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POV JENNIE.

—¿Pensabas que no me iba a enterar?

Me trago el pequeño bocado de chile y golpeo la cuchara de madera en el borde de la olla antes de dejarla.

Miro hacia la mano de Yoongi, observando la pantalla del teléfono que sostiene en mi cara. Se reproduce el video de Joohyun y yo, y Taehyung, Jin y Jongin se agolpan a su alrededor para verlo.

Hwasa se sienta en el taburete, apoyada en la pared con los brazos cruzados, y muy interesada en lo que los chicos están hablando, porque lo está saboreando.

Ella les llamó la atención, seguro.

Apago el quemador y agarro un bol para mí.

—¿Qué ibas a hacer al respecto?

No es que estuviera tratando de ocultarlo.

Lo volví a publicar, ¿no es así? Sólo que no se lo hice saber.

Hay muchas cosas que no le hago saber.

—¿Por eso dejaste la escuela? .—interviene Jin.

—Todavía soy una estudiante.

Recojo un cuenco y coloco la tapa en la olla. Agrego algunas galletas de ostras, tomo una cuchara del cajón y me dirijo a la sala de estar.

—Dejaste que se salieran con la suya en todo.—grita Yoongi—. Y ahora dejas que te alejen.

—Mira lo que le han hecho a la casa.—comenta Hwasa, moviendo el brazo como si todavía no me hubiera dado cuenta de los destrozos que se produjeron cuando los Santos se metieron el sábado por la noche.

Todos me echan la culpa a mí, porque yo los invité a pasar por las vías.

—Menos mal que no es tu casa.—respondo.

Le lanza una mirada a Yoongi como si fuera a hacer que la respete.

Me siento en el sofá y apoyo los codos en las rodillas mientras me inclino sobre mi cuenco en la mesa de centro.

—Y no dejé que se salieran con la suya. —Miro a Yoongi—. Les quité el entretenimiento. Gané.

—No es así como lo ven.

Entra en el salón, acercándose a mí, y yo miro hacia otro lado, recogiendo un poco de chile.

Así que se trata de su orgullo.

Lo tengo.

—Esta vez no lo dejaremos pasar.—me dice Jongin.

—Y vas a volver a la escuela.—añade Yoongi.

—No es probable. —Soplé sobre mi comida.

Yoongi avanza, lanzando su teléfono a una silla a mi derecha, pero Jisoo se acerca.

—Déjala en paz.

—Tú cállate.—gruñe Yoongi.

Me meto la cuchara en la boca, ignorando el fuego en los ojos de mis hermanos. Excepto el de Jisoo, porque siempre se pone de mi parte, y el de Taehyung, porque nunca se enoja conmigo.

Jin vuelve a agarrar el teléfono de Yoongi y estudia la pantalla.

—¿Es esta la asistente de la entrenadora? .—pregunta, mirando hacia mí.

Comiendo otro bocado, los ojos y los oídos de todo el mundo puestos en mí, y estoy tan condenadamente cansada de apagar incendios que no he provocado.

Maldita sea.

—¿Lo es? .—pregunta Yoongi cuando no respondo.

Sacudo la cabeza, aplastando los frijoles mientras mezclo el chile y las galletas.

I love to hate youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora