9.

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Minho me miró. No sabía que hacer, sus piernas tampoco se movían. Le agarré el brazo para asegurarme de que no saliera. Christopher le dedicó una mirada fría, pero al castaño no pareció importarle.

—Dilo Christopher. —Añadí para cortar el silencio que se había formado y para que me lo contarán de una vez.

Christopher tosió y se colocó bien en la silla.

—Queremos encargarte un trabajo muy importante. Nabi, vas a infiltrarte en la mafia de Hwang Hyunjin, por eso estábamos hablando de tu preparación.

—¿Por qué debo entrar en su mafia? Seguramente sabes que no se pelear.

—Eres linda. Una chica bonita como tú fácilmente podría infiltrarse.

—¿Ahora soy un trozo de carne?

—No he dicho eso, pero podrías serlo fácilmente para Hyunjin si no estas bien preparada.

Mi mirada se cruzó con la de Christopher, mientras este daba pequeños golpecitos en la mesa con los dedos.

—Empezarás mañana por la mañana con el entrenamiento. Te entrenaré yo mismo para asegurarme de tu nivel.

—No he aceptado —repuse.

—No se busca tu aceptación. —Bueno, pues como siempre.

Christopher se levantó y salió del despacho. Minho se me quedó mirando, me soltó el agarré con delicadeza y siguió a Christopher.

No sabía nada de lucha, ni de armas. Sabía que me matarían.

Al día siguiente, a las seis de la mañana, Yongbok me esperaba en la puerta con una bandeja llena de comida nutritiva.

—¿Lista para el entrenamiento con el Señor Bang?

Solo tosí, y el pecoso pareció entender que no lo estaba del todo. Rato después, cuando terminé de prepararme, apareció Christopher.

—¿Preparada?

Salí de la habitación y asentí con la cabeza. Christopher me llevó abajo y comenzamos el entrenamiento.

Acabé molida. Primero me enseño la utilización de las armas, se me daban bien, pero tenía una mala puntería. Tan mala, que casi le disparo a Christopher. Su cara no fue de alegría en absoluto.

Con la pelea cuerpo a cuerpo era aún peor. Luchar con Christopher me era muy difícil, era una bestia y me tumbaba siempre. Intenté tirarlo unas cuantas veces, y le hice varios juegos para huir, pero él siempre acababa encima.

Y así, pasaron tres meses. Solo un mes más y debía estar infiltrada en la mafia de Hyunjin. Ya era muy buena controlando armas, pero el cuerpo a cuerpo me seguía costando, así que Christopher obligó a Minho a que me ayudará a pulir las técnicas.

—Pégame —Minho me agarraba los hombros con brusquedad.

—Lo intento, pero sabes que no puedo contigo.

—Vamos, Lim, si viene un mastodonte a por ti, ¿vas a decir lo mismo?

Agarré a Minho del brazo y le hice una llave, tal y como me había enseñado Christopher. Pero en un pestañeo, Minho me había tirado y se había colocado encima.

—¿De verdad es tan difícil tumbarme y pisarme, Lim?

—No.

—Pues hazlo, joder.

Empezamos de nuevo. Esta vez conseguí tumbar a Minho y reducirlo para que no se moviera.

Cuando el mes finalizó, ya estaba preparada para entrar en la mafia de Hwang Hyunjin.

¿Qué iba a descubrir allí?

-Muñeca de la mafia- (Imagina con Stray Kids)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora