ambos se dejaron llevar por el sueño. Se acomodaron juntos en la cama, las risas y susurros dando paso al silencio de la calma compartida. Un abrazo espontáneo les envolvía, sellando la conexión que habían forjado en aquella tarde íntima.
Mientras dormían, el reloj avanzaba sin piedad, y el despertar les alcanzó en un instante inesperado. Taehyung, al abrir los ojos, se percató de la realidad del tiempo. Un sobresalto le hizo darse cuenta de que se habían quedado más tiempo del planeado. El sol ya estaba en lo alto, y el deber les llamaba.
Con urgencia, ambos se levantaron, despidiéndose de la comodidad de aquel cuarto lleno de secretos compartidos. Se apresuraron a ordenar sus uniformes, pero el aspecto despeinado y los brillos en sus ojos contaban la historia de una tarde que no había sido común.
Al salir, fueron recibidos por la mirada intensa del Capitán Jeon. El semblante del oficial se endureció al notar la conexión íntima entre Jungkook y Taehyung, agravado por el hecho de que sus uniformes no estaban en el estado que debían, incluso tenían algunas manchas extrañas.
El Capitán no perdió tiempo en expresar su disgusto, lanzando palabras acusadoras que cortaban como cuchillos afilados. Jungkook, esta vez, no estaba solo. La presencia de Taehyung a su lado le proporcionaba la fortaleza que necesitaba.
-"¿Cómo te atreves a traer estas desgracias a la familia, a la nación?" gritó el Capitán, su rostro enrojecido por la furia.
Jungkook, por primera vez, no se dejó amedrentar. Sus ojos, reflejando determinación y valentía, se encontraron con los del Capitán. - "No me importa tu vergüenza. Encontré a alguien que se preocupa por mí, y no dejaré que eso se convierta en algo de lo que deba avergonzarme. Ya no me importará más lo que piense de mi, nunca más. Adiós... papá".Las palabras de Jungkook resonaron en el aire, un desafío claro y sin miedo. La escena estaba impregnada de un cambio irreversible. El Capitán, después de un momento de silencio, se retiró con rabia contenida.
Taehyung se acercó a Jungkook, apretando su mano con firmeza. - "Nos protegeremos mutuamente", dijo Taehyung, su voz llena de determinación.
Jungkook sonrió, sabiendo que, aunque el camino sería desafiante, no estaba solo. Un beso, lleno de promesas y complicidad, selló la declaración de su unión indestructible mientras el sol continuaba su viaje en el cielo, testigo silencioso de su historia compartida.
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Comandante Kim
RomanceKim Taehyung y Jeon Jungkook descubren que su amistad es más profunda de lo que creen durante su estancia en el servicio militar.