Minho es un asesino psicópata, criado para corregir los errores de un sistema de justicia que sigue fallando.
Jisung se enfrenta a él, con el deseo de vengar la muerte de su padre, pero lo que obtiene es la desalentadora verdad de la que no puede es...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPÍTULO 20 Jisung
Han Sunwoo no era su padre. Masticó ese pensamiento durante todo el camino hasta la unidad de almacenamiento.
Había sufrido cosas indescriptibles por su culpa, habría soportado cosas mucho peores si su padre -Han, se corrigió- se hubiera salido con la suya y hubiera podido simplemente entregárselo a Hyosuk.
Hizo que Jisung se sintiera mareado al imaginar lo peor que podrían haber sido las cosas para él, pero también dolió más de lo que había imaginado.
Lo que sea que Han le había hecho, Jisung había tratado de racionalizarlo, había encontrado una manera de convencerse a sí mismo de que su padre lo amaba a pesar de cada herida y daño que le causó, se había dicho a sí mismo que era una compulsión que no podía controlar.
Pero la verdad que ya no podía evitar era que Han solo había amado a Hyosuk y había pensado tan poco en Jisung que no solo había abusado de él y lo había compartido con otros, sino que tenía la intención de entregarlo a Hyosuk para que pudiera tener su turno de hacer lo mismo. Jisung era una comodidad para ambos.
Y ahora, había esta nueva cosa... Una familia. Una madre que de alguna manera había dejado que se lo arrebataran y lo vendieran a un monstruo. Una madre que tenía una nueva vida y nuevos hijos en un nuevo país.
Jisung no sabía nada sobre quién era en realidad. Nunca había imaginado que pudiera ser mexicano. Ni siquiera se había preguntado dónde podría estar su madre.
¿Lo había preguntado cuando era niño? ¿Había inventado Han alguna excusa que Jisung se había tragado con la misma facilidad con la que se había tragado todo lo demás que Han le había dicho?
¿Las respuestas a sus preguntas fueron tragadas por el abismo que también se había llevado sus malos recuerdos?
Contempló su reflejo en el espejo retrovisor lateral. No se parecía en nada a Han. Su padre había sido un depredador escondido detrás del rostro de un profesor débil y apacible. No es su padre. Mierda.
Han tenía el cabello rubio fino y ojos verdes penetrantes escondidos detrás de unas gruesas gafas de montura negra. Jisung siempre había pensado que se parecía a cualquier otro niño coreano en su escuela y tal vez había reflexionado cuando era niño si se parecía a su madre.
¿Pero mexicano? Ni siquiera había tomado español como electivo. No era lo suficientemente racista como para asumir que no todas las personas de ascendencia mexicana eran diferentes a él, pero eso fue todo lo que vio en la televisión. No chicos de piel clara y ojos rasgados.
Trató de quitarse los pensamientos de la cabeza. Nada de esto importaba. Tenían problemas más grandes que desentrañar la complicada historia familiar de Jisung.
