26. Jisung

54 12 1
                                    

CAPÍTULO 26Jisung

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 26
Jisung

Lo primero que lo golpeó fue el olor a sangre, llenando sus fosas nasales hasta que sintió que se ahogaba con un millón de monedas de cobre.

La carnicería fue lo siguiente. Sus zapatos resbalaban en los charcos de sangre mientras hacía lo posible por orientarse mientras sus ojos se adaptaban a la escasa luz de la habitación.

Los hombres caídos estaban por todas partes, todavía desparramados de la forma en que habían caído, y en el centro de todos ellos estaba Hyosuk... atado a esa misma silla plegable, gritando y sudando.

—¿Trajeron la silla plegable? —preguntó Jisung distraídamente.

Changbin asintió.

—Pensamos que podría ser de ayuda. Ya sabes, al ser tu primer asesinato y todo eso, no queríamos que saliera corriendo.

Las cejas de Jisung se levantaron, un sentimiento cálido lo invadió.

—Gracias, eso es... un poco dulce, la verdad.

Los chicos le sonrieron.

Jisung sacó su pistola y apuntó a Hyosuk.

—Quítenle la mordaza.

Los chicos se miraron entre sí y luego a Minho.

—Ya lo escucharon. —dijo Minho.

Tiraron de la mordaza y Hyosuk empezó a balbucear inmediatamente.

—Por favor, Jisung. Por favor. No lo hagas. Eres un buen chico. No como nosotros. No como ellos —Miró a los siete hombres que los rodeaban—. Ellos son monstruos, pero tú... siempre fuiste un chico dulce. Tu padre te amaba. Yo te amé.

Jisung lo escuchó todo, sorprendido por lo poco que le importaba el hombre que suplicaba por su vida.

—Puedo hacerlo yo. —dijo Minho de nuevo.

—Dale un minuto. —dijo Taehyung, sorprendiendo a Jisung.

—Sí, esto no fue fácil para ninguno de nosotros y ni siquiera tenemos la capacidad de sentirnos mal por lo que hacemos. —dijo Yoongi.

Jisung se encontró con que se estaba atragantando. Estos hombres -estos psicópatas asesinos y desviados- eran su familia y estaban siendo extrañamente comprensivos.

Ellos pensaban que tenía miedo de matar a Hyosuk o que se lo estaba pensando.

—No quiero matarlo —dijo Jisung. Cuando los hombros de Hyosuk se hundieron de alivio, Jisung añadió: —Todavía.

—Bueno, no tenemos mucho tiempo.

Jisung apuntó a la rótula izquierda de Hyosuk y apretó el gatillo, los gritos del hombre lo inundaron.

Desquiciado || MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora