4. Jisung

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CAPÍTULO 4Jisung

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CAPÍTULO 4
Jisung

Jisung casi había llegado a su remolque cuando una botella de cerveza se estrelló a su costado a pocos centímetros de su cabeza. Cerveza y restos de vidrio le golpearon la piel.

Jisung se hubiese sorprendido de no ser por las pequeñas píldoras rosas que Jieun le había dado.

No era la primera vez que le tiraban una botella a la cabeza, ni siquiera era la primera de ese mes. La clientela de los clubes baratos de striptease a menudo tomaba malas decisiones.

—Hey, pequeña mierda. No huyas de mí.

Hyosuk lo giró a la fuerza y lo empujó contra el remolque, su cabeza se golpeó con tanta fuerza como ver esas pequeñas estrellas de los dibujos animados.

—Hola, Hyosuk, ¿Cómo estás? —preguntó Jisung con una risita escapándose de sus labios.

Debían lucir graciosos para los observadores externos. Hyosuk era treinta centímetros más alto y cincuenta kilos más pesado, y su mano regordeta alrededor de la garganta de Jisung podría haberle rodeado el cuello con facilidad si él no estuviera presionado contra el revestimiento metálico del remolque.

El estómago de Jisung se agitó ante el hedor de sudor, cerveza y mal aliento que salía de Hyosuk, quien estaba a una pulgada de su rostro.

—¿Tú lo tomaste?

Jisung arrugó el ceño, luego parpadeó y se forzó a sí mismo a concentrarse. ¿Qué tenían esas píldoras?

—¿Tomar qué cosa?

Echó la cabeza hacia atrás cuando Hyosuk le propinó una bofetada en la cara con la suficiente fuerza como para hacer que el mundo girara.

—Mi mochila, ¿tú la sacaste de mi oficina?

Jisung podía sentir como sonreía y luego soltaba una risa, no podía detenerse.

—Ni siquiera trabajé esta noche. Salí con mis amigos. ¿Por qué me habría de robar una mochila? —Consiguió tornar su expresión en una seria —. ¿Qué había dentro? ¿Tu sentido del humor?

Por segunda vez, Hyosuk lo abofeteó.

—Si sigues haciendo eso, voy a obligarte a que me pagues la cena. —Jisung bufó mientras que se lamía los dientes superiores en son de burla.

Tropezó cuando Hyosuk lo soltó con brusquedad.

—Tu padre era un amigo mío, pero estás poniendo a prueba tu suerte. Si descubro que fuiste tú, te enterraré en esta hojalata a la que llamas hogar. ¿Me estás escuchando, hijo de puta?

Antes de que Jisung fuera capaz de formular una respuesta, Hyosuk se dio la vuelta y se dirigió hacia la entrada del club. Jisung se las arregló para entrar en el remolque marca Airstream después de empujar la débil cerradura.

Desquiciado || MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora