¿facil? / 004

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Los pasillos de Hogwarts estaban totalmente tranquilos, se escuchaba el ruido de los pasos de los estudiantes como normalmente pasaba y las risas de fondo que hacían de Hogwarts el lugar acogedor que siempre habia sido y sigue siendo.

Ya eran las cinco de la tarde, pero el sol seguía presente en el cielo, brillando como siempre.

Una japonesa corría con una sonrisa por los pasillos, pero, lo mas extraño, es que las lagrimas amenazaban con salir de sus ojos, y no eran de felicidad.

Simplemente era la habitual y tormentosa sonrisa que asechaba sus sueños y la hacia enloquecer por las noches. Esa sonrisa que tenia fingir para ser aceptada, esa sonrisa que nunca pensó que le afectaría tanto como lo hizo realmente.

Estaba acostumbrada, se podría decir, pero jamás soltaba lagrimas en publico, en realidad, jamás soltaba lagrimas.

Cada vez que esto pasaba le causaba vergüenza, ¿Quién era ella para llorar?, ella lo tenia todo, era muy desagradecida si lloraba teniendo todo lo que tenia.

Amigos, dinero, belleza, todo, pero a veces ese todo, no era suficiente.

Sentía su rostro doliéndole por la falta del habito de llorar, sentía las lagrimas en sus mejillas, "por suerte", no se notaban tanto y Anako corría tan rápido hacia su sala común que solo se veía su sonrisa.

Cuando llegó a su destino subió las escaleras hacia el dormitorio de niñas y se echo a dormir en su cama, sin notar la presencia de su mejor amiga que la miraba calmada, pero con un puchero en sus labios.

- Ametarasu..., Ametarasu..., Ametarasu te estoy hablando,... ¡Ametarasu! - gritó Hannah molesta.

- ¿Qué necesitas? - preguntó la japonesa, sollozando.

- Quiero que me explicas el porque de tu llanto. - explicó Hannah.

- Nada, creo. - contestó dudando.

- No estoy en tu mente, tampoco puedo controlarla, pero se por lo que estas pasando y quiero ayudarte. Soy tu amiga y las amigas se ayudan, de eso se trata la amistad que creo que tenemos nosotras. No te muestres débil sobre un objetivo fácil. - aconsejó mirándola con tristeza.

- ¿Fácil? ¿Fácil, dices tú? No sabes lo que siento, nunca lo sabrás. Lo mío no es fácil, nada en mi vida puede considerarse fácil. Mi familia ama controlarme a su favor y yo no puedo hacer nada al respecto, no puedo simplemente ignorar que mi vida no es perfecta como la que estoy fingiendo tener desde hace años. No se como salir de esta, nunca se me presentó un problema tan grande, nunca se me presentó un problema, más bien. Mi vida a sido forzada a ser perfecta desde el minuto en el que mis padres me tuvieron. Desde ese día han estado escribiendo esta historia por mi, han estado escribiendo esta perfecta historia que odio y amaría destruir. No puedo hacer nada, Hannah, no puedo hacer nada y tampoco es que piense hacerlo.

- Dios, Anako, ¿acaso te escuchas? Ni siquiera piensas en confrontarlos, solamente te rindes. Amaria conseguir un romance como el tuyo, amaría tener a alguien como tu. No puedo creer que desperdicies lo que para muchos es un gran tesoro.

- ¡Entonces ve tu y vive tu puto romance de película! - chilló. - ¡Ve y vive lo que quieres para mi, porque yo nunca jamás podre ser la chica libre y loca que hace lo que quiere como tu! - apuntó mientras lagrimas de verdadero dolor recorrían sus mejillas. - ¡Aprovecha que puedes hacer de tu amor soñado una realidad! ¡Yo solo tengo un papel escrito que define mi maldita vida! ¡Soy solo una marioneta de las personas que creen que manipular a su familia es un acto de bondad!

Hannah se quedó estática, la japonesa volvió a llorar más fuerte aún.

.෴.

Anako repasaba los pasillos de Hogwarts con la mirada en el suelo. Recordando todo lo que debía de decirle a Draco en cuanto pudiera hablar con el a solas.

En cuanto lo vió no retrocedió un paso. Estaba obligada a salir del lio en el que se metió.

- ¿Draco? - el nombrado volteó y sonrió al verla. Habían adquirido un poco más de confianza después de esa intensa sesión de besos.

- ¿Si? - inquirió cerrando su libro de Defensa Contra las Artes Oscuras y mirando a Anako a los ojos. - ¿Qué pasa, mon amour?

- Tengo que hablar contigo. - sostuvo la mano del más alto y analizó a su alrededor. - En un lugar más privado. - comentó y lo arrastró hacia un armario antiguo y polvoriento en desuso.

El pequeño almacén estaba repleto de telarañas y mugre, arañas y ciempiés trepaban por las paredes y el olor que desprendían estas era casi putrefacto.

- Lindo lugar para charlar, mon amour. - destacó el rubio con las manos en los bolsillos, observando el lugar.

- Tenemos que hablar. - Malfoy difinitivamente no se esperaba eso. Escalofriaos se propulsaron por su columna vertebral al escuchar esas tan temibles palabras y sus ojos se abrieron como platos. - Yo... como te dije antes, no puedo hacer esto. - soltó, Draco entendió todo. - No quiero que pienses que es tu culpa, porque no es así. Solo que no tengo permitido enamorarme y menos de ti. - terminó y no pudo evitar besarlo de nuevo, esta vez como de verdad habia soñado hacerlo antes, como de verdad lo habría deseado besar toda su vida si tuviera la libertad de hacerlo.

- ¿Estas segura de que no hay otra opción? - rescató el con los ojos rojos y la mirada solo en ella. - ¿Estas segura que no hay otra salvación para nosotros?

- No, no la hay. Lamento esto, pero no puedo controlarlo. Esta fuera de mis manos. - explicó y después de un ultimo beso, se marchó.

Rompiendo en lagrimas pensando que todo era su culpa, pero no era así. Era culpa de la sociedad perfeccionista y estricta que manejaba el entorno de su familia. Enfrascándola en el estereotipo que siempre creyó ser, pero que nunca fue.

El ser humano no es capaz de alcanzar la perfección y hay mucha gente que no lo entiende. En ocasiones personas dedican su vida entera a alcanzar una cima que no existe.

Porque Anako no quería ser perfecta, ni tampoco podía, pero estaba obligada a serlo. 

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Holi, espero les guste y gracias x leer <33 

P.D : Este es también un poco corto, ¡Perdón! Agradezcan que les actualice en año nuevo, por cierto ¡Feliz 2024! 

- soo ♡

Corregido : 17/4/2024

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