-Muñeca de la mafia- (Imagina con Stray Kids)

25. (Hwang)

Cuando entré con Kim a una habitación alejada, no pude evitar reparar en como apretaba los puños.

—¿Pasa algo Kim? —Le miré fijamente, tratando de ver todo lo que le estaba pasando por la cabeza en ese momento.

—La persona que ha intentado matar a Suni está dentro de nuestro bando.

Me quedé mirándolo fijamente, asimilando lo que acababa de decir.

—¿Quién? —Al ver el cambio en mis facciones, Kim se acercó a mí lentamente.

—Choi Jongho.

—¿Nuestro falsificador? ¿Qué motivos tendría él para acabar con la vida de Suni?

—No lo sé —Kim suspiró—. Sabes muy bien que el día que Yunho —nuestro nuevo recluta informático, al cual aún no le había visto la cara, puesto que quería permanecer en el anonimato—. lo investigó salieron a la luz varios casos en los que había colaborado con J.Y. Park.

—Pero se suponía que ya no colaboraban, sabes bien lo que pasó entre ellos. Park quería matarlo, por eso estaba aquí bajo mi protección, no tiene sentido que continúen con sus trapicheos. Además, Suni es solo una espía, ¿qué querría de ella?

—Lo mismo que quisimos nosotros...
—Kim bajó algo más la voz y me miró fijamente—. Mira, pensándolo bien, si se la damos eso nos restaría unos cuantos dilemas con él, Hwang.

Miré fijamente a Kim y negué con la cabeza.

—No voy a entregársela. No cuándo me costó tanto poder tenerla aquí.

—¿Y si es por eso? Tal vez haya querido contactar de nuevo con Jongho, sabiendo lo adicto al dinero que es, porque sabe que no se la darás.

—Estamos hablando de ella como si fuera algo por lo que apostar, Kim. No se la entregaré, y menos si Park ni siquiera da la cara para conseguirla.

—Dios, ¿por qué siempre estás buscando más problemas? ¿No tenemos bastante con el idiota de Christopher? Es una simple chica, entrégala o déjala morir.

—Ni una ni otra. Si la quise fue porque vi algo en ella.

—No solo viste algo en ella. Estás removiendo tu herida, Hwang. Necesitas ayuda. Deberíamos volver a llamar al psicólogo...

—¡Cállate! Vuelve a decir que necesito de nuevo a ese estúpido psicólogo y estarás fuera, Kim. ¿Entendido?

—Hwang. Escúchame. No puedes aferrarte al pasado. Entiende que Yeji está muerta, y si realmente hay algo que la conecte con Suni...

—Cierra la puta boca, Kim. No vuelvas a mencionar su nombre nunca, o te arrepentirás, te lo aseguro.

Kim prefirió callarse, clavó su mirada en la mía y se dirigió hasta la puerta. Antes de salir, me dijo:

—Nunca solucionarás tus problemas si no te dejas ayudar.

Cuando salió, yo no pude evitarlo y golpeé la pared. Estaba jodido, sí. Muy jodido.

¿Porqué existe esa conexión entre ellas?