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POV LISA.

Beso la esquina de su boca, su cálido aliento suave y tranquilo mientras duerme.

Apenas he dormido.

Pero no pasa nada.

Soy tan feliz que no quiero perderme ni un momento.

Beso el moratón de su mejilla y me acerco a su cara para abrazarla. No puedo creer lo que casi le pasó. Lucas merece estar en la cárcel. Todos lo merecen, pero sé que hacerles daño atraería la atención sobre los Kim, así que quizá tenga que encontrar otra forma de castigarlo.

Además de lo que Jongin probablemente le hizo después de que nos fuimos anoche, es decir. Vimos al resto de sus hermanos —incluyendo a Jongin—, entrar en la calzada unas horas después de que volviéramos, así que, por suerte, no arrestaron a nadie.

Lucas mantiene la boca cerrada.

Pero eso no significa que esté cerca de pagar por lo que hizo. A Jennie le gusta dar la impresión de que es una luchadora, y lo es, pero no es de acero, y gracias a mucha gente, incluida yo, ha sido maltratada durante mucho tiempo.

Ahora soy su armadura.

Le beso la sien y la mandíbula, acercando mi boca a la suya y tomándola suavemente para que sienta el amor.

Su respiración se entrecorta, su cuerpo se agita y deslizo mi mano por su cuerpo, bajo la sábana, hasta llegar a su pierna.

Me estremezco al sentirla y oigo que empieza a jadear un poco con los ojos aún cerrados.

La observo, metiendo mis dedos dentro de ella, pero no puedo soportarlo.

Quiero besarla ahí abajo.

Sus muslos se abren y le quito la sábana, deslizándome por su cuerpo.

Pero entonces suena mi teléfono y me detengo.

Maldita sea.

Lo recojo del suelo, sabiendo que Jennie ya está despierta, pero no quiero molestarla.

Da un pequeño gemido de protesta, agarrándome de nuevo, pero solo me río.

—Shhh… —le digo.

Veo el nombre de mi madre en la pantalla y contesto.

—Buenos días.

—¿Dónde estás? .—estalla.

Jennie me atrae hacia sus brazos y la beso.

—Todavía en casa de Jen.—digo.

Jennie me toma la otra mano y la vuelve a poner donde estaba, entre sus muslos.

Mantengo mi risa en silencio.

Está bien, como sé que ahora están saliendo, esto cambia las cosas.—me dice mi madre—. ¿Duermen en camas separadas?

Jennie se echa hacia atrás tras oír eso y me mira como si se preguntara si soy consciente de lo tonta que es mi madre.

—Por supuesto que no.—digo sin vergüenza—. Estás siendo homofóbica.

—¡No uses esa palabra conmigo! .—gruñe mamá—. Si fuera Lucas, tampoco lo permitiría. El sexo es algo importante, Lisa. ¡No puedes empezar a tratar esta casa como un hotel y prácticamente vivir con tu novia!

Pongo los ojos en blanco, echando la cabeza hacia atrás mientras Jennie se lanza a mi cuello.

No me importa si tienes dieciocho años o no.—continúa chitthip—. Tengo que conocerla. Va a venir a cenar esta noche. ¿Entiendes? .—Mi cuerpo palpita, Jennie está tan caliente bajo mi mano—. ¿Lisa? .—grita Mamá —. ¿Te estás cuidando? Todavía estás bajo mi techo, sabes. —La habitación da vueltas—. ¡Devuélveme el teléfono! .—grita Mamá.

I love to hate youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora