Minho es un asesino psicópata, criado para corregir los errores de un sistema de justicia que sigue fallando.
Jisung se enfrenta a él, con el deseo de vengar la muerte de su padre, pero lo que obtiene es la desalentadora verdad de la que no puede es...
Desde hace un par de días me di cuenta de que "Hold On Tight" de Aespa quedaba muy bien con esta historia, pero siento que a este capítulo, en especial, le va muy bien la vibra de la canción.
Disfruten ;)
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CAPÍTULO 14 Jisung
Jisung tomó una respiración profunda mientras que Minho lo penetraba, con un empujón lento y constante que le robó la capacidad de pensar, la gruesa cabeza de su polla atravesó el primer anillo apretado de músculos.
Jisung cerró los ojos con fuerza, esperando que su cuerpo se relajara e hizo una mueca ante el pequeño destello de dolor.
Intentó concentrarse en cualquier cosa menos en la sensación de quemadura.
En el piso de madera bajo sus pies, en las manos de Minho que le apretaban el trasero y el sonido de su respiración agitada mientras que esperaba a que el cuerpo de Jisung se adaptara a la invasión.
Cuando volvió a abrir los ojos, Minho lo miraba con una intensidad que le robó el aliento. Nadie nunca había mirado a Jisung de la manera en que Minho lo hacía.
Era demasiado.
Jisung lo besó, tenía que hacer algo para distraerse antes de hacer alguna cosa estúpida como soltar un “Te amo” a un completo extraño.
Minho decía que Jisung era suyo y lo miraba como si lo dijera en serio, como si fuera algo en contra de lo que no pudiera luchar, como si necesitara que Jisung comprendiera que no pensaba dejarlo ir. Nunca.
Eso debería haberlo aterrado, pero no era así. Solamente lo… abrumaba, porque si Minho llegaba a cambiar de opinión, eso mataría a Jisung.
Él no tenía a nadie. A nadie más que a Minho.
No tenía ningún sentido. Ni siquiera se conocían de verdad, pero él quería pertenecerle a Minho, quería su calor, su pasión, demonios… incluso quería su violencia.
Pero, enterrado muy en el fondo, Jisung deseaba a Minho porque sabía que él sería capaz de quemar todo el jodido mundo por completo solo por Jisung, y que nunca sentiría ni una pizca de arrepentimiento al respecto.
Su polla se humedeció entre ellos ante ese pensamiento. La protección de Minho era una cosa embriagadora. Saber que Jisung era a quien él quería proteger, hacía que le doliera el pecho de una manera agradable.
Enterró el rostro en su garganta, sus ojos se pusieron en blanco por el placer que le recorrió mientras que Minho lo embestía.
